Lo que tiene
de malo los buenos encuentros en los viajes, es que se acaban pronto, y las
despedidas son poco agradables. Pero
como la Vida continúa, la función debe proseguir!
Nueva mañana
y nuevas rutas: Charles me acompañó a la ruta frente a su casa, y el primer
auto que pasó, se detuvo alarmado de vernos charlando en la banquina. Aún no
había terminado el abrazo, y ni había sacado a relucir el dedo.
-“¿Algún
problema?”- me preguntó la mujer bajando la ventanilla.