sábado, 12 de diciembre de 2015

Isla Mujeres


Entré a Mexico por el norte por Puerto Juarez y paradójicamente salí por el sur también por otra Ciudad  Juarez.

El primero árido y seco en la frontera con USA y ésta a la orilla del mar Caribe, de donde zarpan los ferrys que en 30 minutos te dejan enfrente, en la Isla Mujeres. 



















Además del “Welcome!” y la sonrisa, allí te reciben con unos carritos de golf
dispuestos a trasladarte a un hotel 5 stars!. Instantáneamente me acordé de Ricardo Montalbán junto a Tatoo, en la “Isla de la Fantasía”,  pero en mi caso opté por un carrito triciclo para llegar a un juvenil hostel sobre la playa…





La Isla tiene 7 kms. de largo y un ancho variable entre 2 y ½ km.!  ideal para rodearla caminando, en bicicleta o en motito. No hay transporte público, pero sí taxis carísimos.










Hay una playa que da al mar abierto, 


con olas bravías, donde está prohibido bañarse, y otra calma de arenas blancas, suave declive, cocoteros y palmas envolviéndola, y obviamente cálidas aguas turquesas que son una maravilla.









Entre las sombrillas de paja escuchás muchísimos franceses, alemanes, suizos, israelitas y …. Argentinos!  Sí! el mate y el “che boludo” a la orden del día!




Frente al puerto de arrivo, muchísimos restaurants de pescados, langostas, pulpo y moluscos varios. Por supuesto, pasé de largo…



En los alrededores plagado de tienditas con souveniers mexicanos: camisolas bordadas, bolsos, llaveros, sombreros, mantas, etc. etcs… lo mismo que se jactaban de artesanías locales en cada uno de mis anteriores destinos. Con lo cual creo que el aporte chino viene incluído con las ojotas, mallas, toallones, gorras, etcs. etcs…  en fin! ya no se puede confiar….  Por supuesto, también pasé de largo…

Estaba mucho más interesada en la historia, en el porqué del nombre de la isla… en fin, en el tema “mujeres”… Así que inicié mi caminata detectivesca dejándome perder por las callecitas, por el interior del verdadero pueblo donde habitan las familias locales, descubriendo sus reales actividades, más allá de la zona turística.





















Seguí la ruta perimetral hacia la izquierda, el lado del corazón, segura de encontrar respuestas….

Al llegar a la punta Sur encontré la estatua de una diosa: Ixchel.


Que según rezaba la placa a sus pies, era la Diosa del Arco Iris, del Agua, de la Fertilidad, de la Abundancia, de la Luna, del Amor y de la Medicina!  No pude menos que reverenciarla ante tantas virtudes.




De alguna forma en parte trasmisible, sentirme orgullosa de pertenecer a nuestro género. Tomé sus manos, como aquí se acostumbra, a ver si se me impregnaban un poquito más, sus tantas bellas cualidades en tan generosa apertura.









Cuenta la leyenda, que al llegar los primeros conquistadores hispánicos se encontraron no sólo con este monumento, sino con una pirámide maya dedicada a la gobernanta de la civilización que ocupara estas tierras en el s. VI,  y que a su vez, seguían habitadas por una comunidad matriarcal. Siendo no tan creativos en nombrar lo que iban descubriendo y conquistando, sencillamente la llamaron “Isla de las Mujeres”. Así como hay un Río de la Plata, o una Sierra Colorada…   al pan pan, y al vino vino!

Aunque si de mujeres se trata, hay otra leyenda más contemporánea y documentada, que es la de “La Trigueña”, que goza de su monumento: una bella escultura en el paseo costero frente a la plaza principal del centro. 







