Un largo “ Promenade Francés”
Habiendo degustado un piquito de los Pirineos, al inicio de mi Camino a Santiago, me quede con las ganas de mas! Mas Francia, mas quesos, mas perfumes, mas música, y por sobre todo, mas franceses hablando calmadamente, “doucement”… la lengua que tantas emociones me inspiran…. Aunque esas sean otras historias!...
Así que tras haber llegado a Santiago honorablemente, y habiendo descansado (saludablemente) en casa de mi amiga Moni en Madrid, con la fiel compañía de su guía labradora, me dispuse a iniciar un nuevo periplo franco parlante, con la excusa- intención de practicar mis incipientes conocimientos de la lengua en cuestión.
Y que mejor que empezar jugando “sobre el puente de Avignon”?
Encima coincidiría con la semana del Encuentro Internacional de Teatro en la ciudad!
Bus nocturno a Bordeaux, con la premier croissant “verdadera” de petit desayuno en la estación de transbordo.
Mientras esperaba mi conexión, recorrí un poco el centro y llegue hasta el parque botánico.
Una centena de operarios cuidaban del mismo con amorosa atención, podando, cortando el césped, recogiendo hojas secas, purificando el agua del lago artificial, alimentando a los patos, peces y gansos. Reparando lámparas y bancos, barriendo los caminos de piedritas rojas.
Arboles antiquísimos me daban la bienvenida en ese universo que despertaba con los primeros rayos de sol. Como telón de fondo, el edificio un antiguo palacio donde ahora funciona el museo de historia vnatural y una suntuosa confitería con terrazas que se abren generosas al parque.
Volví por las laberínticas calles de la ciudad vieja, rumbo a la infaltable visita a la Catedral. Su exacerbado estilo gótico del S XII . tiene por curiosidad digna de contar, que la torre campanario se halla separada de la edificación principal. Como ya lo había visto Jesús en su lugar y en su tiempo, también ahora, funciona allí un mercadillo de antigüedades usadas y reventa de libros, ropa, muebles y cuanta baratija no encuentre mejor destino. En fin… a otra cosa mariposa!
Probé el tranway, ese gusano silencioso que se desliza por toda la ciudad, en forma limpia, segura y puntual. El único gran problema que presenta es un tema de Conciencia! Y no me refiero a conciencia ambiental, sino a la propia de cada usuario, en especial de un /a argentino/a!
Paso a explicar, en la mayoría de las ciudades francesas, los ciudadanos comunes tienen pases anuales o mensuales para el transporte publico. Como ya lo han pagado, suben y bajan de los mismos, con solo acercar la tarjeta magnética al dispositivo que esta en alguna columna dentro del vehículo o afuera en la parada. La mayoría ni se molesta en sacarlo de la cartera o del bolsillo, solo se acercan y se escucha un leve pitito, y ya esta “validado el viaje”. Y nadie te controla nada mas! Ergo, para un turista, que no tiene pase y que no sabe donde están las máquinas expendedoras de tickets individuales, lo mas “cómodo” es subirse sin mas cuestiones…. Eso se llama “colarse!!!”
Por eso insisto en que es un problema de conciencia, porque aquí es tan fácil, tan imperceptible! Que es muy a “fuerza de voluntad moral”, desembolsar el euro cincuenta (al cambio, mazo $ 35.-) por cada “paseíto… Fue tan lindo recorrer la city desde las amplias ventanillas y las butacas tapizadas!
Llegue justo para mi transbordo a Montpellier, y me dispuse a contemplar la campiña trabajada maravillosamente! Los cuadros de tierra ondulada de trigos, cebadas, vegetales varios ( desconozco los nombres) eran un placer para los ojos y para el alma!
Como ya había visitado esa ciudad allá por el 2011, en ocasión de que los Pumas le ganaron la copa de rugby a los franceses, evento que presencie en solitario como única representante argentina en la plaza central, donde televisaron gigante el partido!.... Decidí pasarla de largo, y fui derechito a la estación de tren para tomar el que iba a Avignon.
Como de costumbre, mis angelitos armaron el circuito con los minutos necesarios para arribar al andén donde “justo” partía mi vagón!
Dos horitas mas , y andaba llegando! La ciudad era una fiesta! Artistas callejeros, actores, músicos, clowns, cada cual atendía su juego de ir repartiendo invitaciones o publicidad para su propio espectáculo. Mini recitales a modo de presentaciones, orquestas, duos o marionetas, todo valia para hacer gozar y seducir al publico.
Me acomode en un hostel al otro lado del río, y me hice las consabidas fotos al “puente”, que para mi sorpresa, ya no cruza de orilla a orilla, como se supone un puente. Esta semi destruido después de no se que bombardeo, así que solo le quedo la fama inmortal de la canción popular…
Me metí por las callejuelas repletas de gente deseosa de ver la alegría que las inundaba. La música del carrousel o las fanfarrias, el bullicio de la gente comiendo en las plazas (allí no hay veredas, todo es peatonal, cerrado al transito. Los vendedores anunciando globos, crepes, glasses ( helados ) no gritan como en otras partes del mundo, sino que sonrientes al compás de un suave: “bonsoir…” invitan a una petit degustación. Toda una paquetería!
En cada iglesia, cada escuela, cada centro cultural, cada teatro obviamente, funcionaba un grupo diferente, con mil temáticas variadas ( a juzgar por los afiches, aún no entendía demasiado lo escrito…).
Anduve girando por cuanto rincón pude, incluso me paraba a escuchar algún monologo en alguna esquina, como estirando la oreja para captar de que se trataba, ja! Como si entendiera, me quedaba feliz por el solo hecho de estar allí, en mi salsa!
Paso la medianoche y las calles cada vez mas repletas! Pero mi cuerpito dijo basta y me volví silbando contenta por el puente “del costado” del de Avignon. Quien me quita lo bailado?
A la mañana siguiente pase por delante del castillo abadía residencia vacacional de los Papas, pero como no pienso contribuir monetariamente a la institución episcolar, pase de largo, sin demasiado preocuparme de perderme un tanto la explicación histórica. Me basto de afuera, pero a esta altura, ya muchas de estas fortalezas amuralladas, me están pareciendo “ copy & paste” nada nuevo bajo el sol….
Estando averiguando en la Oficina de Turismo para visitar los campos de lavanda, motivo inescrutable de mi viaje a esa región, recibí el llamado de un anfitrión de Bewelcome, donde me había inscrito el día anterior.
Andreas, un joven de 83 años, se presentó confiable y confiado ( ya que tampoco tenia demasiados datos de mi!) invitándome su casa en Fourcalquier.
Rápidamente chequee el mapa y este minúsculo pueblito estaba justo en la zona de los mayores cultivos lilas! Acepte gustosa, y con el bus del mediodía me dirigí hacia allá! Dispuesta a mi primera experiencia en Coach surfing.
No voy a negar que me cuestione bastante si seria prudente o no, quien seria mi anfitrión? Porque aceptaba gratuitamente visitas en su casa?...tendría otras intenciones?... Inmediatamente cancele mi parloteo mental con el mismo slogan con que lo hago al hacer autostop: “Si el otro tampoco me conoce y me invita a su casa, es porque es bueno! Y punto!” al fin y al cabo, se trata de sembrar Confianza! En la gente, en los ángeles protectores, en que todo “es” como debe ser!
En casi dos horas arribe a Fourcalquier. Alli en la parada del autobús una gigante e iluminada sonrisa, me estaba esperando! Indudablemente nos reconocimos al instante! Tampoco es que bajaran tantas pasajeras, mujeres edad madura con valija y mirada curiosa. Tampoco que hubiera tantos señores de ochenta y pico esperando a una desconocida… Nos caímos en gracia en un segundo. Andreas tomo mi valijota y la arrastro (ya una de las rueditas estaba clueca); por las callecitas de piedra empinadas hacia el centro de la villa. Iba tan rápido que me costaba seguirlo, al mismo tiempo queria ver los negocios de artesanías, de ropa fina, las confitería, los bares alrededor de plaza y tratar de descubrir “algo extraño” en su mano izquierda.
Atravesamos unas pocas calles, en minutos arribamos a un portal de gastada madera dura con unos altos y deformes escalones. La fachada de piedra escondida tras una gigante enredadera de glicinas perfumando la siesta. Una gata hacia de portera serena entre el patio interno y la escalera apretada de muros blanquecinos, iluminados desde arriba por alguna oculta claraboya.
Andreas ato mi valija a un gancho que pendía de un largo cordel junto al pasamanos. Con una sonrisa triunfante apretó un botón de la pared y esta comenzó a elevarse como llamada por una nube. Orgulloso me explico su invento y como el mismo había refaccionado toda esa casona de tres plantas.
Pude ver entonces con claridad, que su deforme muñón izquierdo y su brazo acortado, no le impedían hacer mucho mas que lo que muchos de nosotros haciamos. De hecho recorrimos las tres plantas y en cada una fue tocando algún piano, de los 7 que tenia! Distribuidos por el pueblo! Mas tarde supe que Andreas es una especie de mecenas local y ayuda a unos cuantos vecinos..!
Con una agilidad de muchachito, trepo hasta la ultima planta, invitandome a elegir el cuarto que mejor me apeteciera. Me explico que desde que su hija se había mudado y su mujer pasaba mas tiempo con ella que con el, la “casa” le resultaba tan grande que prefería compartirla que verla vacía.
Con la misma generosidad, me puso la cocina a disposición y un baño tan moderno como de las mejores revistas de decoración! Otro de mis sueños se estaba cumpliendo!: habitar una de esas antiguas casas de piedra medievales, con las comodidades de la vida actual, y vaya si se estaba realizando!
Vital como un cordero, y sin perder ni un segundo, me invito a subir a “La Norte Dame”, capilla erigida en la cima de la ciudadela a no se cuantos metros ( o cuantos escalones! Seguro que eran todas las estaciones del Vía Crucis!). La vista desde allí arriba era maravillosa! Las colinas de lavandas por doquier, los montes que las rodeaban, pueblito vecinos en la lontananza, y el propio a los pies..!
Bajamos por senderitos “cortando el paso”, como expertos baqueanos, a medida que me iba nombrando los pobladores ilustres de la región: tal escritor, tal escultor, pintores varios, dueños de no se que joyería famosa, y otros tantos músicos que yo no conocía. Pero lo mas importante de todo..: Andreas hablaba 6 lenguas! Entre ellas español! Y me ayudaba con mi incipiente francés paso a paso, con una paciencia de maestro.
Al llegar a su calle, abrió el negocio que tenia enfrente de su casa, saco una mesa de hierro redonda gigante, que hizo rodar hasta bajo un árbol. Empezamos a acomodar sillas y cubiertos, platos y copas al por mayor… y los invitados empezaron a llegar. El me presentaba con todos, integrandome a la reunión, como si yo pudiera seguirles la conversación… Fueron muy gentiles y simpáticos! Se trataba de un grupo de vecinos, que una vez a la semana, cenan juntos en la calle! Trayendo cada uno sus paquetes, o la mismísima olla con fideos!... Mientras sonaba la música en la esquina, y un coro local nos deleito con su presentación. Parece que una vez mas había llegado al lugar indicado, en el momento indicado!
Gracias ángeles portadores de tanta Alegría! Todo por un voto de Confianza! Sino…me hubiera perdido de todo esto y de lo que siguió los dias sucesivos…
Además del abundante helado con que nuestro anfitrión nos convido! Una vez mas me sorprendió batiendo la crema con su manita, y decorando las copas con un amor disfrazado de salsa de cerezas acarameladas. Una exquisitez!
A la mañana siguiente, gran lavada gran! en la misma calle y sobre la misma mesa, donde todo había quedado tras “la fiesta” y nadie se había llevado nada. Que pueblo encantador! Que gente! Que lindo saber que todavía se puede!
Enchufamos la manguera y entre varios, le dimos a los utensilios, y a la calle también! Fue como otra fiesta! E un rato todo quedo vuelto a acomodar, para otra próxima vuelta…
Por la tarde, tras un almuerzo de “auténticos orgullosos crepes”, me llevo en su auto a recorrer campos de lavanda en flor! Toda la región se pintaba de tonos violetas y lilas singulares, de acuerdo a las especies, que obviamente Andreas me explicaba con dedicación. Nos detuvimos y caminamos entre las hileras alineadas, respirando ese aroma sutil y penetrante, tan único y sedante… Visitamos una usina de destilación, donde separan la grana del aceite... Me sentí en el Cielo!
Increible…
Luuego avanzamos por la cumbre mas alta, por entre unos pinos, hasta llegar a una meseta donde había una cabaña hecha totalmente en piedra, tanto paredes como techo, ensambladas con un difícil arte celta, para cobijo de los pastores que transitaban por aquellos lares en épocas remotas… Confieso mi vergüenza como arquitecta incapaz de reproducir semejante inteligente sistema constructivo! Y aún en pie después de tantos siglos! Increible…
Volvimos con mi ramito de lavandas apretado junto al corazón, para dormirlo bajo la almohada con mis sueños mas que agradecidos.
Al día siguiente, visita a otra de sus casas, que alquila para una escuelita de niños discapacitados, donde tiene otro piano, y en el cual volvió a sorprenderme con su habilidad para tocarlo como con diez dedos! Y con su generosa mirada para con los niños…. La colección de libros de arte que inundaban los estantes y el trato cordial con los profesores. Andreas es un Alma singular… se hace querer por todos, y eso se siente a cada paso.
Enfilo su auto hacia la ruta (también maneja perfectamente con una sola mano!) con la promesa de otra sorpresa! Llegamos al Parque de Rousillon, en la villa homónima.
Tierras rojas en extrañas formaciones calcareas, arman caminos serpenteantes por entre colinas morfológicamente bien distintas a todo lo conocido, con abundante presencia de ocres y rosados entre la verde vegetación. Una belleza inexplicable!
Recorrimos los senderos por mas de dos horas, hasta que el calor y el hambre nos llevaron a un delicioso petit restaurant, donde me agasajo con una ensalada de lo mas decorada!
Otro placer para los sentidos! Y tanto mas para seguir Agradeciendo!
No satisfecho con el tour, fue por mas!: la cave de Les Carrieres de Lumiere en Les Baux. Sorprendente exposición en las cavernas perforadas donde anteriormente fueron explotadas minas de rocas y piedras preciosas. Las paredes de las mismas, subterráneas a no se que demencial profundidad, aún muestran los tajos de la roca trabajada para su desmonte. Todo ello encerrado bajo las montañas que nada te dicen hasta que atravesas la entrada (previo pago de suculento ticket!) . La oscuridad del gigante recinto te sumerge en un mundo interactivo de música e imágenes proyectadas al compás, sobre esos anejos muros.
En esos dias se estaba proyectando la obra de El Bosco, Brueghel, Velazquez, Goya y de otros famosos pintores, que causalmente había estado viendo unas semanas antes en el museo del Prado! Queen sonaba con toda su fuerza, mientras centenas de personas avanzábamos cautelosas por los espacios apenas iluminados por las proyecciones, incluidos pisos, techos y planos inclinados. Cada tanto, una ingeniosa animación, movía personajes, aves, ramas o nubes, de las obras, generando un movimiento inesperado y vital..! Una delicia para la Creatividad! Gracias por los genios que pusieron la tecnología al servicio del arte y revivieron un espacio que podría haber quedado muerto bajo los escombros. Como así también Gracias! Por seguir valorizando a los artistas de antaño que aún hoy se lucen donde sea y como sea!
Estas exposiciones son rotativas y por lo que pude ver en el programa, la siguiente semana se proyectaría con estas técnicas, la Capilla Sixtina! Seguro otra genialidad!
No era cuestión de seguir abusando de la amabilidad de mi anfitrión, así que al día siguiente decidí recorrer otras zonas, apelando a mi “cómodo” dedo, que hacia rato no practicaba…
Marosque, un pueblito cercano, lucia sus mercados de sábado matutino en distintas plazas. Agrupados los puestos por legumbres, frutas, verduras, quesos, olivas, y comestibles en general. En otra plaza se reunian los libreros, artesanos y objetos de souvenires. Mas allá, la de los revendedores de cosas chinas: zapatos, zapatillas, juguetes, anteojos de sol, y cuanta chuchería inservible se otorga con 2 euros! Por supuesto estaba de lo mas concurrida! Y no pude dejar de curiosear de todo un poco. Pero la mira para mi, estaba un tanto más allá… la fabrica de Occitane. La famosa marca de cosméticos en la provenzal Francesa. En la oficina de turismo me informaron que “era imposible llegar sin auto” y “sin cita previa”. No tenían ni idea a quien se lo estaban diciendo..., ja! Fue cómo para darme el envión que me faltaba. Empuje mi dedo mágico y llegue “a la puerta” en un santiamén! Me preguntaron si estaba inscrita para la visita guiada, y dije “no..”
-“Tiene suerte! Quedan 2 lugares en la de francés que comienza ahora. Tiene tiempo? Comprende el francés?
