lunes, 8 de septiembre de 2014

Guyana


Advertencias preliminares:

-         1°: Como en toda película, saben bien que aunque estén matando a los personajes, sólo son actores actuando.  Estamos?

-          En los dramas de T.V. cuando los sobrevivientes cuentan su historia, es porque justamente son eso: sobrevivientes! Y está Vivos!

-          Los que me conocen saben bien que mi Vida pasa como un péndulo de la adrenalina más excitante al ohmmm… más relajante. Así que no se asusten mientras vayan leyendo, porque estoy REBIEN!

-          El mismo péndulo funciona para pasar de las playas más top a los balnearios populares más down; de los bonitos hoteles a los albergues más mugrientos; de los aviones al dedo a camiones…  de entrevistas a Presidentes a charlas con lugareños sin título alguno más que sus hermosas Humanidades.  Y así voy..!


-          No sufran por atrasado, porque todo lo que lean es que ya pasó!! (ya que cuando hoy escribo no tengo internet para mandarlo, y si lo mando es porque estoy REBIEN!!!)

-          Se entendió????   Después no me vengan con infartos, mieditos de diversos tamaños, etcs.….  

      Repito: Esto es sólo un capítulo más de mis Adventures with Angels Co.!  Y con Milagro incluído!!!
      Don´t worry…

-          Ahí vamos:

Lunes 8/9/14

Otro madrugón a las 5! Para alcanzar el único micro de las 6 am. a Tumeremo (decidida dirección Sur! durante 6hs.en un igualito colectivo al que yo tomaba a los 8 años para ir a la escuela… y con el “desgaste” adquirido desde entonces…!)

Después de pasar por una mezquita (¡?)

(la primera que veo en todo el viaje!!!); 2 controles militares (zona de frontera hacia Brasil) donde volvieron a revisar las pertenencias de todo el mundo (2 hs. de atraso!) (y ni me pidieron el documento! Son unos verdaderos inútiles!!!) tomé una Toyota (4 x 4 para 6 personas) hacia San Martin de Turumbamba. (Con ese nombre cómo no van a ser unos turulatos..Ja!)

Durante 3 hs. transitamos a los tumbos (otra que rafting por los saltos del río!!!) (quedé llena de moretones!) por una rutita de tierra roja, de escaso metro y medio como único carril, bajo una bóveda continua de selva impenetrable.

Al principio parecía hermosa y divertida, pero a los 40´ ya te sentís en una coctelera-laberinto sin fin que no termina nunca (y no sos precisamente un cubito de hielo, sino un despojo de transpiración hedionda) y de la que te querés bajar Ya!. Pero bueno, el destino, bien valdría los golpes…

Cada tanto unos niñitos (casi animalitos) aparecían entre las ramas como monitos, o al pie de los árboles, invadiendo el poco espacio para las ruedas, con medias botellas plásticas agujereadas a modo de alcancía, pidiendo la compasión de las pocas camionetas que deben pasar por allí.

Desde las ventanillas todos les arrojamos algún billete con la impotencia de semejante pobreza, ignorancia, desprotección… etcs… Se ve que Don Padre Supremo Chavez jamás transitó por aquí… que sus promesas no llegan hasta estos pueblos….  (Tenlo en tu Gloria! Y no lo dejes bajar más!...)
Indignante!!!

Continuamos…. Al llegar a una orilla (sin puente) un bote-taxi te cruza el río y ya estás en…Guyana Inglesa!


GLUP!!!  Y la oficina de migraciones???

No hay.

-“Y quien me sella la salida de Venezuela?”-

- Aquí no se sella nada desde que se rompieron las relaciones entre ambos países. (De hecho los mapas de turismo que recibí en Venezuela, tienen su lateral oriental rayadito con una inscripción que dice “zona en recuperación”, ni nombre le ponen, mucho menos dibujan las rutas! Como si no existieran, como cuando antes de Colón creían que el mundo terminaba en un abismo…  Como si la fueran a recuperar!!!  Seguramente es semejante a nuestro conflicto con Malvinas.)

Lo cierto es que me propuse –ya que estamos por aquí…- pasar por las 3 Guayanas: Inglesa, Surinam (Holandesa) y la Francesa –destinos no convencionales para el turismo “all included” Ja! pero que siempre llamaron mi atención.

-“Y cómo se sigue desde aquí? Hay alguna ruta terrestre?”

_”Sólo con avioneta a Georgetown, en el aeropuerto mañana le sellan la entrada”

-“Pero…y la salida???”

-“No pasa nada señora… vaya tranquila…”

Para entonces ya estaba oscureciendo y se levantaba vientito de lluvia feroz.

