Cumplido el plazo del pacto, me retiré dejándole a Pedro, el generoso dueño del barquito, unos libritos de regalo con una cartita de agradecimiento. Lili me pasó a buscar para ir a L´ Ampolla a visitar el jardín de hierbas aromáticas y curativas de Trini, otra compañera escritora que conocí en el curso y nos vimos en la Feria del Libro de Madrid.
Hace 14 años inició este emprendimiento junto a su marido en una finca de 2 hectáreas, plantando no sé cuántas especies de todo el mundo. Manualmente, y sin ningún proceso artificial ni fertilizantes ni funguicidas, recolectan, secan y empaquetan sus hojas para infusiones de todo tipo. Nos explicó la diferencia entre tés e infusiones, cosa que yo no tenía la menor idea… Seis días a la semana está abierto para visitas guiadas, y son numerosos los biólogos, farmacéuticos y estudiantes en general que se acercan a aprender un poquito de este arte ancestral, anteriormente cultivado por “las brujas”. ¿Será que nosotras también pertenecemos a este género? A mucho orgullo!
Todos los días se aprende algo nuevo, y casi todos los días
se disfruta de una sorpresa maravillosa!
Gracias Trini!