No solo tenia tiempo, y quería entender todo en francés, lo de la “suerte” ya lo sabia!!!
Fueron hora y media de recorrer las instalaciones y recibir preciosas explicaciones de como se elaboran los productos y nos probaron un montón de cremitas de aromas deliciosos! Te pasan la película de como el fundador empezó todo, a partir de un jabón... Recorres el jardín de lavandas y otras aromáticas, y obviamente terminas en el salón de venta de sus productos!
No pude dejar de regalarme una que se llama “Divina” y promete hacerte inmortal ja! ( aunque a esta altura, seguro que mis arrugas ya son las inmortales, ja!) pero de ilusiones también se vive!....
Triunfante y feliz volví con mi dédito ( rejuvenecido de vitalidad) a Fourcalquier a contarle mi día a mi amigo. Al llegar, escucho ruido de cacerolas en mi cocina, la luz prendida, la puerta abierta…. Y un señor joven cocinando! En los sillones de la sala, una niña como de doce, leyendo de lo mas concentrada.
Antes de asustarme, ya nos estábamos presentando: “hola María, soy Ive, amigo de Andreas. Y ella es hija Sohaira. Nos vamos a quedar una noche. Espero no te moleste. Parece que hay lugar para todos..”
Por supuesto!, como si yo tuviera alguna oportunidad de decidir en casa ajena, ja! Y además ya tenia lista la cena vegetariana! Y era muy simpático! Claro, ellos me estaban esperando, yo ni enterada…
Llego justo Andreas y compartimos la mesa como si de una normal familia se tratara, charlamos hasta tarde, mientras Sohaira seguía entusiasmada con su libro.
Acordamos los diferentes cuartos (yo mantuve el mío) y cada cual con sus angelitos a Agradecer otra jornada memorable!
A la mañana siguiente, y para no seguir abusando de la hospitalidad del dueño del palacete, aproveche que Ive salía con su auto con rumbo parecido al que yo quería ir: el lago de Santa Croix. Así que con triste despedida, deje a Andreas en su portal, e Ive me acerco a la rotonda a la salida de un pueblo cercano. No hice mas que bajarme de un auto, para subirme a otro que “justo” iba al lago!
Llegar al balneario con la valija no es de lo mas usual, pero mi caradurismo si! En un baño publico (que en Francia están siempre limpios) me cambie la malla, y le pedí al bañero que estaba en la salita de primeros auxilios, si me cuidaba las cosas por un rato. No se si es que mi acento les causa gracia, o si es por lastima ver una vieja tan desquiciada, pero todos me dicen que si! En segundos nomas, ya estaba dentro del agua! Una delicia de temperatura turquesa… con veleros y botecitos a pedal en la lontananza. Familiares picnics domingueros en la costa de piedritas y puestos de una especie de choripan (socichon) humeando el horizonte.
Nada mejor que “una plancha” refrescante y relajante, para sentirse una vez más, una privilegiada y agradecida!!!
Hormiga precavida vale por dos! Tras el chapuzón, saque de mi bolsita, la ensalada y las frutas que había portado , antes que se cocinaran al sol. Tal frugal almuerzo bajo los arboles de la costa, cual excelente restaurant!
Cumplidas las dos horas, volví al puesto del guardavida y agradeciéndole el servicio, retire mis pertenencias, me cambie la muda mojada y volví a la ruta a continuar dedeando...
La pequeña ciudad de Moustieres me esperaba con su capillita en lo mas alto de la montaña, con una estrella flotando sobre la misma, como sostenida por la mano de Dios… seiscientos y pico de escalones son suficientes para saberse bendecida!
El museo lucía una exposición de fotografías esplendidas de …… (Vaya! Mi memoria esta cada vez peor! Pero juro que recuerdo las imágenes, porque me detuve fascinada a contemplarlas un buen rato). Luego paseíto por los puestos de artesanías y souveniers tradicionales, como los imperdibles jabones de lavanda y todos sus derivados, cremas, perfumes, aromatizadores, peluches,
almohadas, gorros, cuadros, masitas y hasta helado de lavanda.!
Vuelta a la ruta para la 3° etapa del dia-dedo rumbo a La Palud. Otra amorosa familia (alemanes de vacaciones) me hicieron el favor. Quede en un caminito de ripio con el cartel que señalaba hacia el Albergue Juvenil (si! También admiten viejos! Y que??? La juventud se lleva en el alma!). Iba con ciertas dudas de que esa fuera la entrada oficial, cuando mi valijota comenzó a renguear mas de lo habitual, no quería saber mas nada de las piedritas.
Aviste un muchacho en el campo tras la alambrada y me acerque a preguntarle si estaba en el buen camino. Con una simpática sonrisa me dijo: “No! Es aquel otro, del otro lado de este campo”
Dicen que los ojos hablan en idioma universal, porque en un segundo, el pudo leer mi decepción y mi futuro esfuerzo de volver marcha atrás, con la valija “caprichosa” y emprender por el otro.
Entonces se ofreció gentilmente a ayudarme a “cruzar su campo”: de un solo movimiento vació su carretilla de trabajo a sus pies (llevaba leña y algo de estiércol seco), cargo mi valija dentro de la misma y empujando las manijas, se puso a andar en dirección al edificio amarillo que se veía en la colina vecina. Yo no tuve mas remedio que seguirlo con mi mejor sorprendida sonrisa.
Otra semejante dibujo el hostelero al vernos llegar a campo traviesa! Destapo una helada botella de agua y brindamos los tres por la llegada. A continuación me otorgo la habitación y para seguir con la suerte, estaba yo sola en una de cuatro! Ducha, cena y a otra cosa mariposa! Que por hoy, mas que bendita!
Fui a La Palud con la intención de visitar los Gorges du Verdum. Los había visto “por casualidad” en una web. de internet y dije: “ahí quiero ir!” Son unos acantilados sobre una falla del río Verdum, de mas de 750 metros de altura, por mas de 35 kms. de largo. El río, de un aturquesado lechoso, corre por allá abajo, con la velocidad de los deshielos de los Alpes que lo rodean imponentes!
El lugar ideal para kayak, canoping, escaladas, parapente o simplemente senderismo! Ya adivinaron en cual calzo yo?
Claro! Después del Camino de Santiago, no es cuestión de amedrentarse: el sendero de Marcel Blanco tiene 20 kms. a recorrer en 8 horas, descendiendo los 750 metros y volviéndolos a subir! Pasando por miradores, túneles (completamente a oscuras por mas de 2kms!!!) , cornisas, playitas, bosques, rocas de todo tamaño y color, y…mucho sol…y MUuuuchoooo vientoooo…..el famoso “Marcial” que azoto todo el día. (Razón por la cual no lo pude hacer en alas delta, que era la opción primera elegida!ja!) otra vez será!!
Les muestro un poquito? Me siguen?
Este árbol me dio la lección mas importante del día: Aceptación!
Fíjense como teniéndolas todas en contra: casi sin tierra y con la montaña en sentido contrario a la gravedad, el se empeño en subsistir y seguir adelante! Arriba y creciendo sin parar… hasta con una copa capaz de brindar (me) sombra y abrigo! Gracias árbol amigo!
Para el exceso de viento y el cansancio terroso, nada mejor que una buena ducha, una sonrisa hostelera y una buena cama.. A demain!
Otro día, otro dedo en la ruta! Viendo el mismo recorrido del día anterior pero desde la altura de la carretera oficial
,y en una Traffic de unos simpáticos españoles. Un poco de recreo de idioma, se agradece! Aunque la verdad que me voy desempeñando cada vez mejor con la lengua que vine a aprender! A veces, hasta siento que pienso en francés, ja!
1° parada: Castellane, típica ciudad turística con otras callecitas medievales, otro reloj en la arcada de la torre,
otra capilla en otra montaña, el mismo río ( un tanto mas arriba), otro lago, y los mismos souveniers. Suficiente! A seguir…
Nueva meta: Grasse.
Otra que le tenia ganas, desde que había leído que era el centro de la perfumería francesa, y por consiguiente, rodeada de plantaciones florales. Campos eternos de jazmines, rosas, violetas, glicinas, y otras que no logre discernir, pero que sumaban belleza y aroma al paisaje, mientras iba llegando.
La tarde propicia para la visita al museo Cristian D' ior y al de los envases de perfumes desde el inicio de la industria, como 7 siglos atrás! Una paquetería!
Y una delicia para la creatividad de los diseños, tanto de los vidrios, los perfumeros a spray, como también las etiquetas y las cajas ( ahora le dicen packagings! Ja! )
La ventaja de tener la lista con direcciones de los aubergueses jeunesses es una tranquilidad. Llegar y saber que tendrás un lugar! Dejar las cosas, y salir a comerte el mar!
En pleno Agosto, no fui la única con la misma idea! Una muchedumbre recorria la costanera de punta a punta! O para ser exacta, sin puntas! Ya que es una línea sin fin que va de Marseille a Monaco . Para mi, Niza seria suficiente, tanto lujo ya me estaba asqueando un poquito… aunque no pude resistirme un brindis de cerveza conmigo misma! en un bar de la playa iluminada de luna y espuma. El rodar de las piedritas arremolinadas en las olas que besan la orilla, era la música mas preciosa para el alma ensoñada…
Los restaurantes a full, los Mercedes, los Audi, las Ferraris y cuanto descapotable de película! pasaban haciendo gala de sus patrimonios, y si es con rubia mejor! En fin… no es lo mío…
Al día siguiente, visita de rigor a la ciudad: mercado en el centro, mas costanera,
puerto con los veleros “mas gigantes que te visto en mi vida!” (ojo! Particulares! Ni decir de los de negocios o transporte..!). Lo que mas me gusto fue la visita a la Catedral Rusa, que no me explico como llego hasta allí, pero bueno, ahí estaba!
Con toda su exuberancia de mosaicos, retablos 3D!, imaginería del cristianismo ortodoxo a la enésima!
Lastima que todas las explicaciones estaban o en ruso o en francés ja! Pero mis ojos lo disfrutaron, el intelecto deberá googlear para enterarse con mas detalles. Sigamos.. A la playa! Para eso había venido!
Como verán soy una prudente que dejo pasar las horas de sol fuerte para acercarme al mar al atardecer, y así disfrutarlo! Porque eso de andar de camerón al día siguiente, no me sienta! El agua estaba espléndidamente cálida! Oh, Mediterráneo… gracias! Así da gusto!! Aunque salir contracorriente por la lomita de piedras que forman las olas en su ultimo recorrido, lamiendo el borde, no es nada fácil! Además soy una ridícula caminando sobre caracolitas partidas! Los de ahí tienen unas honrosas “zapatillas de agua”, mezcla de skippies con medias de goma, ja! Así cualquiera!
Lonita y a asolearse como Dios manda, viva la fiaca!! ( aunque sea una tarde!) .A esta hormiga le cuesta un montón quedarse quieta!
Obviamente al día siguiente, ya remonte la ruta con destino norte: Grennoble me llamaba!
Ciudad hermosa! Con una arquitectura art decó en sus balcones y aberturas. Cada fachada, una obra de arte! Toda encerrada entre las montañas altísimas de los Alpes! Muy arbolada y de gente tranquila… trabajadores y comerciantes. Los estudiantes ( ya que además es un polo universitario muy importante) habían huido de vacaciones, ja!
En el albergue, distinguí el tono típico de “un argentino!” el primero en tantos dias! Me contó que desde hace tres años, vive en Bélgica junto a la novia que conoció en Ecuador, y trabaja para una bodega… al parecer de la súper BMW 1200 que lucía, le va muy bien! Ja! Cerveceamos hasta tarde con la promesa de un mate para el desayuno!
Y así fue! Que delicia! Que buen encuentro! aunque mis planes serian seguir subiendo a Tours: tenia cita con el Loire y las ganas de bicicletear la ruta de los castillos!
Previo a llegar, pase por 18 autos para recorrer los 400 kms. Que me distaban… hasta que llegue! Contrate mi bici y feliz volví a partir! (Dejando mi enorme valijota en guarda en la agencia! Ellos la trasladarían al final de mi recorrido tres dias después)
Un poquito de esfuerzo para ponerme al día con el ritmo de las piernas ( mas viento en contra para sumar esfuerzo) pero lo logre!
Era una asignatura pendiente, como el camino de Santiago, desde que un amigo me había contado de su existencia… Son otros 800 kms. desde el centro de Francia hasta la desembocadura en Nantes en el océano Atlántico! Por supuesto no pretendía hacerlo completo, con unos pocos cien me bastaban. Además que cada castillo cobra su jugosa entrada, y al fin y al cabo, todos se parecen. Tampoco soy una estudiosa de la historia de los mismos… apenas una curiosa!
Para empezar Villandry, con la belleza de sus jardines…
que nada tienen que envidiarle a los de Versailles. Armoniosamente combinados por los colores de las flores o las hojas, diferentes dameros se dibujaban en la tierra húmeda de aromas. Cada formación tiene una explicación simbólica, como los laberintos, como las varitas mágicas… mas que entender, aquí se trata de sentir… y sino, disfruten estas vistas…
Luego, pedaleada mediante, atravesando el puente sobre el Loire,
el majestuoso chateau de Langeais.
Aggiornado con todo el mobiliario de la época y con una representación en vivo de personajes feudales vestidos con el ropaje de estilo correspondiente. La parte de las armas, preferible saltearla.
En el jardin trasero había un cedro de la India, milenario, gigante!!! Con escalerillas laterales para acceder a su copa en plataformas a diferentes alturas. No se si era dispuesto para los niños, pero yo, no pude resistirme!!! Que maravilla!!! Juro que alguna vez me haré una similar en algún árbol de mi bosque patagónico Los futuros nietos me lo agradecerán seguramente! Sentirse pájaro, sentirse hojas, saberse verde… ser una con la naturaleza… Maravilloso!
Para terminar el día, conseguí un habitat “diferente” par pernoctar: una especie de carpa sobre una plataforma a dos metros del piso, una especie de vigía! O para seguir con la sensación de ser árbol, para mejor se le abría el techo con una capota transparente. Hay algo mejor que dormirse mirando las estrellas? Si! Agradecerlas!!!
Despertarse al alba, disfrutar un croissant recién horneado, y emprender la bicicleteada otra vez! Rumbo al palacio de La Bella Durmiente…:
A subir a la torre, una música suave, te va guiando por ojivales ventanas que se iluminan a tu paso, sobre un antiguo libro que va reparando la conocida historia … Tras los vidrios, los muñecos de personajes se van moviendo muy lentamente, con iluminaciones suaves
, introduciéndote en el clima del cuento: el nacimiento de la princesa, la visita de las tres hadas madrinas, la llegada de la bruja, etc…etc… hasta que fueron felices comiendo perdices….
Hora y pico trasportada al país de la fantasía y del ensueño….
El hambre y el camino me pusieron de nuevo en la realidad: ahora las princesas (ya viejas reinas!) nos salvamos solas!!!! Por eso arribamos a la jerarquía de “Soberanas” de nuestras Vidas! Entonces a seguir disfrutando,
Sigo pedaleando…
Siguiente castillo: Azay Le Rideau, completamente rodeado por un lago, parece emerger desde las aguas y reflejarse en ellas al mismo tiempo.
Mas allá los infaltables bellos jardines
y los bosques encantados de silenciosos secretos… Aunque la verdad sea dicha: los miles de turistas que los recorremos, les quitamos algo de la magia original…
Visita por el interior, y nuevos asombros por los pisos de robles, las lámparas de opalinas, los gobelinos labrados, los cofres repujados, los mármoles lustrosos, los pesados cortinados, la marquetería de las enormes mesas con sus vajillas dispuestas, los baúles con ropajes asomando, cofres y reclinatorios, botas, sables, escudos de caballeriza, retratos y espejos con marcos de repujados oros, lavabos de jarras en esmaltadas palanganas, utensilios de negros fierros y cerámicas blancas en las cocinas, chimeneas monumentales, juguetes añejados, botellones como Aladinos, donde todas las historias se asoman con solo una mirada...
De vuelta al asientito, dos ruedas con manubrio, y mucho largo Loire… muchos mas castillos y otra jornada para recordar.
Ya cerrando el domingo, llegue al negocio donde debía devolver mi bicicleta. Con el deseo imperioso de un reparador descanso busque un hotelcito. Su dueño, sabiendome argentina, no paro de hablarme de la diferencia entre San Martin y Saint Martín. El primero el militar libertador que vino a la Francia a refugiarse en su vejez y el segundo, el Santo patrón nacido en la vecina localidad de Tours. No se a cuento de que venia tanta historia, pero el se sentía muy orgulloso de ambas, como si hubiera sido primo lejano de alguno de ellos. Por mi parte, me moría de sueño...
Dispuesta a llegar a Rennes, empuje mi dedito mágico. Nueve autos y un camión! Ruta de circunvalación y arribada a la puerta de la iglesia de Melesse, punto de encuentro con Mini, vieja amiga de B.B., y nueva anfitriona junto a su hermosísima familia.
