Salir de una ciudad grande a dedo tiene sus complicaciones,
así que acudí al método Bla bla car a mi manera, que consiste en contratar un
viaje corto desde el centro hasta la primera población en las afueras y pedirle
que me deje en alguna gasolinería sobre la ruta en mi dirección elegida.
Como no me gusta repetir caminos, curiosidad siempre
activada, decidí bajar hacia Grenoble, y de allí continuar hacia Grasse, donde
sabía que mi amiga Mimí y su familia, me estarían esperando con los brazos
abiertos. Para 900 kms. como meta del día, era una buena posibilidad!