A las 5.30 am. los gendarmes abrieron el paso y Nuu, presto, inició la marcha. A escasos 3 kms. estaba la estación de buses abriendo en ese preciso momento, o sea que una gran multitud se agolpaba en el portón de entrada. (o lo que quedaba de él).
Enseguda los
gritos de los choferes anunciando cual bus iría adónde y a su vez la gente
gritando el nombre de sus destinos, hasta que ambos se encontraban y corrian
a ocupar un asiento, tarea tan ardua como tratar de entrar por el ojo de una
cerradura 20 humanos a la vez! Más sus respectivos bagajes (los que no
habían arrojado sobre los techos de los ómnibus junto a las cabras, los gallos y cajas varias).