Cómo habrán vivido
nuestros abuelos el cruce del Atlántico?… dejando sus tierras…sus parientes…
con el único salvoconducto de la esperanza de una nueva América?
Cuántos días duraba una travesía?
Sin puertos donde reabastecerse…. Con lenguas diversas y desconocidas… sin
mapas… sin nada seguro. Llenos de
incertidumbres, de nostalgias, de miedos…?
Llevo 4 días en “esta comunidad” en la que el azar me situó.
Aquí no sólo estoy compungida a aprender el idioma. Más bien
a “aceptar” las diferencias, a
intercambiar “costumbres”, a amoldarme al ritmo… compartir… abrirme… ser generosa… no juzgar… no criticar (ni mentalmente!), preservarme…
El paisaje se matiza cada tanto con la aparición de islotes,
costas menos forestadas, o con alturas formando pequeños acantilados; algún que
otro claro con animales y algunas pocas plantaciones.
El ancho sigue variando, de océano a riacho…
Como el viento! Que de a ratos no alcanza a
borrar el calor imperante, y de a ratos te invita a esconderte en el baño
(único lugar con 4 paredes, además de la cabina del capitán!) para no volarte
por la popa!
Cada mañana la bandera aparece izada, y al anochecer, un
marinero se encarga de bajarla y doblarla con respeto.
Ya tenemos nuestras rutinas… más bien somos como un
experimento de Pavlov (reflejo condicionado): La música de la mañana, el sermón
del Pastor cual si estuviera en un púlpito o en la plaza del Once!, Aleluya
hermano!!!
Los que desayunan en el comedor, los que se bañan a la mañana (regalándonos sus perfumes frescos) o los que preferimos el atardecer (con otras fragancias igualmente bienvenidas!). Quiénes charlan con quiénes… Quiénes mantienen su hermitañismo pegados a las barandas… los que se van abajo a esconderse como niños para fumar (está prohibido!); los que viven pegados al televisor de arriba viendo DVD de forró con minihinas bamboleantes (Calypso) . La hora en que ponen un termo de café en una mesita (mi escritorio, Ja!) y todos corren a servirse antes que se acabe!
El calor nos va tumbando a todos intermitentemente…. Y otro tanto el hastío!
Y yo no logro aburrirme!...
Mi cabecita no para… de pensar, de recordar…de imaginar… de
proyectar… de susurrarles…!
Hoy a las 14, con 7 horas de atraso, arrivamos a Santarem.
Mitad geométrica (y de tiempo) del recorrido.
Avisaron por parlantes que teníamos permiso para bajar, y
volver antes de las 18 hs., hora de la partida, tras la descarga y carga de
nuevas mercaderías y pasajeros.
Me despedí del matrimonio de Noel & Daniel (franceses)
quienes me habían compartido su proyecto de viaje: de Grennoble por el
Mediterráneo, salieron en su velero a Senegal (costa de África) y allí
encararon el cruce del Atlántico hasta Belém: 10 días a sólo vela! Dejaron su
barco a buen resguardo y embarcaron en éste, ya que no les recomendaron entrar
al Amazonas con el de ellos. Volverán a buscarlo con un avión desde Manaos,
para retomar su tramo a Panamá y de allí a seguir la vuelta al mundo que están
haciendo desde hace 4 años! Son grandes…
son su 2° matrimonio: Hace 12 que están juntos, con 4 hijos él y 2 ella! + 6
nietos! Que visitan cada 6 meses, un mes
volviendo “a casa”!
También se fue Motonary, ya que su Lonely-guía imperaba una
visita a estas playas y a la selva cercana.
“Esta playa” se refiere a que en Santarém desemboca el río
Curuá, que trae aguas “blancas” (aunque yo las veía verdes!), desde el Matto
Grosso, y lo extrañísimo! Es que no se mezclan con las del Amazonas, ancho... presuntuoso... Sagrado!. Se forma
una línea entre el negro-marrón del último, y las aguas del Curuá, que es increíble!
Barandas blancas contra negrura. |
El artesano del macramé y el músico, también bajaron “a conocer”,
aunque no volvieron a subir! No sabemos si por voluntad propia, o porque
perdieron el barco… o resolvieron quedarse a vender pulseritas, ja!
Lo cierto es que te agarra una nostalgia de las despedidas
de los compañeritos, como si ya fuéramos todos medios parientes! Ja!
Por mi parte, le encomendé mi mochila a la cocinera, e hice
la mía, para variar! Ja!: Me salí del
muelle y me fui al “centro”: me tomé un ómnibus local para dar una vuelta a la
ciudad (Santarém-tour, Ja!): en 30´de
ida y otro tanto de vuelta, tenía completada la gira, nada interesante aunque
me dí por recorrida! Aproveché a
reaprovisionarme de frutas, verdura, galletitas de chocolate, pan y queso, Ja!
(mi variedad standard!). Hasta me tomé
un helado de palito! (pueden creer que aquí no existan las heladerías????!!!!).
Una breve caminata por la costanera me devolvió al puerto
dos horas antes de la prevista zarpada, que se produjo con otras dos horas de
atraso!
