La mañana me
sorprendió con el brillo del sol sobre el lago
Pingvallavatn,
y tras el café, Herg me
señaló el recorrido del día: iríamos al Geyser del Golden Ring. La excursión típica de los turistas! Se acabó
la Paz de las montañas del Norte, entrábamos en “el circuito”. En fin, no es
cuestión de negarse…