Su casa construida a 45° , dentro de un bosquecillo de pájaros cantores, me cautivo con su luz y amplitud. Laeticia, la jovencita de 14 años, me estaba preparando una torta de chocolate con mi nombre arriba!
Jamás imaginaría semejante bienvenida para con una desconocida. Instantáneamente trabamos nuestra idílica amistad! Su hermano Gaullen es un jovencito de 12 (no se escribir su nombre pero todos lo pronuncian “Guion”). Aunque me costo aprender como decirlo, jamas olvidare su picara sonrisa!
Digno hijo de su padre! Quien me conquisto con su humor y camaradería, abriéndome su casa y su corazón. La invitación por “un par” de dias, se multiplico a la decena! Compartí las compras y las sucesivas cocinadas, que en esta casa se realizaban con fervor cuasi religioso, cuatro veces al día, queriéndome deleitar con todas los tradicionales manjares bretones.
Mimi es una experta en organización! A la vez que dirigía la batuta para llevar a cabo la mudanza que se estaba gestando (cambio de trabajo, escuelas y nueva vida en la otra punta del país), encomendaba las tareas de pelar zanahorias, abrir guisantes, saltear cebollas, hervir papas, etc. Etc. para armar deliciosos y nutritivos menús vegetarianos en mi honor! Hacia años que mi pancita no se deleitaba tanto y tan seguido con tal y abrumadora cantidad de sustancias! Ja! Mas la infaltable tabla de quesos! Mínimo diez variedades por día! Dicen que en Francia hay 365 especialidades, así que hay para elegir una distinta cada día!
No se si habrá 365 postres, pero ella se las ingeniaba para servirme una torta casera diferente cada día! Y una mas rica que otra! Mi preferida? La Kowing Aman! de pura manteca…uhmmmm!!!!! Deliciosamente suave y única! Aunque temeraria para los kilos estomacales! Ya habrá tiempo para acomodarlos.
En lo que a paseos se refiere, una tarde J .C. me alcanzo al centro de Rennes para que yo caminara a gusto y me volviera a Melesse con mi sistema-dedo- patentado. Me encanto!!! La propuesta y la ciudad!
Otro día Mini nos llevo a Laeticia y a mi, a Saint Malo, cuna de la Bretagna por excelencia, con su puerto hacia el mar del Norte, ciudadela amurallada como era de preveer y callejuelas medievales repletas de tiendas para turistas. Disfrutamos un trago (sin alcohol!) y un café en un bar típico. Nos caminamos todo! Y bailamos en la playa al son del viento….
En una de las arcadas de a muralla, un puesto de creppes nos seducía. Leti me regalo otra mini kowing aman sabiendo que me convertiría en adicta! Y yo le ofrende un waffle de nutela. Nos sentamos a disfrutar el mar junto a las gaviotas…
Desafío para la vuelta: primer “dedo” (autorizado por los papis) de Laeticia!
Al principio protesto un poquito de tener que caminar “tanto” hasta la salida de la ciudad (jovencita de siempre auto!). Luego empezaron los retorcijones de panza, quiero pero no me animo! Si pero no... entonces hicimos un primer tramo en tren (también aventura de primera mano!) para ir aplacando los nervios, hasta que… no había mas remedio! O mejor dicho: no había otra manera de llegar. Así que risas escondiendo la vergüenza, o mas precisamente escondiendose ella tras un árbol, hasta que “ la suerte” le demostró que se puede! Nos toco una pareja maravillosa por un corto tramo, y luego una madre con su beba, hasta el supermercado vecino a “nuestra” casa! Contentísima, no le daban las piernas para ir a contárselo a todos!
Nobleza obliga, al día siguiente le toco el paseo “privado” a Guillem. Montados en sendas bicicletas, partimos hacia el bowling local, a unos 4 kms. Atravesando un bosque, campos cultivados, y un poco por la ruta! Subiendo y bajando lomadas!
Nos divertimos un montón! Aunque no éramos ningunos genios en el lanzamiento! El scrown pidió revancha con un siguiente partido de billar, hasta terminar empatados en Alegría compartida.
Al salir, llovía finito, finito... Lo suficiente para seguir la fiesta empapándonos a campo traviesa!
Como siempre, mama Mini nos esperaba con asombrosa cena y delicioso postre!
Esa semana justamente empezaba el Festival Interceltic en Lorraine, una población distante 150 kms. Y yo no me lo quería perder! Seria muy difícil conseguir entradas para el show del sábado a la noche porque la gente las compra con un año de anticipación, y por internet, obviamente, figuraban agotadas. Mucho mas difícil aún, seria encontrar alojamiento, que todo estaba ya resrvado! Se esperaban 25.000 visitantes para el evento mas popular de la música celta en la región!
Terca como yo misma, decidí ir igual, confiada en mi buena suerte, y acompañada de mis angelitos guardianes. (Muchos! Muchos mas que muchos!)
Mini me consiguió un auto por bla bla car, ya casi medianoche del viernes, para salir sábado a primera hora. Y lo consiguió! Primera señal positiva!
La familia que me llevo, fantástica! Hasta la puerta misma del albergue, que “justo” cerraba la recepción en ese momento, porque estaban completos.
-“Una sola?”- pregunto el recepcionista asombrado. –“por cuantas noches?”
-“yo sola, y solo por hoy!”
Me tendió la llave de una habitación compartida, una sonrisa alentadora, y un juego de sabanas. Me explico el bus que me llevaría al estadio y la contraseña de la puerta para acceder a la noche tarde…
Faltaba todavía “el detalle” de la “entrada” al show!
Sin perder un minuto, me fui al centro a averiguar. Las calles estaban repletas de puestos de todo tipo, y mas repletas aún de personas!
En una delegación me mandaron a otra y allí a otra ventanilla:
-“Una entrada???”, sorprendida del atrevimiento. -“NO, NO QUEDA NADA… ! - me despedía sin la mas mínima oportunidad, mientras releía la pantalla de su computadora
-“Una sola nada mas? Esta Ud. Sola?” – incrédula… “A ver…dejeme chequear…. Esta Ud. De suerte!...”
(ya lo sabia, quise agregar, manteniendo los dedos cruzados)
-“…. tengo una suelta acá en la tribuna presidencial… puede ser?”- girando la maquinola. Increible!!!! Súper al centro, 3° fila!!!
Ni me importo el precio, solo pude decir Si claro!!! Y agradecer a todos los astros!!!
A las 21 estaba allí sentadita con mi cono de papas fritas y mi latita de cerveza! Que mas se le puede pedir a la Vida!!
Cantarles no podría, aunque si describirles como cientos de jovencitas con largas medias negras, levantaban sus patitas al unísono de la música irlandesa. Como cientos de gaitas se presentaban con sus músicos vestidos con las típicas polleras kilts de Escocia, los galeses con sus violines, los bretones portaban banderas y estandartes, los gallegos sus panderetas, todo era una fiesta!!!
Dos horas de magia y sonido bajo un cielo pleno de estrellas, aunque un poquito fresco para mi gusto. Por suerte Laeticia me había donado una buena campera!
El cierre de lujo fue el Himno Amazing Grace con un coro de unos 50 hombres y todos los músicos participantes en el evento y un despliegue de fuegos artificiales increíblemente coordinados con la música como telón de fondo. ESPECTACULAR!!!! Quede maravillada, sorprendida y Agradecida a pleno Cielo!!!
Termino pasada la 01.30 de la noche. La organización de desconcentración del estadio y la organización de 10 líneas de colectivos urbanos gratuitos, me dejo mas sorprendida aún! Perfectamente organizados por letras, recorridos y mapas aclaratorios por todas partes, elegias tu correspondiente y allá ibas! A la camita que tenias felizmente otorgada!
A la mañana siguiente, domingo 10 horas, todo el pueblo y los 25.000 visitantes, se dieron cita en “la Gran Parada”. Desfile que recorre mas de 50 cuadras, todo a lo largo de la ciudad, con todos los trajes típicos de las regiones participantes, las asociaciones culturales, deportivas, históricas, militares, perros de salvatajes en la nieve, y por supuesto todos los músicos de la noche anterior! Otra fiesta para los cinco sentidos!
Al terminar todo el mundo corre a los puestos de comidas típicas, y la reina por excelencia es obviamente la cerveza! En todas sus variedades!
Alrededor cientos de quioscos de venta de souveniers, CDs., remeras, artesanías, viajes promocionales, frutos de mar, productos regionales, joyería, cuchillerías, juguetes, nudos y sogas marineras, brebajes varios, etc, etc, etcs.
A media tarde emprendí la retirada, alejándome de la escena festiva que continuaría toda la semana con una detallada programación.
Nueva meta: dar la vuelta completa a la Bretagna! Apunte para el oeste, rumbo a Pont du Raz, el faro del “fin del mundo”! Como lo llaman los franceses por ser el punto mas occidental de su país, aunque yo ya venia del Finisterre gallego, y de mi país original: el faro de Usuahia! El punto mas sudaca! Ja!
Pase por varias poblaciones de la costa sur, muy pitucas, llenas de pintorescos y acaudalados veleros en sus puertos, en plena temporada estival, por lo que era un acierto seguir de largo!
Arribe al faro con el sexto “transportista” de la tarde, quien amablemente me indico el camino a seguir a pie: una hora mas! Propicia para llegar a un hermoso atardecer….
Dispuesta a buscar algún hotelcito en la siguiente población, me acerque a la ruta a dirigir dedo (por allí imposible conseguir buses locales y en ese horario..) Otra vez la música me estaba llamando. Tras una ligustrina, se intuía una fiesta popular.
Todos los autos que pasaban delante de mí, me hacían seña de que girarían ahí normas. Efectivamente entraban a un parking a la izquierda.
Intrigada, decidí avanzar hasta allí y enseguida vi mesas largas con mucha gente disfrutando bandejitas que traían de puestos situados alrededor de un escenario donde un cuarteto tocaba melodías típicas de la región. Un grupo de vecinos bailaban las tradicionales danzas circulares, de acuerdo a cada ritmo ejecutado.
http://www.letelegramme.fr/finistere/capsizun/tourisme-de-saint-jacques-au-cap-sizun-09-08-2017-11624157.php
Ya anochecía, y aunque me preocupaba conseguir alojamiento, no me quise perder ese presente. Me compre mi cerveza y me uní al festejo. Resulto que se trataba de la Fiesta de la Cosecha. Habían estado haciendo una demostración de como se enfardaba con las máquinas antiguas, y como se procesaba el trigo en los molinos. Por eso también había gente con los trajes típicos de aldeanas y campesinos. Un placer!
Responsablemente, deje la fiesta para ir a hacer el ultimo dedo posible . En eso sale una mujer en su autito y me hace señas de que ella me llevaría… Intercambiamos saludo y presentación de rigor y en menos que canta un gallo, me invito a pasar la noche a su casa! Previo paso por la Fiesta de la Amistad, que se celebraba esa noche en un puerto cercano. Tuve la certeza que los bretones inventan una fiesta con cualquier motivo, con tal de seguir cantando, bailando y chupando cerveza, ja! Y lo bien que hacen!
Fiel a mi lema que el que me para, es de por si una buena persona, lo aplique con la misma confianza con Lorraine, mi nueva anfitriona. Enseguida congeniamos en edad, estado civil, viajeras por vocación, independientes, autónomas, pasionales, y amantes de los libros.
Al día siguiente descubrirla que también de los arboles! Cuando me compartió el bosque salvaje que estaba ayudando a crecer en un terreno cercano a su casa, propiedad de su padre recientemente fallecido, y que ella se niega a vender a fin de salvaguardar ese encantador paraje.
Asistimos al espectáculo en el puerto de Audieme, con un recital musico-comico de unos artistas locales, danzamos juntas en otras ruedas, y volví a llenarme del estruendo de fuegos artificiales en un cielo de luna llena sobre el mar oscuro… I M P R E S i O N A T E!!! Mente bello!!!
Agotada llegue a su casita, y tras ofrecerme te, frazada, internet, y mucha cordialidad, me abandone a mis sueños reparadores….
Al despertarme a la mañana siguiente, la encontré en la cocina trabajando. No precisamente en tareas culinarias, sino armando una nota para el periódico en el que trabaja. Me contó algo mas de su vida, mientras preparaba el desayuno con menta de su huerta, y entonces se le ocurrió hacerme otra nota a mi en función de mi vida viajera.
En pocos dias mas, salió publicada en el diario bretón, y me la mando por face. Se las comparto:
http://www.letelegramme.fr/finistere/capsizun/tourisme-de-saint-jacques-au-cap-sizun-09-08-2017-11624157.php
Hablamos de ángeles y de Milagros… hablábamos el mismo idioma… y no me refiero a mi incipiente francés que mejora día a día.
Le conté mi idea de que la decena de los 50 a los 60 la vivo como un tiempo “bisagra”, como cerrando etapas pasadas y abriendo puertas futuras, aunque el presente pareciera que desaparece invisiblemente… algo así, que tanta filosofía en otro idioma, resulta difícil de explicar y mas aún de entender. Pero ella lo simplifico magníficamente: “Bi- Sacra”: la Vida es sagrada! – me confirmo asintiendo. Todo quedo mas claro para mi… Este sentimiento continuo de incertidumbre desanclo aquellas raíces profundas con su precisa definición y me fue mas que suficiente para corroborar una vez mas, esa verdad maravillosa: “La Vida es Sagrada!” y es un privilegio vivirla a full, con pasión y alegría, como esta hormiguita se empeña cada día!
Tras visitar su bosque, y hacer una oración de honra a los hermosos ejemplares que allí crecían, me tuve que despedir para seguir mi camino, con la seguridad de que nos volveremos a encontrar en un tiempo cercano ….
Acomode unas lagrimitas, y volví a levantar mi dedo mágico. Paul, con su Traffic de florista, se ofreció a llevarme hasta Quimper, aunque se hizo tan amena la conversación, que siguió 100 kms. mas! hasta alcanzarme a la costa norte, a la Cote de Granite Rouge ( extensas playas y acantilados de piedras Rosas). En un momento el olorcito del aire nos mostro la fabrica local de mis amadas Kowing aman¡.. sin pensarlo ni pedirlo, recibí otra redonda exquisitez! Que placer de media mañana! El generoso chofer aprovecho la parada para mostrarme los arreglos florales que el mismo hacia y vendia repartiendo en toda la comarca, preciosos! Como mi tortita!
Inquieta como soy, lejos de llegar a una playa, extender una lona y reposar al sol, emprendí una caminata con rumbo incierto, entre los macizos rocosos. Pronto descubrí un senderito, por lo que corrobore que no soy la única loca caminante, y pase varias horas bordeando el mar, desde distintas alturas y ángulos diferentes, a cual mas maravillosa postal.
Atardeciendo, decidí con prudencia, retornar a la casa familiar, tal cual me había comprometido, para no alarmarlos con tardanzas indebidas. Reconozco que para los que no me conocen demasiado, mi ritmo “atipico”, les causa unas temerarias incertidumbres, siendo que no es mi deseo, complicarle la vida a nadie.
Así que mi angelito conductor, me consiguió el auto de dos amigas que iban en mi misma dirección.. Causalmente una de ellas, al volante, vivía en un pueblo cercano a Melesse, y… me llevo hasta la puerta de la casa…justo cuando Mimi se disponía a servir la cena.
Hasta yo no dejo de asombrarme de lo afortunada, privilegiada! Que soy! Por lo que no puedo, ni quiero! Dejar de AGRADECER! A todos los que me ayudan, me cobijan, me acompañan, y especialmente a los Angeles que me guian.
Tras compartir las aventuras del día con la familia, el merecido descanso, y a preparar el bolso para empezar la “bajada”, rumbo sur, al día siguiente.
Aunque pareciera raro tener que preocuparse de armar el bolso, ya que al estar siempre en movimiento, casi nunca lo desarmo demasiado, esto de haber parado casi diez dias en una casa de familia, ha hecho que descargue mas de lo habitual, y que me retire con varios regalos nuevos! Que tuve que acomodar. Además de todas las emociones, que las despedidas con los seres que has aprendido a querer, te movilizan el alma…
Tras las croissants de desayuno compartido, Mimí me acompaño a la ruta de salida de Rennes, y con gran abrazo sellamos la promesa del próximo encuentro. Miré hacia adelante, como en la Vida! con el cartel de “Nantes” que Jean Christophe me había preparado, y mis siguientes conductores aparecieron en un santiamén! Un directo!
Una hermosa pareja de un portugués con su mujer mexicana y su niñita de bucles oscuros en la sillita a mi lado. La pequeña enseguida se dispuso a dibujarme “a su familia” con los marcadores que llevaba ordenados en su carterita. Al llegar a destino me obsequio su obra de arte con su su simpatica sonrisa inolvidable.
Vuelta en bus turístico por Nantes como para darle un vistazo, aunque fue mas una pasadita que otra cosa, y vuelta a la ruta de salida.
Otro tanto en La Rochelle, que como ya la conocía de un viaje anterior, no me detuve demasiado.