Me quedé charlando con uno de los chilenos, que resultó ser
un pequeño Buda. ( Ya sabía que somos los dos únicos vegetarianos de la
tripulación, lo veo leer todo el tiempo… hace yoga en otra cubierta, y se queda
en equilibrio supongo que meditando!)
Fue reinteresante! Hermoso ver como un joven, tan joven! ya tiene claros
tantos conocimientos, a los que yo abordé recién a mis 40! Viva la Evolución de Conciencia, hasta
alcanzar la masa crítica!!!
Aunque lamentablemente, hay otros, que van en camino
inverso:
A la noche tuve un pequeño percance….
Como era de suponer, algunos aprovecharon el tiempo en el
puerto para comprarse alcohol.
Estuvimos hasta tarde charlando con Dorlene, la negra con
trencitas que nos tiene a todos cautivados! (el otro hermano chileno babea que
no da más! Ja!) Resultó que es campeona
de ajedrez y de no sé qué arte marcial (nos mostró un montón de fotos en su
compu, avalando sus dichos, ja! y engalardonando el Ego!). Es Bombera profesional! Especialista en dar
cursos de prevención de riesgos para Yamaha, Honda, Petrobras…etc.! Una genia!
Amorosa! Y resimpática!
Uno de los marineros, nos estaba explicando cómo es el tema
de las señales de las luces de otros barcos durante la noche; las velocidades
en nudos de las distintas embarcaciones; las distancias entre distintas
ciudades… cuando uno de “mis vecinos”
(de hamaca) empezó a decir no sé qué desde la suya, a voz en cuello.
Obviamente, yo no entendí lo que dijo, y mucho menos la
situación.
Ellos se rieron y me tradujeron: “Que yo era muy bella y que
él estaba solito…”
Sin darle importancia, seguimos “charlando”, se sumó el
chileno, Julio (el que se propuso enseñarme) y “el Pastor”. La noche estrellada invitaba a
la conversación calmada, y al disfrute de la brisa cálida.
En eso, mi vecino volvió a los gritos con la misma cantinela,
y se puso a llorar!!!!
Todos se rieron y le gritaron algo así como que se calle y
deje dormir a los otros.
Él siguió gimoteando y se levantó para acercarse al grupo.
Era evidente que estaba más que chupado! Y con un olor….
Dorlene y el chileno se perdieron en otra cubierta…
El marinero volvió a sus funciones.
Julio se fue a acostar a su hamaca…
Y el Pastor se sentó en los bancos largos a mirar la noche.
A mí me dio cosita irme a acostar, ya que no sabía qué
pasaría si me acercaba a mi (casi “su”)
hamaca…
Así que me fui al baño, dí unas vueltas por los balcones,
esperando que se durmiera… y volví por mi libro “La Odisea” (Ja!) a leer
sentada cerca del Pastor…
Entonces se vuelve a levantar y se me sienta alevosamente al
lado…
Puse toda mi piedad en ver cómo manejar la situación… No quería ser grosera, ni despreciarlo como
ser humano que evidentemente está fuera de sí, pero con un “dolor real”, que
busca compasión, conversación y compañía.
Me hablaba y hablaba y yo sin comprender ni una palabra…
diciéndole “amablemente” que se vaya a dormir… que yo quería leer tranquila…
En eso extiende su brazo para agarrar mi mano, y salté con
un severo y contundente : “NOU!”
apartándolo.
El pastor intervino, haciéndome seña que me fuera a mi
hamaca, que él se encargaría de retenerlo.
No era hora para mudanzas súbitas, ni mucho menos había otro
lugar donde colgar mi hamaca. Así que “sabiéndome protegida”, me envolví en mi
piloto y me sumergí en mi tela azul. Por Milagro me quedé dormida
inmediatamente!
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Miren como aún nos sonríe la luna.... |
Esta mañana, desperté tranquila… a punto para ver otro glorioso amanecer. Mi
vecino, despanzurrado, recién lo hizo a media mañana… ajeno a su actuar de la
noche anterior. Se ve que ni se acordaba porque ni se disculpó, más bien me
saludó con un “bon día” como si nada, como buen vecino! Ja!
Hace un rato lo ví al capitán “retándolo” (o advirtiéndole
algo relativo a las cervezas) Confío en que no se volverá a repetir. Por otra parte, sé que cuento con el apoyo y
compañía de todos los otros “caballeros” que día a día se muestran más
amistosos. En su justo límite, ja!
Algo lindo? Ayer subieron en Santarem 5 princesitas con su
mamá (sin papá), aunque con abuela! quién no para de alimentarlas, cambiar pañales, peinarlas, cuidar que no
se suban a las barandas, y organizarles juegos y dibujos. Agotador eso de ser
madre…Ja! La veo… y me trae recuerdos de
mi “otra Vida…” JA!
Hora de las bañadas…
Cómo me gusta esto del rico
“oler” de shampoes y desodorantes varios, cuando regresan de las duchas…
Permiso! Me toca a
mí!...
Me despido muy atte, porque no me pienso perder las
estrellas por nada del mundo! en la noche más larga del año: solticio de Primavera!
Disfrútenla!!!!.....
Besitos estrellados de angelitas…
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