Es una esbelta figura acerada de largos cabellos, con los brazos extendidos al sol…
Su historia es contada en un pequeño museo también en la punta Sur de la isla, y dice lo que las fotos van contando….:

Transcripción literal:

“En compañía de sus valientes marineros, después de atravesar el océano Atlaántico,  en un atardecer de 1858, arribó a Isla Mujeres el famoso pirata Fermín Mundaca con tan solo 33 años de edad. Cuenta la leyenda que el pirata dirigió sus naves desde España hacia América, huyendo de las actividades delictuosas que desempeñaba ya que estaba relacionado al tráfico de esclavos negros de Africa y venta de indios mayas prisioneros de la Guerra de Castas de Yucatán. Estas actividades eran consideradas como “Guerra de Piratería” en esos tiempos.
… en la Isla Mujeres, considerada el Santuario de la Diosa maya Ixchel, el pirata Mundaca enloqueció de amor por una nativa de nombre Martiniana Gómez a la que él llamó “La Trigueña”.
Pero ella, altanera y orgullosa nunca correspondió a su amor.
Hoy una vieja y vacía tumba en el cementerio de la isla, es testimonio de ese amor platónico de mediados del s. XIX. El epitafio escrito por el pirata es un elocuente reto a “la Trigueña”: “Cómo tu eres, yo fui, lo que yo soy, luego tu serás”
Entre 1862 y 1876 el pirata construyó en la Isla una hacienda agrícola y ganadera a la que llamó “Vista Alegre” con un jardín llamado “la Rosa de los Vientos”, el cual funcionaba como un reloj solar.
Son notables los vestigios que aún se encuentran en “Vista Alegre”… 
Imaginen el amor de un intrépido pirata por una bella joven. Isla Mujeres debe haber sido el escenario más romántico, con un esbozo de pueblo de pescadores, llena de senderos caprichosos de arena, rodeados de uvas de mar, entre palmeras de cocoteros y chitales.
Cuentan que para construir “Villa Alegre”, el pirata Mundaca utilizó las piedras labradas de cuatro edificios mayas que encontró  en la parte central de la isla, y que correspondían a la diosa Ixchel, y que habían sido abandonados por los indígenas a la llegada de los españoles en 1517.
En el año 1882 se dejó de tener noticias del pirata Mundaca en la Isla. Descendientes de los fundadores de la isla, cuentan que la noble Familia Virreinal de Mérida se lo llevó enfermo de paludismo y ya nunca regresó. La tumba que el pirata se construyó quedó vacía y jamás se pudieron localizar sus restos. Se dice que bien pudieran estar en algún lugar de Yucatán o en Cuba, lugares donde el pirata tenía muchas amistades.
En su hacienda “Vista Alegre” el pirata Mundaca cultivó una gran variedad de frutas tropicales y construyó grandes corrales de ganado vacuno. Los isleños lo recuerdan como una persona egoísta y sin sentimientos, herido por el desaire de “La Trigueña”, ya que nunca se mezcló con la gente del pueblo, y prefería que la fruta y los animales se perdieran o murieran antes de regalarlo.”










Siendo sábado a la tarde, el cementerio estaba cerrado, que de buena gana me hubiera ido a curiosear otro poco… debí conformarme con esta escueta aunque nutritiva información. Valió la pena la caminata de los 10 kms!

De paso conocí el Faro,

y una exposición de arte al aire libre, aunque no entendí demasiado de que la iba… para justificar el precio de “la entrada” (¡?)

De vuelta pasé por una capilla que me deslumbró por su luminosidad y el vidriado de su muro posterior, detrás del altar! por lo que los fieles tienen una visión abierta del mar que es una maravilla… 








incluso hasta el Cristo allí colgado, parece menos dolorido… ni le sangran sus estigmas… curioso!  A un costado, las vírgenes de Guadalupe, dispuestas para la procesión de más tarde. Parece que aquí se sigue festejando…







Por mi parte, me fui a relajar las patitas en la arena tibia con el suave poniente de febo en el oeste.....










Agradecida, tomé un ferry nocturno, que me sorprendió con sus luces turquesas alumbrando las aguas ya oscuras, y un cantante de bossa nova amenizando la travesía. 






Podrían haber puesto un mariachi!  En fin, la luna y yo lo perdonamos! Y gozamos de buena gana la música propuesta para mi despedida.

Sino, mirá lo que le pasó a ésta,por ser tan exigente.....



Splashh!!!  Espero que hayan gozado esta refrescada para el Alma…




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Si querés, dejame aquí tu mensaje o compartime tu Milagro...