Mi mochila ya estaba dentro del bote, y los otros pasajeros me miraban como apurándome la decisión.

-“Mejor me quedo de este lado, lo pienso, y en todo caso mañana cruzo…”- le propuse al botero.

-“Acá no hay hoteles. Adónde se piensa quedar? Tiene que volver a Tumeremo” (3 hs. para atrás de Toyota que ya se había ido)

- “O.K. cruzo, averiguo bien mañana en el aeropuerto, y …”

Ya había arrancado, cruzado en 2´y me apuraba para bajar en un muellecito de escarbadientes.

El ángel de turno se apareció en Antonio Da Silva, un minero portugués que hace 25 años vive entre las dos orillas (su casa de un lado, la mina ( de oro) del otro).


Alzó mi mochila y me convidó una cerveza en un “barcito” (2 chapas, un mostrador a punto de desintegrarse y 2 sillas plásticas resecas mugrientas) para explicarme “las posibilidades”:
a)      El aeropuerto está cerrado hasta el jueves (hoy aún es lunes) porque sólo hay vuelos jueves y sábados.

b)      El traslado al aeropuerto (en otro taxi-bote) sale una fortuna y otro tanto el avión de turno.

c)       No hay rutas terrestres, sólo selva impenetrable. Ergo no hay jeep ni bus que valga, mucho menos “dedo” a lomo de tigre. (Sólo me distarían 300 km. a la Capital!)

d)      Hay lanchones de carga que me podrían bajar por el río, ya que estoy de suerte, tiene bastante agua. Tardan 2 días y el próximo baja el miércoles si resuelve no sé que carga.

e)      En el aeropuerto te sellan la entrada sólo si tenés el sello de salida que debían haberme puesto los gendarmes de la ruta. (Superpelot….!!!!!!) (Ni me preguntaron para dónde iba ni por donde, sólo revisan las bombachas buscando drogas o vaya a saber qué!)

f)       Opción inteligente: pegar la vuelta y desandar 500 km. para tomar el avión en el aeropuerto que me llevaron el domingo por equivocación, Ja! Estaría predestinado?

g)      Hecho más que grave: no tengo ni un peso bolivariano (venezolano) ya que como cambiaba de país gasté el último centavo en comida y en el taxi-bote (otro mamerto!) y aquí no hay casas de cambio por supuesto! Y menos a esta hora….

h)      Otro agravante: En Guyana no usan dólares americanos como yo creía, son “Dólares Guayaneros” (¡?)  y tampoco hay casas de cambio… y a nadie le interesa adquirir tus americanos.

i)        No me largué a llorar porque soy una señora grande, pero que se me notó la angustia se me notó.
j)        Además el paisaje era desolador: 4 ranchos (con el ballenato a 1000 volúmenes en los parlantes) (Competencia entre vecinos?)






; el “bar”, el muelle, 10 perros hambrientos semidormidos,

 mucho olor a pescado, y 50 pares de ojos negros mirándome desde sus caruchas morenas lugareñas (otra comunidad indígena de pemones).

k)      Entre todos hablaban una ensalada de inglés, brasilero, pemón y “un poquito” de español, que me dejaba fuera de cualquier entendimiento.

Antonio se ofreció a ayudarme. Me pidió que lo espere allí, que iba a buscarme un lugar para pasar la noche. En 5´volvió y me presentó a Wendy, una lugareña treinta y pico, que me ofrecía una pieza en su “casa”. La abracé agradecida y le alabé el olorcito de lo que estaba cocinando.

-“Perdón, el baño?”

Me miró sorprendida y se rió: -“No hay!  Andá por allá atrás…”

-“Y … una canilla? Para lavarme un poquito…”

Con la misma sonrisa anfitriona, me alcanzó una jarra plástica con un líquido pardo: -“Usa poquito porque acá no hay potable” – a la vez que me servía un generoso plato de arroz.

-“Gracias!  Gracias por todo!...”- (superando de corazón el asquito “por todo”…)

Dejé la mochila en la “pieza” (¡?) que me asignó: paredes de cartón con ranuras varias forradas con unos nylons aplicados con chinches a modo de revoque interior. El piso eran unos agujeros con tablas intermedias. Chapas superpuestas “obviamente”en el techo. No ventana ni puerta!!!

Aquí no existen las rejas, ni el vidrio!!! Nadie tiene puertas, y las ventanas son sólo el espacio abierto (sin marco ni nada, Ja!).  

Pero sí tienen!!!  plasma de 32” y direct TV!!! Y unos celulares super espaciales (puse bien: espaciales por lo supersónicos! (más que especiales!) (Éstos finalmente me servirán para lustrarme los zapatos? Ya los van a inventar…! Al fin y al cabo ya vieron la camarita en los ojos!)

