Tal cual lo organizamos, mi amigo Rubén me pasó a buscar por Altea, y tras despedirme de Ikiar, la señora que me alojó los 15 días anteriores en su departamento frente al mar, me llevó a recorrer algunas de sus obras ya concluídas y otras en plena etapa de construcción.
Fue un rememorar viejos tiempos como colegas arquitectos!