martes, 20 de agosto de 2024

Zanzibar

Con mi acostumbrada (o ex) suerte, llegué a los ferrys justo para su primera partida del día: 7.am! Como blanca que soy, tuve privilegio en la cola para comprar el ticket. “Pase señora pase!” ¡Qué lástima…! Aquí hay aún , como en el resto de la Africa que voy conociendo, un “servilismo” oculto, innombrable, asquerosamente tácito. Siento que todos (los negros, y no lo uso despectivamente, sino para abreviar nomenclaturas filisóficas) te miran y te tratan con cierto aire de admiración y cuidado desmedido, como si fuera una semidiosa con derechos. Por un lado, mi ego de sesentosa invisible en “mi mundo”, se siente reconfortado y halagado, pero intuyo que esto es más por su creencia de auto desmerecimiento, que por mis méritos.