sábado, 20 de septiembre de 2014

Amazonas IV

Cómo  habrán vivido nuestros abuelos el cruce del Atlántico?… dejando sus tierras…sus parientes… con el único salvoconducto de la esperanza de una nueva América?

Cuántos días duraba una travesía?

Sin puertos donde reabastecerse….  Con lenguas diversas y desconocidas… sin mapas…  sin nada seguro. Llenos de incertidumbres, de nostalgias, de miedos…?

Llevo 4 días en “esta comunidad” en la que el azar me situó.


Aquí no sólo estoy compungida a aprender el idioma. Más bien a “aceptar”  las diferencias, a intercambiar “costumbres”, a amoldarme al ritmo… compartir… abrirme…  ser generosa…  no juzgar… no criticar (ni mentalmente!), preservarme…


El paisaje se matiza cada tanto con la aparición de islotes, costas menos forestadas, o con alturas formando pequeños acantilados; algún que otro claro con animales y algunas pocas plantaciones.











El ancho sigue variando, de océano a riacho… 

Como el viento! Que de a ratos no alcanza a borrar el calor imperante, y de a ratos te invita a esconderte en el baño (único lugar con 4 paredes, además de la cabina del capitán!) para no volarte por la popa!

Cada mañana la bandera aparece izada, y al anochecer, un marinero se encarga de bajarla y doblarla con respeto.

Ya tenemos nuestras rutinas… más bien somos como un experimento de Pavlov (reflejo condicionado): La música de la mañana, el sermón del Pastor cual si estuviera en un púlpito o en la plaza del Once!, Aleluya hermano!!!  
 
Los que desayunan en el comedor, los que se bañan a la mañana (regalándonos sus perfumes frescos) o los que preferimos el atardecer (con otras fragancias igualmente bienvenidas!). Quiénes charlan con quiénes…  Quiénes mantienen su hermitañismo pegados a las barandas…  los que se van abajo a esconderse como niños para fumar (está prohibido!); los que viven pegados al televisor de arriba viendo DVD de forró con minihinas bamboleantes (Calypso) . La hora en que ponen un termo de café en una mesita (mi escritorio, Ja!) y todos corren a servirse antes que se acabe!

El calor nos va tumbando a todos intermitentemente….  Y otro tanto el hastío!

Y yo no logro aburrirme!...

Mi cabecita no para… de pensar, de recordar…de imaginar… de proyectar… de susurrarles…!

Hoy a las 14, con 7 horas de atraso, arrivamos a Santarem. Mitad geométrica (y de tiempo) del recorrido.


Avisaron por parlantes que teníamos permiso para bajar, y volver antes de las 18 hs., hora de la partida, tras la descarga y carga de nuevas mercaderías y pasajeros.

Me despedí del matrimonio de Noel & Daniel (franceses) quienes me habían compartido su proyecto de viaje: de Grennoble por el Mediterráneo, salieron en su velero a Senegal (costa de África) y allí encararon el cruce del Atlántico hasta Belém: 10 días a sólo vela! Dejaron su barco a buen resguardo y embarcaron en éste, ya que no les recomendaron entrar al Amazonas con el de ellos. Volverán a buscarlo con un avión desde Manaos, para retomar su tramo a Panamá y de allí a seguir la vuelta al mundo que están haciendo desde hace 4 años!  Son grandes… son su 2° matrimonio: Hace 12 que están juntos, con 4 hijos él y 2 ella! + 6 nietos!  Que visitan cada 6 meses, un mes volviendo “a casa”!
También se fue Motonary, ya que su Lonely-guía imperaba una visita a estas playas y a la selva cercana.

“Esta playa” se refiere a que en Santarém desemboca el río Curuá, que trae aguas “blancas” (aunque yo las veía verdes!), desde el Matto Grosso, y lo extrañísimo! Es que no se mezclan con las del Amazonas, ancho... presuntuoso... Sagrado!. Se forma una línea entre el negro-marrón del último, y las aguas del Curuá, que es increíble!



Barandas blancas contra negrura.


El artesano del macramé y el músico, también bajaron  “a conocer”,  aunque no volvieron a subir! No sabemos si por voluntad propia, o porque perdieron el barco… o resolvieron quedarse a vender pulseritas, ja!

Lo cierto es que te agarra una nostalgia de las despedidas de los compañeritos, como si ya fuéramos todos medios parientes! Ja!

Por mi parte, le encomendé mi mochila a la cocinera, e hice la mía, para variar! Ja!:  Me salí del muelle y me fui al “centro”: me tomé un ómnibus local para dar una vuelta a la ciudad (Santarém-tour, Ja!):  en 30´de ida y otro tanto de vuelta, tenía completada la gira, nada interesante aunque me dí por recorrida!  Aproveché a reaprovisionarme de frutas, verdura, galletitas de chocolate, pan y queso, Ja! (mi variedad standard!).  Hasta me tomé un helado de palito! (pueden creer que aquí no existan las heladerías????!!!!).

Una breve caminata por la costanera me devolvió al puerto dos horas antes de la prevista zarpada, que se produjo con otras dos horas de atraso!

