El sueño de un cuarto con vista al mar se me cumplió al 100%!!!
Un hostel top para surfistas -¡blancos obviamente!- me dio
la bienvenida con sus terrazas de deck sobre la playa, silloncitos de mimbre
super cucú por los jardines, hamacas paraguayas entre los árboles, reposeras
bien dispuestas, salones de lectura, mesa de pool, tienda de tablas y trajes de
neoprene colgados, música chilli, cafetería, restaurant y cocina vidriada.