Pasé directamente a Rochefort. No sé si fue mi amor al queso azul, o mi lectura devoradora, lo cierto es que lo pronunciaba igual que el preciado lácteo y nadie me entendía donde quería ir. Hasta que se lo señalé en el mapa al siguiente conductor, y acordó llevarme. Me explicó varias veces que ese día, él no tenía nada que hacer, que estaba de vacaciones aburrido, y no sabía adonde ir, que vivía por ahí nomás, que no le molestaba hacer los 200 kms. que faltaban recorrer, que le gustaban mis historias y me sonrisa, que le hacía bien..! Todo en sincera confesión, nada de segundas intenciones ni nada que se le parezca! El relato normal de alguien que esta solo en la vida, sin grandes expectativas y poca imaginación. Bastante tiempo libre, mucha generosidad y mucha más flexibilidad! Ja! Ambos salimos beneficiados! Yo llegue “puerta a puerta” al hostel de Rochefort y él se alegró la tarde, sintiendo que hizo su buena acción del día: “Ganar-Ganar” dirían los libros de autoayuda!
La tarde nubladita no daba para la playa, así que me conformé con una caminata por la costa, disfrutando la puesta, entre largas rosadas nubes, sobre un Atlántico impaciente, del sol que llevo adentro.
Se ve que el Sr. Otoño se acerca, porque hoy tampoco hubo oportunidad de playear ... y habiendo cumplido con el circuito típico: iglesia local, museo, calle comercial, y algún parque local, decidí continuar rumbo sur.
Saque a relucir el siguiente cartel de J.C.: “Bordeaux”.
El primer auto que para, me sonríe, y me hace seña de subir. Le pregunto para confirmar si va para el sur, y el señor me asiente con la cabeza al tiempo que destraba la puerta, y se baja a meter mi bolso en el baúl.
Me hace entonces una seña que él no puede oir ni hablar... pero que entendió mi cartel.
No voy a alardear que no me puse un poquito incomoda, y tuve mis segundos de duda con respecto al asunto. Pero apenas nos miramos a los ojos, como pactando la decisión de comenzar a andar, supe que era verdad, y estuve tranquila. Al principio era muy raro estar con un desconocido, tan próxima, y no poder intercambiar ni una frase de presentación o de motivo del viaje, algún relato de recorridos pasados, o enterarme de que hacia el.. En fin, los primeros intercambios.... Solo silencio...
Solo atento a la ruta... y yo atenta a no inquietarme. Que difícil es mantener el silencio! A cada rato me daba ganas de hacer algún comentario, de preguntar sobre algo de lo que estaba en el exterior, algo!! Así que se me ocurrió, buscar mi bolsa de frutas que siempre algo llevo, y le convidé damascos. Al principio no quiso aceptar, pero ante mi insistencia (poniéndole la bolsita casi delante del parabrisas para que la notara), termino tomando algunos. Por fin, teníamos algo para compartir!
Y las sonrisas mudas que intercambiábamos cada tanto, como para chequear que estábamos cómodos uno con el otro, y todo iba mas que bien!
Llegados a una de las rotondas de acceso a la gran ciudad, la autopista se congestiono, un largo tapón demoro la entrada por mucho rato...
Seguimos picando ciruelas...
En un momento, estiro su brazo y abrió la gaveta delante de mi asiento, sacando una libretita con una birome enganchada en su espiral.
Prolijamente escribió:- “Donde prefiere que la deje?”
Lo pensé un segundo, y le tome la libretita de sus manos, y escribí: -“En la salida para Bayonne”. Asintió con la cabeza, y cuando el tráfico así lo permitió, avanzó y estacionó en un cruce. Con hidalguía dejó su asiento, me abrió la puerta de mi lado (no sé si por gentil, o porque se trababa, ja!), abrió el baúl, me entregó mi valija, y dispuso sus abrazo para una feliz despedida. Con sus manos unidas sobre el pecho, me indicaba las gracias por los damascos recibidos. “Dar-Dar”, cada vez me gusta más este sistema del dedo! Te lleva mucho mas lejos que cualquier ruta física...
El nublado seguía autorizándome a avanzar kms., y mis ganas de playa soleada, me dieron envión para bajar hasta Biarritz!
Tanto que mi maleta roja de Mary Poppins se negó a seguirme: ya venía con una rueda clueca, que vaya a saber donde se había quedado, y ahora se desprendió la manija extensible para arrastrarla. Imposible empujarla agachada sobre el bolsillo lateral, nada elegante!!! Y muy problemático para mi escoliosis! Por suerte, la calle que iba al hostel, era una pendiente para abajo, así que casi se podría afirmar que llegamos rodando!
La lógica indicaba que todo lo que baja, debe subir, y no estaba dispuesta a cargarla a la salida del día siguiente. Tuve que correr a un shopping (ya era casi la hora del cierre) (Francia tiene muchas virtudes, pero todos los negocios cierran muy temprano!) a comprar otro bolso de repuesto.
Esta vez, lo único para elegir (¿?) era uno de Betty Boo, así que la hormiguita cambió de disfraz y enrulando sus cavilaciones, flauta en bolsa, pasé por la caja, y me lo cargué.
Sin perder más tiempo, corrí al mar y ahí sí! El sol despidiéndome el día entre unas olas bravas y una ciudad prometedora.
Unos cuantos surfistas hacían sus piruetas en el agua ya oscurecida, y el viento me empujaba hacia el centro. Una larga costanera, llena de escaleritas, me invitaban a balconear a distintas alturas. Amistosos bancos dispuestos a recibir tu reposada mirada, y farolas que se prendían a mi paso, como luciérnagas de bienvenida.
El aire olía a mar y estrellas...
Sabía que se acercaba el final, y no quería terminar el viaje...
Biarritz sería el último eslabón de este Promenade Francés que me inventé para aprender, mejorar y practicar el lenguaje suave que me acaricia el alma, desde otras vidas lejanas ...
Me senté en un bar con las típicas mesitas redondas de chapa, con una velita pequeña en su centro, a brindarme una fresca cerveza con quesitos, con el viento entre mis rulos encanecidos a mucha honra, con el Merci Deus! en mis labios y en mi corazón. Salut! (levantando la jarra! Y la sonrisa!).
El día siguiente ya impuso desandar el camino por donde había llegado a este país. Antes de iniciar el otro “Camino” a Santiago de Compostela: Saint Jean de Luz y Hendaye, me despidieron en la frontera. Irum me abrió sus brazos españoles en la Tierra Madre (aunque conquistadora, aunque ése es otro tema...), Donosita (San Sebastián) con su bahía maravillosa, me marcó la ruta directo a Madrid... ocho horas y 16 autos distintos, me fueron bajando como gotas de sudor a la cálida capital, al reencuentro de mi entrañable amiga Mónica, siempre dispuesta a albergarme en su casa y en su alma.
Estuve una escueta semanita quieta, esperando que la mía me alcance... Dicen algunas leyendas indígenas, que cuando uno viaja, el cuerpo llega, pero al alma le lleva mas tiempo hasta juntarse con el individuo y volver a conformarse en un Ser. Y algo de eso debe ser cierto, porque hay tanta información, tantas emociones, tantas vivencias por acomodar... Más acomodar papeles, recuerdos, fotos, folletos, notitas, escuditos, etc. Etc... Más acomodar la ropa usada, aplastada, manchada, ja! Ponerse al día con los llamados, los mensajes, los saludos de cumples atrasados, y algunas cuestiones “administrativas”/laborales impostergables (impuestos, arreglos de plomería inoportunos). Y la debida “puesta a punto” con una completa tintura, depilaciones varias e intento de resurrección de uñas en estado deplorable.
Cumplidos todos estos pasos, y aún quedándome otra semanita libre hasta la fecha de mi pasaje de retorno a mi Baires querido... el bichito francés adictivo, me picó otra vez!
Los 39ª C a la sombra de Madrid, me decidieron a volver al mar, pero esta vez, del otro lado...al Mediterráneo! Cosa de completar la cuadratura del círculo, si alguna mirada metafísica se merece todo este derrotero....
Esta vez, vacaciones también para mi dedito: un micro nocturno (para dormir a pata ancha..), me volvió a depositar al otro lado de los queridos bellos Pirineos.
La ciudad de Perpignan, me recibió con su “Fiesta de los jueves” en las callecitas medievales, su debida muralla, su río encanalizado, el puente con flores, las calles empedradas, la música francesa en algún acordeón esquinero, el aubergue jeneusse, el quiché Lloraine (que aunque de supermercado y al microondas estaba exquisito!), la tarte de Pommes, y los petits cafés... Otra vez, toda Francia en el puño de mi mano! Fue como estrechar una vieja amiga... y eso que sólo me había ido por unos días...
Qué misterio me une a estas raíces ocultas? Qué escondido árbol genealógico me abren sus ramas? Por donde la mire, soy feliz por aquí...
Entonces, a seguir disfrutando! Directo a la playa de Argeles Sur Mer!
Forzándome a “quedarme quieta!” me alquilé por una semana, una especial petit cabaña, de cuentito de hadas, especial para mí... en medio de un bosque.... (en realidad un camping, pero no suena tan poético, ja!) , y con la tradicional mesita redonda! Y rosa!!!! Para poder escribir MUCHO!!! Los tenía muy atrasados de noticias... Para sentarme a leer Mucho! (cosa que intenté pero no lo logré, en fin... todo no se puede!).
La arena blanca, finita y extensa, de desoladas playas (poco turística y ya empezando la baja temporada...) me llamaba a cada rato!
Quedarme quieta tumbada bajo el sol, tampoco me sienta bien. Soy de las que prefieren meter las patas en el agua, y caminar largos kilómetros por la orilla, sorprendiéndose cuando algún médano te interrumpe el paso.
Volver con el sistema de tostado “vuelta y vuelta” (sol de frente y/o por la espalda alternativamente) hasta reencontrar el bultito de tus ojotas, toalla y libro,
abandonado varias horas antes. (Por suerte, todavía estaban donde los había dejado!)
Un día, otro... otro más... pero tanta rutina me supera, por más bello Mediterráneo que sea. Así que al cuarto día, y que el sol me perdone, preferí tomarme el colectivo local y visitar los pueblitos vecinos.
El pintoresco Colliure me cautivó con sus bahías encerradas entre altos acantilados, su antiguo fuerte del s.XIII custodiando la ciudadela antigua, ahora llena de barcitos y negocios de souveniers, tiendas de ropa super top models, y consabidas prendas hindúes made in China, sofisticadas vinotecas de la región (caves), y muchísimos ateliers de pintores, escultores y otras artes. Una pinturita! El puerto con sus yates a todo lujo, las embarcaciones para turistas que descienden a las profundidades a observar corales, y barcazas multicolores de pescadores locales. Una fiesta para los sentidos. (Aunque el olor a mariscos no es lo mío...).
Un cartel con una "Papillon" ( mariposa) azul, prometia un paraiso... Y allí fui!
Un jardin de cañas y plantas tropicales, con un sistema especial de temperatura y humedad provocada por los mismos chorritos que había en el restaurantes que había estado con Andreas, creaban un microclima apto para estos seres maravillosos. Dificil fotografiarlas en todas sus inquietas voladas, y ademas se me empañaba el lente. Pero juro que me las disfrute por doquier, y eso incluye mi cabeza y mis manos!
Cumplida la semana, y engolosinada de mar, decidí quedarme unos días más, aunque me mudé de camping: alquilé una “caravana” totalmente equipada! Lo que nosotros llamamos “casita rodante”, aunque ésta estaba detenida fijada al terreno. Un toldo extensible hacía las veces de living de entrada, y adentro cama doble, baño y cocina!
Afuera: parque y piscina con cascadita, un lujo afrodisíaco!
Algunas carpas de modelos varios y muchísimas motorhomes, vicio institucionalizado entre los adultos franceses que arriban a la jubilación!
En una de ellas, sintonicé a una mujer de mi edad, también sola, y amante de la lectura bajo los árboles.
Enseguida entablamos conversación, y descubrimos un montón de coincidencias! Habíamos estado haciendo casi el mismo viaje, casi al mismo tiempo, pisándonos los talones sin saberlo, en las mismas fechas!
Sandy, galesa de nacimiento, tras su divorcio y venta de su casa conyugal, había decidido comprarse la motorhome de sus sueños, y acompañada con su perra Rosy, darse una vuelta sabática a lo largo de una año en solitario. Ya había recorrido los mismos castillos que yo en el Loire, la misma vuelta a la Bretagña, la costa oeste, los Pirineos, y ahora el Mediterráneo! Con ganas de seguir para España, por la misma ruta que yo pensaba volver en dos o tres días más. Ergo... me invitó a bajar a Cadaques en su “casita”!
Ni lerda ni perezosa, acepté gustosa la invitación!
Una noche en Port-Vendres y despedida definitiva de France en Cerbere, con croissants y “el último café...” (como en el tango…)frente al mar.
En Cadaqués nos esperaba la casa museo del genial Dalí, y aunque había que tener reserva por internet con tres meses de anticipación, mis angelitos lograron nuestras entradas para esa misma tarde! Sólo dos horas de fila y “alguien” no se presentó a tiempo, otorgándonos la posibilidad de adquirir sus lugares. Coincidencias? O Milagro!
Más cervecitas en la playa adormecida y otro genial encuentro con Ariel, un joven israelí, con una larga y exótica charla sobre fenómenos paranormales... Que las hay, las hay! Sino, cómo se explica?...
En Figueras debíamos separarnos. Ella recibiría la visita de unos parientes y yo quería volver a la cima de las montañas, los Pirineos me volvían a susurrar su convocatoria.
Avancé en tierras de Catalunya, donde las banderas violetas con el “SI” inscripto, auguran su esperanza de independencia, y el idioma marca la diferencia con sus compatriotas españoles.
La pequeña ciudad de Olot me sorprendió con su arquitectura neobarroca surrealista, y su destello de excelencia en sus cuidadas calles y parques.
Tierra de volcanes extinguidos que te invitaban a escalarlos, para descubrir sus hoyos secos de lavas viejas.
En la cocina del hostel descubrí un mate sobre la mesada. Elevé la vista y una jovencita me saludó con el inconfundible tonito de un “Hola” argentino!
Estaba de visita en esa ciudad, sólo para presenciar la final de los juegos olímpicos de patinaje sobre patín en una cancha olímpica que existe en esa distante y anónima (para mí ignota!) población. Qué de cosas maravillosas que tiene la Vida y que ni sospechamos cuando estamos tan ocupados con la propia..
Decenas de patinadores/as se habían dado cita allí, para disfrutar el deporte que tanto aman y practican con sus esfuerzos y sus esmeros. Qué grande y qué pequeño es el mundo! Porque siguiendo con la conversación, mateada de por medio! Descubrimos que teníamos un amigo en común, en nuestra patria lejana. Increíble!
Qué las hay..? Quién ata los hilos invisibles que nos unen y nos llevan a estos encuentros sorprendentes...? Veremos, veremos, y algún día sabremos?...
Por el momento, decidí disfrutar mi nuevo alojamiento: la Torre Magrida, un palacio renacentista de 1920, en tierras catalanas, un lujo inesperado a precio de hostel! Y para mí sola! Toda la delegación partió esa mañana con nuevos rumbos. Yo me instalé en los jardines versallescos, bajo las glicinas lilas, a continuar con mis escritos, y a contemplar los rosales junto a las gigantes sequoias,
Dos días más y definitivamente debía cerrar esta vuelta mágica: Andorra, con sus altísimas montañas, prometía ser el lugar ideal.
Dedo mediante, allá vamos! 300 kms. a recorrer y subir a los 2500 metros s.n.m..
Una leve nausea se me asomó en el vértigo del sinuoso camino. Y el frío me sorprendió al cambiarme de vehículo en alguna curva.
Claro! Había olvidado que entraba en territorio de alpinistas y esquiadores. Aunque aún falta un tiempito para la temporada, la diferencia climática ya se sentía. Por suerte, siempre voy munida de mi infaltable “saquitoporlasdudas”, y logré sobreponerme al escalofrío.
Quería tener un sellito más en mi pasaporte, ya que Andorra no pertenece a la Unión Europea, pero los de la Aduana andaban sin ganas de trabajar, por lo que nadie nos paró para controlar nada, y no logré mi cometido.
El país es un larguísimo valle encajonado entre montañas altísimas, y siguiendo el curso del consabido río, a ambas márgenes, se encuentran millones de shoppings, tiendas de electrodomésticos, artículos de tecnología de punta, whyskies y alcohol como para emborrachar al mundo, perfumerías de marcas top, cigarrerías y tabacos de todos los colores, negocios de ropas deportivas de las marcas más caras, y de los deportes de más caros aún! En fin, un mundillo de lo más ajeno al mío!
Para peor, el ruido, de innumerables grúas y maquinarias construyendo torres aquí y allá, entubando el río, comiéndose las montañas para sembrarles cemento estático en estructuras ”modernosas”, espejeando un lujo falso de una sociedad consumista hasta la enésima.
