Repetí el
exquisito manjar de papaya en el desayuno junto a los huevos salteados “sin
onions” (cebollas) y unos panqueques de milagro, junto a los pájaros que
despertaban el amanecer en la selva del lodge.
Con Baya y
Kate nos dirigimos al rio Omo, cuna de tantas tribus que viven más allá de los
códigos de la cultura en la que nací y me criaron.