Ah!!!  Y los parlantes!!!!  UFA!!!  Ya  me la se de memoria! la bachata ésa del Iglesito y el Santito   la pasaron 1.234 veces!!! A todo volumen… hasta las 2 de la mañana. Parece el reino de los borrachines de cerveza. Todos con la latita y el faso en la mano… Puaj!

Una vecina compungida con mi historia (¡?) me trajo un “besito” de regalo: es como un enorme croquetón dulce de una especie de cabellos de ángel tostados pegoteados. Ja! Me estaban siguiendo???

Claro! Yo los sentía a mi alrededor en todo momento! Todos estaban entre curiosos y gentiles tratándome como un ser exótico de otra galaxia. Ja!

Creo que soy la única blanca en varios kms. a la redonda, a excepción de alguna gallina.

En eso vino una amiga y se empezaron a “hacer” las uñas, de esas plásticas larguísimas con decoraciones dignas de una artista.
Tenía una caja con extensiones, de esas que usan los mecánicos para las herramientas o los pescadores para todos sus ganchos, increíble! Llena de lacas de colores y brillantinas! Un aparato para secar los dedos con lámpara azul… y no sé cuántas limas y alicates diversos: una real artesana! Estuvieron como dos horas en minuciosa tarea.

Mientras yo les saqué unas buenas fotos para algún próximo libro de “Manos”, Ja!  quién me diría que hoy estaría en este “fuera de programa”, Ja!

  “Caminante no hay camino, se hace camino al andar…”- cantaba el Nano los versos de Machado.

Pero acá realmente no los hay!

Así que ya tomé mi decisión:

-          No avanzaré ni un metro más en este territorio!!!

-          No voy a esperar 2 días para ir al aeropuerto a que me digan lo obvio que es que no tengo “la salida”, entonces no me darán la “entrada”.

-          No voy a ir por lancha carguera, para que al llegar al puerto de Georgetown me deporten o me hagan volver nadando o….  tenga “una semanita en la cárcel” Ja!!

-           YA APRENDÍ!!!!!!

-          Mañana tempranito algún pescador se apiadará y me volverá a cruzar (dedoboat), y allí dedo a la Toyota o a quien sea: bicicletas, vacas, o…algún Milagro!

-          Voy a llegar a la Gendarmería de la ruta, a que me pongan el sellito! Después veré si me quedan ganas de volver o sigo para otro wing… pero que me voy de Vene, me VOY!!!!! Mañana mismo!!!!!

-          Así que tranquis! Porque para cuando estén leyendo esto, es porque ya estaré “oficialmente y legalmente” en otro país más amistoso (o más organizado!)

-          En fin… es todo por hoy Houston…

Ah…perdón! Me olvidaba!

Lo más radiante hermoso por acá…? Es la luna llena sobre el río frente a “mi ventana!”…. Precioso!




Martes 9

Se ve que se me descompuso mi reloj biológico, y ya se mal acostumbró a despertarse temprano… o la preocupación de cómo volver atrás… lo cierto es que a las 6 ya estaba lista! (no ducha, pipí al fondo, y resto de “besito” de desayuno)

Hice mis oraciones y pedí guía al Espíritu Santo (tendrá las alas más grandes?).

Me pareció escuchar algo así como que me presente yo  misma a la policía para avisar que estaba allí (antes que me pesquen ellos) y les pida consejo.

Salí a “la calle” (¡?) a ver si había algún generoso botero que me llevara a la comisaría, distante 3 km. río arriba.

En eso veo que dos polis guyaneses (otros uniformes más informales: remeras rojas y gorritas amarillas) están en el muelle, esperando cuando arriban trabajadores ilegales para las minas: colombianos, venezolanos, centroamericanos, etc. (aunque los legales son su mano de obra barata).

Me les acerco con mi mejor “Good morning…” y les cuento “mi situación”.

Uno de ellos me aparta, se presenta como el Jefe de Migraciones, y me pide el pasaporte.

Se lo muestro orgullosa de todos mis sellitos que demuestran que soy una vulgar turista, que no me pienso quedar en su país a trabajar ilegal, y que mi error fue no saber que no había oficina venezolana del otro lado del río. Que no quería infringir las leyes aunque realmente deseaba conocer Su país.

Ante tal alegato de corrido (todo en inglés), me preguntó de cuánto dinero disponía para volver a mi país. le contesté un número lógico...  Me sonrió y me dió la mano con un “Welcome to Guyana” que casi me largo a llorar.

