Con los rezos de la mezquita cercana, me desperté al amanecer, con los bríos renovados. Enseguida los reemplacé por el piar de cientos de pájaros azules en el jardín de Kali Marley.
Con los rezos de la mezquita cercana, me desperté al amanecer, con los bríos renovados. Enseguida los reemplacé por el piar de cientos de pájaros azules en el jardín de Kali Marley.
Puntual como reloj chino, Kate estaba lista en el hall y el taxista también. Por suerte no llovía.
Cuando estábamos llegando a la estación de micros recibo un llamado de la empresa de micros para preguntarme si ya estaba llegando porque el micro ya se estaba yendo. ¡Media hora antes de lo fijado!!!