Qué decepción!!!
Aunque al elevar la vista, un poco más alto que las luminosas marquesinas, había otro mundo..: colinas de pinos infinitos, nieves eternas, rocas silenciadas por los vientos...
Mejor irse a dormir, mañana las cimas me esperan...
Dicho y hecho: dejé mi valija hecha en el hostel, averigüé con qué bus podía huir de ese infiernillo, y remonté hasta un lago en un bosque sublime. A las 9 de la mañana, solo los árboles y yo! Qué placer.... los pájaros comenzaban a revolotear y la brisa a calmarse. Empecé a caminar... (para no perder el vicio!ja!) Mi Alma se fue llenando de gozo, mis pulmones se abrían en el recuerdo de los primeros pasos del Camino desde Saint Jean de Pie de Port al inicio de la Compostella. Me dí cuenta, que casi sin querer, había llegado al mimo punto de inicio! (kms. más o menos...)
Me senté en un tronco con forma de trono, y Dios me habló....
El corazón se me llenó de nombres, todos aquellos con los que lo había compartido, los que me habían alentado a iniciarlo, los que me cobijaron, me alimentaron, me acompañaron, los que compartieron trozos de mi Vida en el pasado, en el Presente, los hijos, los amigos, los conocidos, los amores, los nuevos acercamientos, los fugaces y los permanentes, los que quedaron por el camino de la vida, los que partieron... Era una lista enorme, larguísima... llena de caras sonrientes, pacíficas, saludadoras, conocidas! Llenándome de un Amor tan grande que me rebalsaba... y entonces, solo pude AGRADECER....
Me levanté flotando, y seguí mi marcha, ascendiendo por una ruta indefinida.
Un cartel me señaló un sendero botánico con explicaciones de la vegetación típica de esos parajes. Me detuve a contemplar cada especie, como sintiéndome parte de esa Naturaleza viva de la que día a día me siento más parte, casi como convirtiéndome en un árbol caminante... comprometiéndome con mi madre Tierra...
Entonces la ví!
En medio de todo eso, una pequeña hermita con una placa como de virgen ortodoxa: La Virgen de la Ecología! Jamás ni la había escuchado nombrar... pero allí estaba, aseverándome “mi Camino”, finalmente la respuesta había llegado!
Seguí un poco más, mi mapa marcaba un sendero que no logré encontrar. De repente, el camino comenzó a subir, a subir... a subir..... junto con el sol! El calor no se hizo esperar, pero ya no me quería bajar, tenía que descubrir hasta dónde llegaría. Así de curiosa he sido, y parece que seguiré siéndolo hasta que las piernitas me aguanten...
Ya cansada, y escuchando un auto a lo lejos, decidí encararlo con un dedo. No paró.
Seguí supongo que una hora más... Otro motor, la silueta acercándose desde las curvas en zigzag por la ladera a mis pies. No paró!
Más tarde otro, y no paró tampoco.
Extrañada, llegué a la conclusión que en Andorra no se hace dedo. Así que empecé a dudar si seguir subiendo, o decidirme a bajar, no parecería que la cima estuviera muy cerca, y además, como casi siempre, cuando la alcanzas, hay otra un poco más allá esperándote para un nuevo desafío. Como la Vida... como enseña el Camino...
De repente, un abra en el bosque, me meto, sigo un senderito de cabras, apenas unos metros... y el abismo monumental con una vista increíble sobre el valle a 2500 metros más abajo. Un peñasco me invitó a sentarme en su puntita desafiante. Por un momento me sentí el cachorrito del rey león el día de su bautismo. Casi entoné su canción!
El Alma me estallaba de Felicidad! Ahí arriba, en solitario... ahí debía llegar ciertamente para gritar con todas mis fuerzas (sabía que nadie me escucharía). Llené mis pulmones con todo el oxígeno a mi disposición, retuve la inhalación...
Pasaron dos cóndores amigos por sobre mi cabeza emocionada.
El –“GRACIAS!!!!”- más gigante que jamás había gritado estalló en las montañas vecinas en un eco interminable de bombos y platillos celestiales.... El silencio volvió a mí... la calma...la PAZ....
Entonces supe... que el Camino había llegado a un Nuevo Camino...
Con la certeza de mis nuevos pasos, los reencontraré en poco tiempo más, en mi otro blog: Eraseunavezunárbol.blogspot.com plantando árboles en Amor, sembrando Conciencias... por un mundo en Paz!
Habiendo degustado un piquito de los Pirineos, al inicio de mi Camino a Santiago, me quede con las ganas de mas! Mas Francia, mas quesos, mas perfumes, mas música, y por sobre todo, mas franceses hablando calmadamente, “doucement”… la lengua que tantas emociones me inspiran…. Aunque esas sean otras historias!...
Así que tras haber llegado a Santiago honorablemente, y habiendo descansado (saludablemente) en casa de mi amiga Moni en Madrid, con la fiel compañía de su guía labradora, me dispuse a iniciar un nuevo periplo franco parlante, con la excusa- intención de practicar mis incipientes conocimientos de la lengua en cuestión.
Y que mejor que empezar jugando “sobre el puente de Avignon”?
Encima coincidiría con la semana del Encuentro Internacional de Teatro en la ciudad!
Bus nocturno a Bordeaux, con la premier croissant “verdadera” de petit desayuno en la estación de transbordo.
Mientras esperaba mi conexión, recorrí un poco el centro y llegue hasta el parque botánico.
Arboles antiquísimos me daban la bienvenida en ese universo que despertaba con los primeros rayos de sol. Como telón de fondo, el edificio un antiguo palacio donde ahora funciona el museo de historia vnatural y una suntuosa confitería con terrazas que se abren generosas al parque.
Volví por las laberínticas calles de la ciudad vieja, rumbo a la infaltable visita a la Catedral. Su exacerbado estilo gótico del S XII . tiene por curiosidad digna de contar, que la torre campanario se halla separada de la edificación principal. Como ya lo había visto Jesús en su lugar y en su tiempo, también ahora, funciona allí un mercadillo de antigüedades usadas y reventa de libros, ropa, muebles y cuanta baratija no encuentre mejor destino. En fin… a otra cosa mariposa!
Probé el tranway, ese gusano silencioso que se desliza por toda la ciudad, en forma limpia, segura y puntual. El único gran problema que presenta es un tema de Conciencia! Y no me refiero a conciencia ambiental, sino a la propia de cada usuario, en especial de un /a argentino/a!
Paso a explicar, en la mayoría de las ciudades francesas, los ciudadanos comunes tienen pases anuales o mensuales para el transporte publico. Como ya lo han pagado, suben y bajan de los mismos, con solo acercar la tarjeta magnética al dispositivo que esta en alguna columna dentro del vehículo o afuera en la parada. La mayoría ni se molesta en sacarlo de la cartera o del bolsillo, solo se acercan y se escucha un leve pitito, y ya esta “validado el viaje”. Y nadie te controla nada mas! Ergo, para un turista, que no tiene pase y que no sabe donde están las máquinas expendedoras de tickets individuales, lo mas “cómodo” es subirse sin mas cuestiones…. Eso se llama “colarse!!!”
Por eso insisto en que es un problema de conciencia, porque aquí es tan fácil, tan imperceptible! Que es muy a “fuerza de voluntad moral”, desembolsar el euro cincuenta (al cambio, mazo $ 35.-) por cada “paseíto… Fue tan lindo recorrer la city desde las amplias ventanillas y las butacas tapizadas!
Llegue justo para mi transbordo a Montpellier, y me dispuse a contemplar la campiña trabajada maravillosamente! Los cuadros de tierra ondulada de trigos, cebadas, vegetales varios ( desconozco los nombres) eran un placer para los ojos y para el alma!
Como ya había visitado esa ciudad allá por el 2011, en ocasión de que los Pumas le ganaron la copa de rugby a los franceses, evento que presencie en solitario como única representante argentina en la plaza central, donde televisaron gigante el partido!.... Decidí pasarla de largo, y fui derechito a la estación de tren para tomar el que iba a Avignon.
Como de costumbre, mis angelitos armaron el circuito con los minutos necesarios para arribar al andén donde “justo” partía mi vagón!
Dos horitas mas , y andaba llegando! La ciudad era una fiesta! Artistas callejeros, actores, músicos, clowns, cada cual atendía su juego de ir repartiendo invitaciones o publicidad para su propio espectáculo. Mini recitales a modo de presentaciones, orquestas, duos o marionetas, todo valia para hacer gozar y seducir al publico.
Me acomode en un hostel al otro lado del río, y me hice las consabidas fotos al “puente”, que para mi sorpresa, ya no cruza de orilla a orilla, como se supone un puente. Esta semi destruido después de no se que bombardeo, así que solo le quedo la fama inmortal de la canción popular…
Me metí por las callejuelas repletas de gente deseosa de ver la alegría que las inundaba. La música del carrousel o las fanfarrias, el bullicio de la gente comiendo en las plazas (allí no hay veredas, todo es peatonal, cerrado al transito. Los vendedores anunciando globos, crepes, glasses ( helados ) no gritan como en otras partes del mundo, sino que sonrientes al compás de un suave: “bonsoir…” invitan a una petit degustación. Toda una paquetería!
En cada iglesia, cada escuela, cada centro cultural, cada teatro obviamente, funcionaba un grupo diferente, con mil temáticas variadas ( a juzgar por los afiches, aún no entendía demasiado lo escrito…).
Anduve girando por cuanto rincón pude, incluso me paraba a escuchar algún monologo en alguna esquina, como estirando la oreja para captar de que se trataba, ja! Como si entendiera, me quedaba feliz por el solo hecho de estar allí, en mi salsa!
Paso la medianoche y las calles cada vez mas repletas! Pero mi cuerpito dijo basta y me volví silbando contenta por el puente “del costado” del de Avignon. Quien me quita lo bailado?
A la mañana siguiente pase por delante del castillo abadía residencia vacacional de los Papas, pero como no pienso contribuir monetariamente a la institución episcolar, pase de largo, sin demasiado preocuparme de perderme un tanto la explicación histórica. Me basto de afuera, pero a esta altura, ya muchas de estas fortalezas amuralladas, me están pareciendo “ copy & paste” nada nuevo bajo el sol….
Estando averiguando en la Oficina de Turismo para visitar los campos de lavanda, motivo inescrutable de mi viaje a esa región, recibí el llamado de un anfitrión de Bewelcome, donde me había inscrito el día anterior.
Andreas, un joven de 83 años, se presentó confiable y confiado ( ya que tampoco tenia demasiados datos de mi!) invitándome su casa en Fourcalquier.
Rápidamente chequee el mapa y este minúsculo pueblito estaba justo en la zona de los mayores cultivos lilas! Acepte gustosa, y con el bus del mediodía me dirigí hacia allá! Dispuesta a mi primera experiencia en Coach surfing.
No voy a negar que me cuestione bastante si seria prudente o no, quien seria mi anfitrión? Porque aceptaba gratuitamente visitas en su casa?...tendría otras intenciones?... Inmediatamente cancele mi parloteo mental con el mismo slogan con que lo hago al hacer autostop: “Si el otro tampoco me conoce y me invita a su casa, es porque es bueno! Y punto!” al fin y al cabo, se trata de sembrar Confianza! En la gente, en los ángeles protectores, en que todo “es” como debe ser!
En casi dos horas arribe a Fourcalquier. Alli en la parada del autobús una gigante e iluminada sonrisa, me estaba esperando! Indudablemente nos reconocimos al instante! Tampoco es que bajaran tantas pasajeras, mujeres edad madura con valija y mirada curiosa. Tampoco que hubiera tantos señores de ochenta y pico esperando a una desconocida… Nos caímos en gracia en un segundo. Andreas tomo mi valijota y la arrastro (ya una de las rueditas estaba clueca); por las callecitas de piedra empinadas hacia el centro de la villa. Iba tan rápido que me costaba seguirlo, al mismo tiempo queria ver los negocios de artesanías, de ropa fina, las confitería, los bares alrededor de plaza y tratar de descubrir “algo extraño” en su mano izquierda.
Atravesamos unas pocas calles, en minutos arribamos a un portal de gastada madera dura con unos altos y deformes escalones. La fachada de piedra escondida tras una gigante enredadera de glicinas perfumando la siesta. Una gata hacia de portera serena entre el patio interno y la escalera apretada de muros blanquecinos, iluminados desde arriba por alguna oculta claraboya.
Andreas ato mi valija a un gancho que pendía de un largo cordel junto al pasamanos. Con una sonrisa triunfante apretó un botón de la pared y esta comenzó a elevarse como llamada por una nube. Orgulloso me explico su invento y como el mismo había refaccionado toda esa casona de tres plantas.
Pude ver entonces con claridad, que su deforme muñón izquierdo y su brazo acortado, no le impedían hacer mucho mas que lo que muchos de nosotros haciamos. De hecho recorrimos las tres plantas y en cada una fue tocando algún piano, de los 7 que tenia! Distribuidos por el pueblo! Mas tarde supe que Andreas es una especie de mecenas local y ayuda a unos cuantos vecinos..!
Con una agilidad de muchachito, trepo hasta la ultima planta, invitandome a elegir el cuarto que mejor me apeteciera. Me explico que desde que su hija se había mudado y su mujer pasaba mas tiempo con ella que con el, la “casa” le resultaba tan grande que prefería compartirla que verla vacía.
Con la misma generosidad, me puso la cocina a disposición y un baño tan moderno como de las mejores revistas de decoración! Otro de mis sueños se estaba cumpliendo!: habitar una de esas antiguas casas de piedra medievales, con las comodidades de la vida actual, y vaya si se estaba realizando!
Vital como un cordero, y sin perder ni un segundo, me invito a subir a “La Norte Dame”, capilla erigida en la cima de la ciudadela a no se cuantos metros ( o cuantos escalones! Seguro que eran todas las estaciones del Vía Crucis!). La vista desde allí arriba era maravillosa! Las colinas de lavandas por doquier, los montes que las rodeaban, pueblito vecinos en la lontananza, y el propio a los pies..!
Bajamos por senderitos “cortando el paso”, como expertos baqueanos, a medida que me iba nombrando los pobladores ilustres de la región: tal escritor, tal escultor, pintores varios, dueños de no se que joyería famosa, y otros tantos músicos que yo no conocía. Pero lo mas importante de todo..: Andreas hablaba 6 lenguas! Entre ellas español! Y me ayudaba con mi incipiente francés paso a paso, con una paciencia de maestro.
Al llegar a su calle, abrió el negocio que tenia enfrente de su casa, saco una mesa de hierro redonda gigante, que hizo rodar hasta bajo un árbol. Empezamos a acomodar sillas y cubiertos, platos y copas al por mayor… y los invitados empezaron a llegar. El me presentaba con todos, integrandome a la reunión, como si yo pudiera seguirles la conversación… Fueron muy gentiles y simpáticos! Se trataba de un grupo de vecinos, que una vez a la semana, cenan juntos en la calle! Trayendo cada uno sus paquetes, o la mismísima olla con fideos!... Mientras sonaba la música en la esquina, y un coro local nos deleito con su presentación. Parece que una vez mas había llegado al lugar indicado, en el momento indicado!
Gracias ángeles portadores de tanta Alegría! Todo por un voto de Confianza! Sino…me hubiera perdido de todo esto y de lo que siguió los dias sucesivos…
Además del abundante helado con que nuestro anfitrión nos convido! Una vez mas me sorprendió batiendo la crema con su manita, y decorando las copas con un amor disfrazado de salsa de cerezas acarameladas. Una exquisitez!
A la mañana siguiente, gran lavada gran! en la misma calle y sobre la misma mesa, donde todo había quedado tras “la fiesta” y nadie se había llevado nada. Que pueblo encantador! Que gente! Que lindo saber que todavía se puede!
Enchufamos la manguera y entre varios, le dimos a los utensilios, y a la calle también! Fue como otra fiesta! E un rato todo quedo vuelto a acomodar, para otra próxima vuelta…
Por la tarde, tras un almuerzo de “auténticos orgullosos crepes”, me llevo en su auto a recorrer campos de lavanda en flor! Toda la región se pintaba de tonos violetas y lilas singulares, de acuerdo a las especies, que obviamente Andreas me explicaba con dedicación. Nos detuvimos y caminamos entre las hileras alineadas, respirando ese aroma sutil y penetrante, tan único y sedante… Visitamos una usina de destilación, donde separan la grana del aceite... Me sentí en el Cielo!
Increible…
Luuego avanzamos por la cumbre mas alta, por entre unos pinos, hasta llegar a una meseta donde había una cabaña hecha totalmente en piedra, tanto paredes como techo, ensambladas con un difícil arte celta, para cobijo de los pastores que transitaban por aquellos lares en épocas remotas… Confieso mi vergüenza como arquitecta incapaz de reproducir semejante inteligente sistema constructivo! Y aún en pie después de tantos siglos! Increible…
Volvimos con mi ramito de lavandas apretado junto al corazón, para dormirlo bajo la almohada con mis sueños mas que agradecidos.