Me pidió que lo esperara un rato y que luego ellos me llevarían a la oficina (3 km.río arriba...es el mismo mini aeropuerto) a ponerme el sellito, que no me preocupara….

- “Y el sello de la salida de Venezuela?”- quise asegurarme.

- “Ud. no podrá volver a entrar a Venezuela por esta frontera por dos años…".

-“No problema! No pienso volver a Venezuela  (por muchíiisimo tiempo….Nunca más! Ni para la Luna de miel, Ja!)

-“Espérenos aquí y en un rato vamos….”

-“O.K.!” – (otro lugar para ir no había! Ja!)

En eso apareció Wendy y me abrazó como si ya fuéramos compatriotas!

O sea, voy a pasar 2 días aquí, en esta comunidad, en “observación” de la flora, fauna, río y personas de lo más amigables….  Y con Uds.!!!  siempre en mi cajita! Ja! (Aquí los encuentro y me refugio… Estoy feliz y tranquila!  Al fin y al cabo, ya salí de Venezuela, Ja!)

Las casas se fueron despertando y bastante gente no sé de dónde empezó a circular, llegan y salen botes. Hablan como secreteando negocios turbios, pasándose bidones o bolsas de mercaderías. La mayoría son mercaderes de oro. (Los que lo extraen y hacen el esfuerzo pico y pala estarán en las minas selva adentro)

Muchos arman mesas de 4 para jugar a las cartas, por plata! Corren otra vez los fasos y las latitas de cerveza.(Siendo las 8 de la mañana!) Los ballenatos ya vuelven a romper los oídos! El calor aprieta…. Alguna mujer barre la tierra de sus “veredas” (¡?). 


Es un escenario digno de García Marquez en sus 100 años …   

Antes del mediodía, el Jefe me hizo seña de subirme a su bote con otros dos policías, y remontamos los saltos en una chalupa de madera con estas inscripciones:


    “Preocúpate más de lo que Dios sabe de ti que de lo que dicen los otros de ti”   Certero verdad?

La selva se abalanzaba implacable sobre el río mientras un delta ramificado ofrecía sus pasadizos a la espuma que despedía el motor.

Al poco tiempo, estacionaron entre unos juncos, y saltando a tierra firme nos metimos en un caminito enramado. Salimos a un claro, y allí, sobre pilotes, estaba la destartalada “Police Office” celeste y una avioneta amarilla de donde descargaban bolsones de vaya a saber qué.


Subimos los escalones antes que se desprendan, y en un mostrador peor que el del “bar”, me pusieron el aclamado sellito con otra bonita sonrisa de Welcome!

El Jefe habló en no sé qué con el piloto y al terminar me pidió (conste: No me ordenó!, amablemente me “pidió”, que mañana miércoles estuviera allí a las 7.00 am. que ese piloto me llevaría a Georgetown!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! (O sea no espero al jueves!!!)

Si esto no es un Milagro???  O es un “dedo-air”? 

El botero me estaba esperando para regresarme a la comunidad. 

Cuando llegué al muelle, muchos me estaban esperando para ver cómo me había ido, como si todos fuéramos parientes! 

Entonces abrí la hoja correspondiente y les mostré el sellito. Todos se alegraron conmigo, y hubo hasta quien me regaló una cerveza! Y una bolsita de papas fritas! Ah no! Son plátanos fritos, Ja! no los conocía…


Wendy me estaba esperando con el almuerzo hecho: arroz!  (A caballo regalado, se le AGRADECE con eterna Gratitud!!!)

El calor es sofocante….

Los timberos no paran de timbear, fumar, cervecear…

Las mujeres de mirar el horizonte…. O de chusmear a sus vecinas.

El ocio lo abarca todo…

A pesar del ancho río, nadie se mete se mete en él, es muy correntoso… Y debe estar lleno de pirañas!  (Y de latitas !!!  que "ignorantemente" todos tiran una detrás de otra como gran basurero.... una pena!)

Cesó la música, es siesta impuesta! Poca gente anda por afuera.

Cada tanto una brisita revuelve mis cabellos pegoteados, mis dedos no dejan de contar…

Wendy recién prenderá el generador al anochecer, por lo que debo interrumpir ya que la batería está agotándose.

Más tranquilos?

Vieron?  Está todo bien!

Gracias por confiar en mí! Aunque ya sé que es difícil con mis antecedentes argelinos… pero bueno, en este viaje, ya ven que estoy siendo bastante más razonable en muchas ocasiones. Pero el espíritu aventurero no me lo saca nadie. Y el de terca, menos! Ja!

Se acuerdan?:                “Dios da hilo a quien empieza a tejer…”

Hasta el próximo capítulo! (ni idea la hora ni el canal, Ja!)









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