Me quedé charlando con uno de los chilenos, que resultó ser un pequeño Buda. ( Ya sabía que somos los dos únicos vegetarianos de la tripulación, lo veo leer todo el tiempo… hace yoga en otra cubierta, y se queda en equilibrio supongo que meditando!)  Fue reinteresante! Hermoso ver como un joven, tan joven! ya tiene claros tantos conocimientos, a los que yo abordé recién a mis 40!  Viva la Evolución de Conciencia, hasta alcanzar la masa crítica!!!

Aunque lamentablemente, hay otros, que van en camino inverso:

A la noche tuve un pequeño percance….

Como era de suponer, algunos aprovecharon el tiempo en el puerto para comprarse alcohol.

Estuvimos hasta tarde charlando con Dorlene, la negra con trencitas que nos tiene a todos cautivados! (el otro hermano chileno babea que no da más! Ja!)  Resultó que es campeona de ajedrez y de no sé qué arte marcial (nos mostró un montón de fotos en su compu, avalando sus dichos, ja! y engalardonando el Ego!).  Es Bombera profesional! Especialista en dar cursos de prevención de riesgos para Yamaha, Honda, Petrobras…etc.! Una genia! Amorosa! Y resimpática!

Uno de los marineros, nos estaba explicando cómo es el tema de las señales de las luces de otros barcos durante la noche; las velocidades en nudos de las distintas embarcaciones; las distancias entre distintas ciudades…  cuando uno de “mis vecinos” (de hamaca) empezó a decir no sé qué desde la suya, a voz en cuello.

Obviamente, yo no entendí lo que dijo, y mucho menos la situación.

Ellos se rieron y me tradujeron: “Que yo era muy bella y que él estaba solito…”

Sin darle importancia, seguimos “charlando”, se sumó el chileno, Julio (el que se propuso enseñarme)  y “el Pastor”. La noche estrellada invitaba a la conversación calmada, y al disfrute de la brisa cálida.
En eso, mi vecino volvió a los gritos con la misma cantinela, y se puso a llorar!!!!

Todos se rieron y le gritaron algo así como que se calle y deje dormir a los otros.

Él siguió gimoteando y se levantó para acercarse al grupo. Era evidente que estaba más que chupado! Y  con un olor….

Dorlene y el chileno se perdieron en otra cubierta…

El marinero volvió a sus funciones.

Julio se fue a acostar a su hamaca…

Y el Pastor se sentó en los bancos largos a mirar la noche.

A mí me dio cosita irme a acostar, ya que no sabía qué pasaría si me acercaba a mi  (casi “su”) hamaca…

Así que me fui al baño, dí unas vueltas por los balcones, esperando que se durmiera… y volví por mi libro “La Odisea” (Ja!) a leer sentada cerca del Pastor…

Entonces se vuelve a levantar y se me sienta alevosamente al lado…

Puse toda mi piedad en ver cómo manejar la situación…  No quería ser grosera, ni despreciarlo como ser humano que evidentemente está fuera de sí, pero con un “dolor real”, que busca compasión, conversación y compañía.

Me hablaba y hablaba y yo sin comprender ni una palabra… diciéndole “amablemente” que se vaya a dormir… que yo quería leer tranquila…

En eso extiende su brazo para agarrar mi mano, y salté con un severo y contundente : “NOU!”  apartándolo.

El pastor intervino, haciéndome seña que me fuera a mi hamaca, que él se encargaría de retenerlo.

No era hora para mudanzas súbitas, ni mucho menos había otro lugar donde colgar mi hamaca. Así que “sabiéndome protegida”, me envolví en mi piloto y me sumergí en mi tela azul. Por Milagro me quedé dormida inmediatamente!

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Miren como aún nos sonríe la luna....






Esta mañana, desperté tranquila…  a punto para ver otro glorioso amanecer. Mi vecino, despanzurrado, recién lo hizo a media mañana… ajeno a su actuar de la noche anterior. Se ve que ni se acordaba porque ni se disculpó, más bien me saludó con un “bon día” como si nada, como buen vecino! Ja!

Hace un rato lo ví al capitán “retándolo” (o advirtiéndole algo relativo a las cervezas) Confío en que no se volverá a repetir.  Por otra parte, sé que cuento con el apoyo y compañía de todos los otros “caballeros” que día a día se muestran más amistosos. En su justo límite, ja!

Algo lindo? Ayer subieron en Santarem 5 princesitas con su mamá (sin papá), aunque con abuela! quién no para de alimentarlas, cambiar pañales, peinarlas, cuidar que no se suban a las barandas, y organizarles juegos y dibujos. Agotador eso de ser madre…Ja!  La veo… y me trae recuerdos de mi “otra Vida…” JA!


Hora de las bañadas…

Cómo me gusta esto del rico  “oler” de shampoes y desodorantes varios, cuando regresan de las duchas…

Permiso!  Me toca a mí!...

Me despido muy atte, porque no me pienso perder las estrellas por nada del mundo! en la noche más larga del año:  solticio de Primavera!

Disfrútenla!!!!.....



Besitos estrellados de angelitas…




























































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