Al día siguiente, visita a otra de sus casas, que alquila para una escuelita de niños discapacitados, donde tiene otro piano, y en el cual volvió a sorprenderme con su habilidad para tocarlo como con diez dedos! Y con su generosa mirada para con los niños…. La colección de libros de arte que inundaban los estantes y el trato cordial con los profesores. Andreas es un Alma singular… se hace querer por todos, y eso se siente a cada paso.
Enfilo su auto hacia la ruta (también maneja perfectamente con una sola mano!) con la promesa de otra sorpresa! Llegamos al Parque de Rousillon, en la villa homónima.
Recorrimos los senderos por mas de dos horas, hasta que el calor y el hambre nos llevaron a un delicioso petit restaurant, donde me agasajo con una ensalada de lo mas decorada!
Otro placer para los sentidos! Y tanto mas para seguir Agradeciendo!
No satisfecho con el tour, fue por mas!: la cave de Les Carrieres de Lumiere en Les Baux. Sorprendente exposición en las cavernas perforadas donde anteriormente fueron explotadas minas de rocas y piedras preciosas. Las paredes de las mismas, subterráneas a no se que demencial profundidad, aún muestran los tajos de la roca trabajada para su desmonte. Todo ello encerrado bajo las montañas que nada te dicen hasta que atravesas la entrada (previo pago de suculento ticket!) . La oscuridad del gigante recinto te sumerge en un mundo interactivo de música e imágenes proyectadas al compás, sobre esos anejos muros.
En esos dias se estaba proyectando la obra de El Bosco, Brueghel, Velazquez, Goya y de otros famosos pintores, que causalmente había estado viendo unas semanas antes en el museo del Prado! Queen sonaba con toda su fuerza, mientras centenas de personas avanzábamos cautelosas por los espacios apenas iluminados por las proyecciones, incluidos pisos, techos y planos inclinados. Cada tanto, una ingeniosa animación, movía personajes, aves, ramas o nubes, de las obras, generando un movimiento inesperado y vital..! Una delicia para la Creatividad! Gracias por los genios que pusieron la tecnología al servicio del arte y revivieron un espacio que podría haber quedado muerto bajo los escombros. Como así también Gracias! Por seguir valorizando a los artistas de antaño que aún hoy se lucen donde sea y como sea!
Estas exposiciones son rotativas y por lo que pude ver en el programa, la siguiente semana se proyectaría con estas técnicas, la Capilla Sixtina! Seguro otra genialidad!
No era cuestión de seguir abusando de la amabilidad de mi anfitrión, así que al día siguiente decidí recorrer otras zonas, apelando a mi “cómodo” dedo, que hacia rato no practicaba…
Marosque, un pueblito cercano, lucia sus mercados de sábado matutino en distintas plazas. Agrupados los puestos por legumbres, frutas, verduras, quesos, olivas, y comestibles en general. En otra plaza se reunian los libreros, artesanos y objetos de souvenires. Mas allá, la de los revendedores de cosas chinas: zapatos, zapatillas, juguetes, anteojos de sol, y cuanta chuchería inservible se otorga con 2 euros! Por supuesto estaba de lo mas concurrida! Y no pude dejar de curiosear de todo un poco. Pero la mira para mi, estaba un tanto más allá… la fabrica de Occitane. La famosa marca de cosméticos en la provenzal Francesa. En la oficina de turismo me informaron que “era imposible llegar sin auto” y “sin cita previa”. No tenían ni idea a quien se lo estaban diciendo..., ja! Fue cómo para darme el envión que me faltaba. Empuje mi dedo mágico y llegue “a la puerta” en un santiamén! Me preguntaron si estaba inscrita para la visita guiada, y dije “no..”
-“Tiene suerte! Quedan 2 lugares en la de francés que comienza ahora. Tiene tiempo? Comprende el francés?
No solo tenia tiempo, y quería entender todo en francés, lo de la “suerte” ya lo sabia!!!
Fueron hora y media de recorrer las instalaciones y recibir preciosas explicaciones de como se elaboran los productos y nos probaron un montón de cremitas de aromas deliciosos! Te pasan la película de como el fundador empezó todo, a partir de un jabón... Recorres el jardín de lavandas y otras aromáticas, y obviamente terminas en el salón de venta de sus productos!
No pude dejar de regalarme una que se llama “Divina” y promete hacerte inmortal ja! ( aunque a esta altura, seguro que mis arrugas ya son las inmortales, ja!) pero de ilusiones también se vive!....
Triunfante y feliz volví con mi dédito ( rejuvenecido de vitalidad) a Fourcalquier a contarle mi día a mi amigo. Al llegar, escucho ruido de cacerolas en mi cocina, la luz prendida, la puerta abierta…. Y un señor joven cocinando! En los sillones de la sala, una niña como de doce, leyendo de lo mas concentrada.
Antes de asustarme, ya nos estábamos presentando: “hola María, soy Ive, amigo de Andreas. Y ella es hija Sohaira. Nos vamos a quedar una noche. Espero no te moleste. Parece que hay lugar para todos..”
Por supuesto!, como si yo tuviera alguna oportunidad de decidir en casa ajena, ja! Y además ya tenia lista la cena vegetariana! Y era muy simpático! Claro, ellos me estaban esperando, yo ni enterada…
Llego justo Andreas y compartimos la mesa como si de una normal familia se tratara, charlamos hasta tarde, mientras Sohaira seguía entusiasmada con su libro.
Acordamos los diferentes cuartos (yo mantuve el mío) y cada cual con sus angelitos a Agradecer otra jornada memorable!
A la mañana siguiente, y para no seguir abusando de la hospitalidad del dueño del palacete, aproveche que Ive salía con su auto con rumbo parecido al que yo quería ir: el lago de Santa Croix. Así que con triste despedida, deje a Andreas en su portal, e Ive me acerco a la rotonda a la salida de un pueblo cercano. No hice mas que bajarme de un auto, para subirme a otro que “justo” iba al lago!
Llegar al balneario con la valija no es de lo mas usual, pero mi caradurismo si! En un baño publico (que en Francia están siempre limpios) me cambie la malla, y le pedí al bañero que estaba en la salita de primeros auxilios, si me cuidaba las cosas por un rato. No se si es que mi acento les causa gracia, o si es por lastima ver una vieja tan desquiciada, pero todos me dicen que si! En segundos nomas, ya estaba dentro del agua! Una delicia de temperatura turquesa… con veleros y botecitos a pedal en la lontananza. Familiares picnics domingueros en la costa de piedritas y puestos de una especie de choripan (socichon) humeando el horizonte.
Nada mejor que “una plancha” refrescante y relajante, para sentirse una vez más, una privilegiada y agradecida!!!
Hormiga precavida vale por dos! Tras el chapuzón, saque de mi bolsita, la ensalada y las frutas que había portado , antes que se cocinaran al sol. Tal frugal almuerzo bajo los arboles de la costa, cual excelente restaurant!
Cumplidas las dos horas, volví al puesto del guardavida y agradeciéndole el servicio, retire mis pertenencias, me cambie la muda mojada y volví a la ruta a continuar dedeando...
La pequeña ciudad de Moustieres me esperaba con su capillita en lo mas alto de la montaña, con una estrella flotando sobre la misma, como sostenida por la mano de Dios… seiscientos y pico de escalones son suficientes para saberse bendecida!
El museo lucía una exposición de fotografías esplendidas de …… (Vaya! Mi memoria esta cada vez peor! Pero juro que recuerdo las imágenes, porque me detuve fascinada a contemplarlas un buen rato). Luego paseíto por los puestos de artesanías y souveniers tradicionales, como los imperdibles jabones de lavanda y todos sus derivados, cremas, perfumes, aromatizadores, peluches,
almohadas, gorros, cuadros, masitas y hasta helado de lavanda.!
Vuelta a la ruta para la 3° etapa del dia-dedo rumbo a La Palud. Otra amorosa familia (alemanes de vacaciones) me hicieron el favor. Quede en un caminito de ripio con el cartel que señalaba hacia el Albergue Juvenil (si! También admiten viejos! Y que??? La juventud se lleva en el alma!). Iba con ciertas dudas de que esa fuera la entrada oficial, cuando mi valijota comenzó a renguear mas de lo habitual, no quería saber mas nada de las piedritas.
Aviste un muchacho en el campo tras la alambrada y me acerque a preguntarle si estaba en el buen camino. Con una simpática sonrisa me dijo: “No! Es aquel otro, del otro lado de este campo”
Dicen que los ojos hablan en idioma universal, porque en un segundo, el pudo leer mi decepción y mi futuro esfuerzo de volver marcha atrás, con la valija “caprichosa” y emprender por el otro.
Entonces se ofreció gentilmente a ayudarme a “cruzar su campo”: de un solo movimiento vació su carretilla de trabajo a sus pies (llevaba leña y algo de estiércol seco), cargo mi valija dentro de la misma y empujando las manijas, se puso a andar en dirección al edificio amarillo que se veía en la colina vecina. Yo no tuve mas remedio que seguirlo con mi mejor sorprendida sonrisa.
Otra semejante dibujo el hostelero al vernos llegar a campo traviesa! Destapo una helada botella de agua y brindamos los tres por la llegada. A continuación me otorgo la habitación y para seguir con la suerte, estaba yo sola en una de cuatro! Ducha, cena y a otra cosa mariposa! Que por hoy, mas que bendita!
Fui a La Palud con la intención de visitar los Gorges du Verdum. Los había visto “por casualidad” en una web. de internet y dije: “ahí quiero ir!” Son unos acantilados sobre una falla del río Verdum, de mas de 750 metros de altura, por mas de 35 kms. de largo. El río, de un aturquesado lechoso, corre por allá abajo, con la velocidad de los deshielos de los Alpes que lo rodean imponentes!
El lugar ideal para kayak, canoping, escaladas, parapente o simplemente senderismo! Ya adivinaron en cual calzo yo?
Claro! Después del Camino de Santiago, no es cuestión de amedrentarse: el sendero de Marcel Blanco tiene 20 kms. a recorrer en 8 horas, descendiendo los 750 metros y volviéndolos a subir! Pasando por miradores, túneles (completamente a oscuras por mas de 2kms!!!) , cornisas, playitas, bosques, rocas de todo tamaño y color, y…mucho sol…y MUuuuchoooo vientoooo…..el famoso “Marcial” que azoto todo el día. (Razón por la cual no lo pude hacer en alas delta, que era la opción primera elegida!ja!) otra vez será!!
Les muestro un poquito? Me siguen?
Este árbol me dio la lección mas importante del día: Aceptación!
Fíjense como teniéndolas todas en contra: casi sin tierra y con la montaña en sentido contrario a la gravedad, el se empeño en subsistir y seguir adelante! Arriba y creciendo sin parar… hasta con una copa capaz de brindar (me) sombra y abrigo! Gracias árbol amigo!
Para el exceso de viento y el cansancio terroso, nada mejor que una buena ducha, una sonrisa hostelera y una buena cama.. A demain!
Otro día, otro dedo en la ruta! Viendo el mismo recorrido del día anterior pero desde la altura de la carretera oficial
,y en una Traffic de unos simpáticos españoles. Un poco de recreo de idioma, se agradece! Aunque la verdad que me voy desempeñando cada vez mejor con la lengua que vine a aprender! A veces, hasta siento que pienso en francés, ja!
1° parada: Castellane, típica ciudad turística con otras callecitas medievales, otro reloj en la arcada de la torre,
Nueva meta: Grasse.
Otra que le tenia ganas, desde que había leído que era el centro de la perfumería francesa, y por consiguiente, rodeada de plantaciones florales. Campos eternos de jazmines, rosas, violetas, glicinas, y otras que no logre discernir, pero que sumaban belleza y aroma al paisaje, mientras iba llegando.
La tarde propicia para la visita al museo Cristian D' ior y al de los envases de perfumes desde el inicio de la industria, como 7 siglos atrás! Una paquetería!
Y una delicia para la creatividad de los diseños, tanto de los vidrios, los perfumeros a spray, como también las etiquetas y las cajas ( ahora le dicen packagings! Ja! )
A tiempo para la ultima luz del día, salir de nuevo a la ruta con destino Niza, un poco de playa para aggiornar.
La ventaja de tener la lista con direcciones de los aubergueses jeunesses es una tranquilidad. Llegar y saber que tendrás un lugar! Dejar las cosas, y salir a comerte el mar!
En pleno Agosto, no fui la única con la misma idea! Una muchedumbre recorria la costanera de punta a punta! O para ser exacta, sin puntas! Ya que es una línea sin fin que va de Marseille a Monaco . Para mi, Niza seria suficiente, tanto lujo ya me estaba asqueando un poquito… aunque no pude resistirme un brindis de cerveza conmigo misma! en un bar de la playa iluminada de luna y espuma. El rodar de las piedritas arremolinadas en las olas que besan la orilla, era la música mas preciosa para el alma ensoñada…
Los restaurantes a full, los Mercedes, los Audi, las Ferraris y cuanto descapotable de película! pasaban haciendo gala de sus patrimonios, y si es con rubia mejor! En fin… no es lo mío…
Al día siguiente, visita de rigor a la ciudad: mercado en el centro, mas costanera,
puerto con los veleros “mas gigantes que te visto en mi vida!” (ojo! Particulares! Ni decir de los de negocios o transporte..!). Lo que mas me gusto fue la visita a la Catedral Rusa, que no me explico como llego hasta allí, pero bueno, ahí estaba!
Con toda su exuberancia de mosaicos, retablos 3D!, imaginería del cristianismo ortodoxo a la enésima!
Lastima que todas las explicaciones estaban o en ruso o en francés ja! Pero mis ojos lo disfrutaron, el intelecto deberá googlear para enterarse con mas detalles. Sigamos.. A la playa! Para eso había venido!
Como verán soy una prudente que dejo pasar las horas de sol fuerte para acercarme al mar al atardecer, y así disfrutarlo! Porque eso de andar de camerón al día siguiente, no me sienta! El agua estaba espléndidamente cálida! Oh, Mediterráneo… gracias! Así da gusto!! Aunque salir contracorriente por la lomita de piedras que forman las olas en su ultimo recorrido, lamiendo el borde, no es nada fácil! Además soy una ridícula caminando sobre caracolitas partidas! Los de ahí tienen unas honrosas “zapatillas de agua”, mezcla de skippies con medias de goma, ja! Así cualquiera!
Lonita y a asolearse como Dios manda, viva la fiaca!! ( aunque sea una tarde!) .A esta hormiga le cuesta un montón quedarse quieta!
Obviamente al día siguiente, ya remonte la ruta con destino norte: Grennoble me llamaba!
Ciudad hermosa! Con una arquitectura art decó en sus balcones y aberturas. Cada fachada, una obra de arte! Toda encerrada entre las montañas altísimas de los Alpes! Muy arbolada y de gente tranquila… trabajadores y comerciantes. Los estudiantes ( ya que además es un polo universitario muy importante) habían huido de vacaciones, ja!
En el albergue, distinguí el tono típico de “un argentino!” el primero en tantos dias! Me contó que desde hace tres años, vive en Bélgica junto a la novia que conoció en Ecuador, y trabaja para una bodega… al parecer de la súper BMW 1200 que lucía, le va muy bien! Ja! Cerveceamos hasta tarde con la promesa de un mate para el desayuno!
Y así fue! Que delicia! Que buen encuentro! aunque mis planes serian seguir subiendo a Tours: tenia cita con el Loire y las ganas de bicicletear la ruta de los castillos!
Previo a llegar, pase por 18 autos para recorrer los 400 kms. Que me distaban… hasta que llegue! Contrate mi bici y feliz volví a partir! (Dejando mi enorme valijota en guarda en la agencia! Ellos la trasladarían al final de mi recorrido tres dias después)
Un poquito de esfuerzo para ponerme al día con el ritmo de las piernas ( mas viento en contra para sumar esfuerzo) pero lo logre!
Era una asignatura pendiente, como el camino de Santiago, desde que un amigo me había contado de su existencia… Son otros 800 kms. desde el centro de Francia hasta la desembocadura en Nantes en el océano Atlántico! Por supuesto no pretendía hacerlo completo, con unos pocos cien me bastaban. Además que cada castillo cobra su jugosa entrada, y al fin y al cabo, todos se parecen. Tampoco soy una estudiosa de la historia de los mismos… apenas una curiosa!
Para empezar Villandry, con la belleza de sus jardines…
que nada tienen que envidiarle a los de Versailles. Armoniosamente combinados por los colores de las flores o las hojas, diferentes dameros se dibujaban en la tierra húmeda de aromas. Cada formación tiene una explicación simbólica, como los laberintos, como las varitas mágicas… mas que entender, aquí se trata de sentir… y sino, disfruten estas vistas…
Luego, pedaleada mediante, atravesando el puente sobre el Loire,
Aggiornado con todo el mobiliario de la época y con una representación en vivo de personajes feudales vestidos con el ropaje de estilo correspondiente. La parte de las armas, preferible saltearla.
