domingo, 29 de septiembre de 2024

Jeffrey Bay

 El sueño de un cuarto con vista al mar se me cumplió al 100%!!!

Un hostel top para surfistas -¡blancos obviamente!- me dio la bienvenida con sus terrazas de deck sobre la playa, silloncitos de mimbre super cucú por los jardines, hamacas paraguayas entre los árboles, reposeras bien dispuestas, salones de lectura, mesa de pool, tienda de tablas y trajes de neoprene colgados, música chilli, cafetería, restaurant y cocina vidriada.


Port Elizabeth, reina de capa caída

Un rato antes de la puesta del sol, ya estaba llegando a esta otra gran ciudad. El problema de andar a pie, sin vehículo propio, es que no podés elegir demasiado los traslados. No es fácil parar en pequeños pueblos, o depender de taxis para todo, cuidando las distancias prudentemente.

Lo cierto es que mi hotelito seleccionado para esa noche sería una casona victoriana del siglo pasado, absolutamente restaurada, en medio de unos parques con frondosos árboles antiguos, todo en una colina con vista al mar. Sonaba precioso, y las fotos lo aseguraban.