En el jardin trasero había un cedro de la India, milenario, gigante!!! Con escalerillas laterales para acceder a su copa en plataformas a diferentes alturas. No se si era dispuesto para los niños, pero yo, no pude resistirme!!! Que maravilla!!! Juro que alguna vez me haré una similar en algún árbol de mi bosque patagónico Los futuros nietos me lo agradecerán seguramente! Sentirse pájaro, sentirse hojas, saberse verde… ser una con la naturaleza… Maravilloso!
Para terminar el día, conseguí un habitat “diferente” par pernoctar: una especie de carpa sobre una plataforma a dos metros del piso, una especie de vigía! O para seguir con la sensación de ser árbol, para mejor se le abría el techo con una capota transparente. Hay algo mejor que dormirse mirando las estrellas? Si! Agradecerlas!!!
Despertarse al alba, disfrutar un croissant recién horneado, y emprender la bicicleteada otra vez! Rumbo al palacio de La Bella Durmiente…:
A subir a la torre, una música suave, te va guiando por ojivales ventanas que se iluminan a tu paso, sobre un antiguo libro que va reparando la conocida historia … Tras los vidrios, los muñecos de personajes se van moviendo muy lentamente, con iluminaciones suaves
, introduciéndote en el clima del cuento: el nacimiento de la princesa, la visita de las tres hadas madrinas, la llegada de la bruja, etc…etc… hasta que fueron felices comiendo perdices….
Hora y pico trasportada al país de la fantasía y del ensueño….
El hambre y el camino me pusieron de nuevo en la realidad: ahora las princesas (ya viejas reinas!) nos salvamos solas!!!! Por eso arribamos a la jerarquía de “Soberanas” de nuestras Vidas! Entonces a seguir disfrutando,
Sigo pedaleando…
Siguiente castillo: Azay Le Rideau, completamente rodeado por un lago, parece emerger desde las aguas y reflejarse en ellas al mismo tiempo.
y los bosques encantados de silenciosos secretos… Aunque la verdad sea dicha: los miles de turistas que los recorremos, les quitamos algo de la magia original…
Visita por el interior, y nuevos asombros por los pisos de robles, las lámparas de opalinas, los gobelinos labrados, los cofres repujados, los mármoles lustrosos, los pesados cortinados, la marquetería de las enormes mesas con sus vajillas dispuestas, los baúles con ropajes asomando, cofres y reclinatorios, botas, sables, escudos de caballeriza, retratos y espejos con marcos de repujados oros, lavabos de jarras en esmaltadas palanganas, utensilios de negros fierros y cerámicas blancas en las cocinas, chimeneas monumentales, juguetes añejados, botellones como Aladinos, donde todas las historias se asoman con solo una mirada...
De vuelta al asientito, dos ruedas con manubrio, y mucho largo Loire… muchos mas castillos y otra jornada para recordar.
Ya cerrando el domingo, llegue al negocio donde debía devolver mi bicicleta. Con el deseo imperioso de un reparador descanso busque un hotelcito. Su dueño, sabiendome argentina, no paro de hablarme de la diferencia entre San Martin y Saint Martín. El primero el militar libertador que vino a la Francia a refugiarse en su vejez y el segundo, el Santo patrón nacido en la vecina localidad de Tours. No se a cuento de que venia tanta historia, pero el se sentía muy orgulloso de ambas, como si hubiera sido primo lejano de alguno de ellos. Por mi parte, me moría de sueño...
Dispuesta a llegar a Rennes, empuje mi dedito mágico. Nueve autos y un camión! Ruta de circunvalación y arribada a la puerta de la iglesia de Melesse, punto de encuentro con Mini, vieja amiga de B.B., y nueva anfitriona junto a su hermosísima familia.
Su casa construida a 45° , dentro de un bosquecillo de pájaros cantores, me cautivo con su luz y amplitud. Laeticia, la jovencita de 14 años, me estaba preparando una torta de chocolate con mi nombre arriba!
Jamás imaginaría semejante bienvenida para con una desconocida. Instantáneamente trabamos nuestra idílica amistad! Su hermano Gaullen es un jovencito de 12 (no se escribir su nombre pero todos lo pronuncian “Guion”). Aunque me costo aprender como decirlo, jamas olvidare su picara sonrisa!
Digno hijo de su padre! Quien me conquisto con su humor y camaradería, abriéndome su casa y su corazón. La invitación por “un par” de dias, se multiplico a la decena! Compartí las compras y las sucesivas cocinadas, que en esta casa se realizaban con fervor cuasi religioso, cuatro veces al día, queriéndome deleitar con todas los tradicionales manjares bretones.
Mimi es una experta en organización! A la vez que dirigía la batuta para llevar a cabo la mudanza que se estaba gestando (cambio de trabajo, escuelas y nueva vida en la otra punta del país), encomendaba las tareas de pelar zanahorias, abrir guisantes, saltear cebollas, hervir papas, etc. Etc. para armar deliciosos y nutritivos menús vegetarianos en mi honor! Hacia años que mi pancita no se deleitaba tanto y tan seguido con tal y abrumadora cantidad de sustancias! Ja! Mas la infaltable tabla de quesos! Mínimo diez variedades por día! Dicen que en Francia hay 365 especialidades, así que hay para elegir una distinta cada día!
No se si habrá 365 postres, pero ella se las ingeniaba para servirme una torta casera diferente cada día! Y una mas rica que otra! Mi preferida? La Kowing Aman! de pura manteca…uhmmmm!!!!! Deliciosamente suave y única! Aunque temeraria para los kilos estomacales! Ya habrá tiempo para acomodarlos.
En lo que a paseos se refiere, una tarde J .C. me alcanzo al centro de Rennes para que yo caminara a gusto y me volviera a Melesse con mi sistema-dedo- patentado. Me encanto!!! La propuesta y la ciudad!
Otro día Mini nos llevo a Laeticia y a mi, a Saint Malo, cuna de la Bretagna por excelencia, con su puerto hacia el mar del Norte, ciudadela amurallada como era de preveer y callejuelas medievales repletas de tiendas para turistas. Disfrutamos un trago (sin alcohol!) y un café en un bar típico. Nos caminamos todo! Y bailamos en la playa al son del viento….
En una de las arcadas de a muralla, un puesto de creppes nos seducía. Leti me regalo otra mini kowing aman sabiendo que me convertiría en adicta! Y yo le ofrende un waffle de nutela. Nos sentamos a disfrutar el mar junto a las gaviotas…
Desafío para la vuelta: primer “dedo” (autorizado por los papis) de Laeticia!
Al principio protesto un poquito de tener que caminar “tanto” hasta la salida de la ciudad (jovencita de siempre auto!). Luego empezaron los retorcijones de panza, quiero pero no me animo! Si pero no... entonces hicimos un primer tramo en tren (también aventura de primera mano!) para ir aplacando los nervios, hasta que… no había mas remedio! O mejor dicho: no había otra manera de llegar. Así que risas escondiendo la vergüenza, o mas precisamente escondiendose ella tras un árbol, hasta que “ la suerte” le demostró que se puede! Nos toco una pareja maravillosa por un corto tramo, y luego una madre con su beba, hasta el supermercado vecino a “nuestra” casa! Contentísima, no le daban las piernas para ir a contárselo a todos!
Nobleza obliga, al día siguiente le toco el paseo “privado” a Guillem. Montados en sendas bicicletas, partimos hacia el bowling local, a unos 4 kms. Atravesando un bosque, campos cultivados, y un poco por la ruta! Subiendo y bajando lomadas!
Nos divertimos un montón! Aunque no éramos ningunos genios en el lanzamiento! El scrown pidió revancha con un siguiente partido de billar, hasta terminar empatados en Alegría compartida.
Al salir, llovía finito, finito... Lo suficiente para seguir la fiesta empapándonos a campo traviesa!
Como siempre, mama Mini nos esperaba con asombrosa cena y delicioso postre!
Esa semana justamente empezaba el Festival Interceltic en Lorraine, una población distante 150 kms. Y yo no me lo quería perder! Seria muy difícil conseguir entradas para el show del sábado a la noche porque la gente las compra con un año de anticipación, y por internet, obviamente, figuraban agotadas. Mucho mas difícil aún, seria encontrar alojamiento, que todo estaba ya resrvado! Se esperaban 25.000 visitantes para el evento mas popular de la música celta en la región!
Terca como yo misma, decidí ir igual, confiada en mi buena suerte, y acompañada de mis angelitos guardianes. (Muchos! Muchos mas que muchos!)
Mini me consiguió un auto por bla bla car, ya casi medianoche del viernes, para salir sábado a primera hora. Y lo consiguió! Primera señal positiva!
La familia que me llevo, fantástica! Hasta la puerta misma del albergue, que “justo” cerraba la recepción en ese momento, porque estaban completos.
-“Una sola?”- pregunto el recepcionista asombrado. –“por cuantas noches?”
-“yo sola, y solo por hoy!”
Me tendió la llave de una habitación compartida, una sonrisa alentadora, y un juego de sabanas. Me explico el bus que me llevaría al estadio y la contraseña de la puerta para acceder a la noche tarde…
Faltaba todavía “el detalle” de la “entrada” al show!
Sin perder un minuto, me fui al centro a averiguar. Las calles estaban repletas de puestos de todo tipo, y mas repletas aún de personas!
En una delegación me mandaron a otra y allí a otra ventanilla:
-“Una entrada???”, sorprendida del atrevimiento. -“NO, NO QUEDA NADA… ! - me despedía sin la mas mínima oportunidad, mientras releía la pantalla de su computadora
-“Una sola nada mas? Esta Ud. Sola?” – incrédula… “A ver…dejeme chequear…. Esta Ud. De suerte!...”
(ya lo sabia, quise agregar, manteniendo los dedos cruzados)
-“…. tengo una suelta acá en la tribuna presidencial… puede ser?”- girando la maquinola. Increible!!!! Súper al centro, 3° fila!!!
Ni me importo el precio, solo pude decir Si claro!!! Y agradecer a todos los astros!!!
A las 21 estaba allí sentadita con mi cono de papas fritas y mi latita de cerveza! Que mas se le puede pedir a la Vida!!
Cantarles no podría, aunque si describirles como cientos de jovencitas con largas medias negras, levantaban sus patitas al unísono de la música irlandesa. Como cientos de gaitas se presentaban con sus músicos vestidos con las típicas polleras kilts de Escocia, los galeses con sus violines, los bretones portaban banderas y estandartes, los gallegos sus panderetas, todo era una fiesta!!!
Dos horas de magia y sonido bajo un cielo pleno de estrellas, aunque un poquito fresco para mi gusto. Por suerte Laeticia me había donado una buena campera!
El cierre de lujo fue el Himno Amazing Grace con un coro de unos 50 hombres y todos los músicos participantes en el evento y un despliegue de fuegos artificiales increíblemente coordinados con la música como telón de fondo. ESPECTACULAR!!!! Quede maravillada, sorprendida y Agradecida a pleno Cielo!!!
Termino pasada la 01.30 de la noche. La organización de desconcentración del estadio y la organización de 10 líneas de colectivos urbanos gratuitos, me dejo mas sorprendida aún! Perfectamente organizados por letras, recorridos y mapas aclaratorios por todas partes, elegias tu correspondiente y allá ibas! A la camita que tenias felizmente otorgada!
A la mañana siguiente, domingo 10 horas, todo el pueblo y los 25.000 visitantes, se dieron cita en “la Gran Parada”. Desfile que recorre mas de 50 cuadras, todo a lo largo de la ciudad, con todos los trajes típicos de las regiones participantes, las asociaciones culturales, deportivas, históricas, militares, perros de salvatajes en la nieve, y por supuesto todos los músicos de la noche anterior! Otra fiesta para los cinco sentidos!
Al terminar todo el mundo corre a los puestos de comidas típicas, y la reina por excelencia es obviamente la cerveza! En todas sus variedades!
Alrededor cientos de quioscos de venta de souveniers, CDs., remeras, artesanías, viajes promocionales, frutos de mar, productos regionales, joyería, cuchillerías, juguetes, nudos y sogas marineras, brebajes varios, etc, etc, etcs.
A media tarde emprendí la retirada, alejándome de la escena festiva que continuaría toda la semana con una detallada programación.
Nueva meta: dar la vuelta completa a la Bretagna! Apunte para el oeste, rumbo a Pont du Raz, el faro del “fin del mundo”! Como lo llaman los franceses por ser el punto mas occidental de su país, aunque yo ya venia del Finisterre gallego, y de mi país original: el faro de Usuahia! El punto mas sudaca! Ja!
Pase por varias poblaciones de la costa sur, muy pitucas, llenas de pintorescos y acaudalados veleros en sus puertos, en plena temporada estival, por lo que era un acierto seguir de largo!
Arribe al faro con el sexto “transportista” de la tarde, quien amablemente me indico el camino a seguir a pie: una hora mas! Propicia para llegar a un hermoso atardecer….
Dispuesta a buscar algún hotelcito en la siguiente población, me acerque a la ruta a dirigir dedo (por allí imposible conseguir buses locales y en ese horario..) Otra vez la música me estaba llamando. Tras una ligustrina, se intuía una fiesta popular.
Todos los autos que pasaban delante de mí, me hacían seña de que girarían ahí normas. Efectivamente entraban a un parking a la izquierda.
Intrigada, decidí avanzar hasta allí y enseguida vi mesas largas con mucha gente disfrutando bandejitas que traían de puestos situados alrededor de un escenario donde un cuarteto tocaba melodías típicas de la región. Un grupo de vecinos bailaban las tradicionales danzas circulares, de acuerdo a cada ritmo ejecutado.
http://www.letelegramme.fr/finistere/capsizun/tourisme-de-saint-jacques-au-cap-sizun-09-08-2017-11624157.php
Ya anochecía, y aunque me preocupaba conseguir alojamiento, no me quise perder ese presente. Me compre mi cerveza y me uní al festejo. Resulto que se trataba de la Fiesta de la Cosecha. Habían estado haciendo una demostración de como se enfardaba con las máquinas antiguas, y como se procesaba el trigo en los molinos. Por eso también había gente con los trajes típicos de aldeanas y campesinos. Un placer!
Responsablemente, deje la fiesta para ir a hacer el ultimo dedo posible . En eso sale una mujer en su autito y me hace señas de que ella me llevaría… Intercambiamos saludo y presentación de rigor y en menos que canta un gallo, me invito a pasar la noche a su casa! Previo paso por la Fiesta de la Amistad, que se celebraba esa noche en un puerto cercano. Tuve la certeza que los bretones inventan una fiesta con cualquier motivo, con tal de seguir cantando, bailando y chupando cerveza, ja! Y lo bien que hacen!
Fiel a mi lema que el que me para, es de por si una buena persona, lo aplique con la misma confianza con Lorraine, mi nueva anfitriona. Enseguida congeniamos en edad, estado civil, viajeras por vocación, independientes, autónomas, pasionales, y amantes de los libros.
Al día siguiente descubrirla que también de los arboles! Cuando me compartió el bosque salvaje que estaba ayudando a crecer en un terreno cercano a su casa, propiedad de su padre recientemente fallecido, y que ella se niega a vender a fin de salvaguardar ese encantador paraje.
Asistimos al espectáculo en el puerto de Audieme, con un recital musico-comico de unos artistas locales, danzamos juntas en otras ruedas, y volví a llenarme del estruendo de fuegos artificiales en un cielo de luna llena sobre el mar oscuro… I M P R E S i O N A T E!!! Mente bello!!!
Agotada llegue a su casita, y tras ofrecerme te, frazada, internet, y mucha cordialidad, me abandone a mis sueños reparadores….
Al despertarme a la mañana siguiente, la encontré en la cocina trabajando. No precisamente en tareas culinarias, sino armando una nota para el periódico en el que trabaja. Me contó algo mas de su vida, mientras preparaba el desayuno con menta de su huerta, y entonces se le ocurrió hacerme otra nota a mi en función de mi vida viajera.
En pocos dias mas, salió publicada en el diario bretón, y me la mando por face. Se las comparto:
http://www.letelegramme.fr/finistere/capsizun/tourisme-de-saint-jacques-au-cap-sizun-09-08-2017-11624157.php
Hablamos de ángeles y de Milagros… hablábamos el mismo idioma… y no me refiero a mi incipiente francés que mejora día a día.
Le conté mi idea de que la decena de los 50 a los 60 la vivo como un tiempo “bisagra”, como cerrando etapas pasadas y abriendo puertas futuras, aunque el presente pareciera que desaparece invisiblemente… algo así, que tanta filosofía en otro idioma, resulta difícil de explicar y mas aún de entender. Pero ella lo simplifico magníficamente: “Bi- Sacra”: la Vida es sagrada! – me confirmo asintiendo. Todo quedo mas claro para mi… Este sentimiento continuo de incertidumbre desanclo aquellas raíces profundas con su precisa definición y me fue mas que suficiente para corroborar una vez mas, esa verdad maravillosa: “La Vida es Sagrada!” y es un privilegio vivirla a full, con pasión y alegría, como esta hormiguita se empeña cada día!
Tras visitar su bosque, y hacer una oración de honra a los hermosos ejemplares que allí crecían, me tuve que despedir para seguir mi camino, con la seguridad de que nos volveremos a encontrar en un tiempo cercano ….
Acomode unas lagrimitas, y volví a levantar mi dedo mágico. Paul, con su Traffic de florista, se ofreció a llevarme hasta Quimper, aunque se hizo tan amena la conversación, que siguió 100 kms. mas! hasta alcanzarme a la costa norte, a la Cote de Granite Rouge ( extensas playas y acantilados de piedras Rosas). En un momento el olorcito del aire nos mostro la fabrica local de mis amadas Kowing aman¡.. sin pensarlo ni pedirlo, recibí otra redonda exquisitez! Que placer de media mañana! El generoso chofer aprovecho la parada para mostrarme los arreglos florales que el mismo hacia y vendia repartiendo en toda la comarca, preciosos! Como mi tortita!
Inquieta como soy, lejos de llegar a una playa, extender una lona y reposar al sol, emprendí una caminata con rumbo incierto, entre los macizos rocosos. Pronto descubrí un senderito, por lo que corrobore que no soy la única loca caminante, y pase varias horas bordeando el mar, desde distintas alturas y ángulos diferentes, a cual mas maravillosa postal.
Atardeciendo, decidí con prudencia, retornar a la casa familiar, tal cual me había comprometido, para no alarmarlos con tardanzas indebidas. Reconozco que para los que no me conocen demasiado, mi ritmo “atipico”, les causa unas temerarias incertidumbres, siendo que no es mi deseo, complicarle la vida a nadie.
Así que mi angelito conductor, me consiguió el auto de dos amigas que iban en mi misma dirección.. Causalmente una de ellas, al volante, vivía en un pueblo cercano a Melesse, y… me llevo hasta la puerta de la casa…justo cuando Mimi se disponía a servir la cena.
Hasta yo no dejo de asombrarme de lo afortunada, privilegiada! Que soy! Por lo que no puedo, ni quiero! Dejar de AGRADECER! A todos los que me ayudan, me cobijan, me acompañan, y especialmente a los Angeles que me guian.
Tras compartir las aventuras del día con la familia, el merecido descanso, y a preparar el bolso para empezar la “bajada”, rumbo sur, al día siguiente.
Aunque pareciera raro tener que preocuparse de armar el bolso, ya que al estar siempre en movimiento, casi nunca lo desarmo demasiado, esto de haber parado casi diez dias en una casa de familia, ha hecho que descargue mas de lo habitual, y que me retire con varios regalos nuevos! Que tuve que acomodar. Además de todas las emociones, que las despedidas con los seres que has aprendido a querer, te movilizan el alma…
Tras las croissants de desayuno compartido, Mimí me acompaño a la ruta de salida de Rennes, y con gran abrazo sellamos la promesa del próximo encuentro. Miré hacia adelante, como en la Vida! con el cartel de “Nantes” que Jean Christophe me había preparado, y mis siguientes conductores aparecieron en un santiamén! Un directo!
Una hermosa pareja de un portugués con su mujer mexicana y su niñita de bucles oscuros en la sillita a mi lado. La pequeña enseguida se dispuso a dibujarme “a su familia” con los marcadores que llevaba ordenados en su carterita. Al llegar a destino me obsequio su obra de arte con su su simpatica sonrisa inolvidable.
Vuelta en bus turístico por Nantes como para darle un vistazo, aunque fue mas una pasadita que otra cosa, y vuelta a la ruta de salida.
Otro tanto en La Rochelle, que como ya la conocía de un viaje anterior, no me detuve demasiado.
Pasé directamente a Rochefort. No sé si fue mi amor al queso azul, o mi lectura devoradora, lo cierto es que lo pronunciaba igual que el preciado lácteo y nadie me entendía donde quería ir. Hasta que se lo señalé en el mapa al siguiente conductor, y acordó llevarme. Me explicó varias veces que ese día, él no tenía nada que hacer, que estaba de vacaciones aburrido, y no sabía adonde ir, que vivía por ahí nomás, que no le molestaba hacer los 200 kms. que faltaban recorrer, que le gustaban mis historias y me sonrisa, que le hacía bien..! Todo en sincera confesión, nada de segundas intenciones ni nada que se le parezca! El relato normal de alguien que esta solo en la vida, sin grandes expectativas y poca imaginación. Bastante tiempo libre, mucha generosidad y mucha más flexibilidad! Ja! Ambos salimos beneficiados! Yo llegue “puerta a puerta” al hostel de Rochefort y él se alegró la tarde, sintiendo que hizo su buena acción del día: “Ganar-Ganar” dirían los libros de autoayuda!
La tarde nubladita no daba para la playa, así que me conformé con una caminata por la costa, disfrutando la puesta, entre largas rosadas nubes, sobre un Atlántico impaciente, del sol que llevo adentro.
Se ve que el Sr. Otoño se acerca, porque hoy tampoco hubo oportunidad de playear ... y habiendo cumplido con el circuito típico: iglesia local, museo, calle comercial, y algún parque local, decidí continuar rumbo sur.
Saque a relucir el siguiente cartel de J.C.: “Bordeaux”.
El primer auto que para, me sonríe, y me hace seña de subir. Le pregunto para confirmar si va para el sur, y el señor me asiente con la cabeza al tiempo que destraba la puerta, y se baja a meter mi bolso en el baúl.
Me hace entonces una seña que él no puede oir ni hablar... pero que entendió mi cartel.
No voy a alardear que no me puse un poquito incomoda, y tuve mis segundos de duda con respecto al asunto. Pero apenas nos miramos a los ojos, como pactando la decisión de comenzar a andar, supe que era verdad, y estuve tranquila. Al principio era muy raro estar con un desconocido, tan próxima, y no poder intercambiar ni una frase de presentación o de motivo del viaje, algún relato de recorridos pasados, o enterarme de que hacia el.. En fin, los primeros intercambios.... Solo silencio...
Solo atento a la ruta... y yo atenta a no inquietarme. Que difícil es mantener el silencio! A cada rato me daba ganas de hacer algún comentario, de preguntar sobre algo de lo que estaba en el exterior, algo!! Así que se me ocurrió, buscar mi bolsa de frutas que siempre algo llevo, y le convidé damascos. Al principio no quiso aceptar, pero ante mi insistencia (poniéndole la bolsita casi delante del parabrisas para que la notara), termino tomando algunos. Por fin, teníamos algo para compartir!
Y las sonrisas mudas que intercambiábamos cada tanto, como para chequear que estábamos cómodos uno con el otro, y todo iba mas que bien!
Llegados a una de las rotondas de acceso a la gran ciudad, la autopista se congestiono, un largo tapón demoro la entrada por mucho rato...
Seguimos picando ciruelas...
En un momento, estiro su brazo y abrió la gaveta delante de mi asiento, sacando una libretita con una birome enganchada en su espiral.
Prolijamente escribió:- “Donde prefiere que la deje?”
Lo pensé un segundo, y le tome la libretita de sus manos, y escribí: -“En la salida para Bayonne”. Asintió con la cabeza, y cuando el tráfico así lo permitió, avanzó y estacionó en un cruce. Con hidalguía dejó su asiento, me abrió la puerta de mi lado (no sé si por gentil, o porque se trababa, ja!), abrió el baúl, me entregó mi valija, y dispuso sus abrazo para una feliz despedida. Con sus manos unidas sobre el pecho, me indicaba las gracias por los damascos recibidos. “Dar-Dar”, cada vez me gusta más este sistema del dedo! Te lleva mucho mas lejos que cualquier ruta física...
El nublado seguía autorizándome a avanzar kms., y mis ganas de playa soleada, me dieron envión para bajar hasta Biarritz!
Tanto que mi maleta roja de Mary Poppins se negó a seguirme: ya venía con una rueda clueca, que vaya a saber donde se había quedado, y ahora se desprendió la manija extensible para arrastrarla. Imposible empujarla agachada sobre el bolsillo lateral, nada elegante!!! Y muy problemático para mi escoliosis! Por suerte, la calle que iba al hostel, era una pendiente para abajo, así que casi se podría afirmar que llegamos rodando!
La lógica indicaba que todo lo que baja, debe subir, y no estaba dispuesta a cargarla a la salida del día siguiente. Tuve que correr a un shopping (ya era casi la hora del cierre) (Francia tiene muchas virtudes, pero todos los negocios cierran muy temprano!) a comprar otro bolso de repuesto.
Esta vez, lo único para elegir (¿?) era uno de Betty Boo, así que la hormiguita cambió de disfraz y enrulando sus cavilaciones, flauta en bolsa, pasé por la caja, y me lo cargué.
Sin perder más tiempo, corrí al mar y ahí sí! El sol despidiéndome el día entre unas olas bravas y una ciudad prometedora.
Unos cuantos surfistas hacían sus piruetas en el agua ya oscurecida, y el viento me empujaba hacia el centro. Una larga costanera, llena de escaleritas, me invitaban a balconear a distintas alturas. Amistosos bancos dispuestos a recibir tu reposada mirada, y farolas que se prendían a mi paso, como luciérnagas de bienvenida.
El aire olía a mar y estrellas...
Sabía que se acercaba el final, y no quería terminar el viaje...
Biarritz sería el último eslabón de este Promenade Francés que me inventé para aprender, mejorar y practicar el lenguaje suave que me acaricia el alma, desde otras vidas lejanas ...
Me senté en un bar con las típicas mesitas redondas de chapa, con una velita pequeña en su centro, a brindarme una fresca cerveza con quesitos, con el viento entre mis rulos encanecidos a mucha honra, con el Merci Deus! en mis labios y en mi corazón. Salut! (levantando la jarra! Y la sonrisa!).
El día siguiente ya impuso desandar el camino por donde había llegado a este país. Antes de iniciar el otro “Camino” a Santiago de Compostela: Saint Jean de Luz y Hendaye, me despidieron en la frontera. Irum me abrió sus brazos españoles en la Tierra Madre (aunque conquistadora, aunque ése es otro tema...), Donosita (San Sebastián) con su bahía maravillosa, me marcó la ruta directo a Madrid... ocho horas y 16 autos distintos, me fueron bajando como gotas de sudor a la cálida capital, al reencuentro de mi entrañable amiga Mónica, siempre dispuesta a albergarme en su casa y en su alma.
Estuve una escueta semanita quieta, esperando que la mía me alcance... Dicen algunas leyendas indígenas, que cuando uno viaja, el cuerpo llega, pero al alma le lleva mas tiempo hasta juntarse con el individuo y volver a conformarse en un Ser. Y algo de eso debe ser cierto, porque hay tanta información, tantas emociones, tantas vivencias por acomodar... Más acomodar papeles, recuerdos, fotos, folletos, notitas, escuditos, etc. Etc... Más acomodar la ropa usada, aplastada, manchada, ja! Ponerse al día con los llamados, los mensajes, los saludos de cumples atrasados, y algunas cuestiones “administrativas”/laborales impostergables (impuestos, arreglos de plomería inoportunos). Y la debida “puesta a punto” con una completa tintura, depilaciones varias e intento de resurrección de uñas en estado deplorable.
Cumplidos todos estos pasos, y aún quedándome otra semanita libre hasta la fecha de mi pasaje de retorno a mi Baires querido... el bichito francés adictivo, me picó otra vez!
Los 39ª C a la sombra de Madrid, me decidieron a volver al mar, pero esta vez, del otro lado...al Mediterráneo! Cosa de completar la cuadratura del círculo, si alguna mirada metafísica se merece todo este derrotero....
Esta vez, vacaciones también para mi dedito: un micro nocturno (para dormir a pata ancha..), me volvió a depositar al otro lado de los queridos bellos Pirineos.
La ciudad de Perpignan, me recibió con su “Fiesta de los jueves” en las callecitas medievales, su debida muralla, su río encanalizado, el puente con flores, las calles empedradas, la música francesa en algún acordeón esquinero, el aubergue jeneusse, el quiché Lloraine (que aunque de supermercado y al microondas estaba exquisito!), la tarte de Pommes, y los petits cafés... Otra vez, toda Francia en el puño de mi mano! Fue como estrechar una vieja amiga... y eso que sólo me había ido por unos días...
Qué misterio me une a estas raíces ocultas? Qué escondido árbol genealógico me abren sus ramas? Por donde la mire, soy feliz por aquí...
Entonces, a seguir disfrutando! Directo a la playa de Argeles Sur Mer!
Forzándome a “quedarme quieta!” me alquilé por una semana, una especial petit cabaña, de cuentito de hadas, especial para mí... en medio de un bosque.... (en realidad un camping, pero no suena tan poético, ja!) , y con la tradicional mesita redonda! Y rosa!!!! Para poder escribir MUCHO!!! Los tenía muy atrasados de noticias... Para sentarme a leer Mucho! (cosa que intenté pero no lo logré, en fin... todo no se puede!).
La arena blanca, finita y extensa, de desoladas playas (poco turística y ya empezando la baja temporada...) me llamaba a cada rato!
Quedarme quieta tumbada bajo el sol, tampoco me sienta bien. Soy de las que prefieren meter las patas en el agua, y caminar largos kilómetros por la orilla, sorprendiéndose cuando algún médano te interrumpe el paso.
Volver con el sistema de tostado “vuelta y vuelta” (sol de frente y/o por la espalda alternativamente) hasta reencontrar el bultito de tus ojotas, toalla y libro,
abandonado varias horas antes. (Por suerte, todavía estaban donde los había dejado!)
Un día, otro... otro más... pero tanta rutina me supera, por más bello Mediterráneo que sea. Así que al cuarto día, y que el sol me perdone, preferí tomarme el colectivo local y visitar los pueblitos vecinos.
El pintoresco Colliure me cautivó con sus bahías encerradas entre altos acantilados, su antiguo fuerte del s.XIII custodiando la ciudadela antigua, ahora llena de barcitos y negocios de souveniers, tiendas de ropa super top models, y consabidas prendas hindúes made in China, sofisticadas vinotecas de la región (caves), y muchísimos ateliers de pintores, escultores y otras artes. Una pinturita! El puerto con sus yates a todo lujo, las embarcaciones para turistas que descienden a las profundidades a observar corales, y barcazas multicolores de pescadores locales. Una fiesta para los sentidos. (Aunque el olor a mariscos no es lo mío...).
Un cartel con una "Papillon" ( mariposa) azul, prometia un paraiso... Y allí fui!
Un jardin de cañas y plantas tropicales, con un sistema especial de temperatura y humedad provocada por los mismos chorritos que había en el restaurantes que había estado con Andreas, creaban un microclima apto para estos seres maravillosos. Dificil fotografiarlas en todas sus inquietas voladas, y ademas se me empañaba el lente. Pero juro que me las disfrute por doquier, y eso incluye mi cabeza y mis manos!
Cumplida la semana, y engolosinada de mar, decidí quedarme unos días más, aunque me mudé de camping: alquilé una “caravana” totalmente equipada! Lo que nosotros llamamos “casita rodante”, aunque ésta estaba detenida fijada al terreno. Un toldo extensible hacía las veces de living de entrada, y adentro cama doble, baño y cocina!
Afuera: parque y piscina con cascadita, un lujo afrodisíaco!
Algunas carpas de modelos varios y muchísimas motorhomes, vicio institucionalizado entre los adultos franceses que arriban a la jubilación!
En una de ellas, sintonicé a una mujer de mi edad, también sola, y amante de la lectura bajo los árboles.
Enseguida entablamos conversación, y descubrimos un montón de coincidencias! Habíamos estado haciendo casi el mismo viaje, casi al mismo tiempo, pisándonos los talones sin saberlo, en las mismas fechas!
Sandy, galesa de nacimiento, tras su divorcio y venta de su casa conyugal, había decidido comprarse la motorhome de sus sueños, y acompañada con su perra Rosy, darse una vuelta sabática a lo largo de una año en solitario. Ya había recorrido los mismos castillos que yo en el Loire, la misma vuelta a la Bretagña, la costa oeste, los Pirineos, y ahora el Mediterráneo! Con ganas de seguir para España, por la misma ruta que yo pensaba volver en dos o tres días más. Ergo... me invitó a bajar a Cadaques en su “casita”!
Ni lerda ni perezosa, acepté gustosa la invitación!
Una noche en Port-Vendres y despedida definitiva de France en Cerbere, con croissants y “el último café...” (como en el tango…)frente al mar.
En Cadaqués nos esperaba la casa museo del genial Dalí, y aunque había que tener reserva por internet con tres meses de anticipación, mis angelitos lograron nuestras entradas para esa misma tarde! Sólo dos horas de fila y “alguien” no se presentó a tiempo, otorgándonos la posibilidad de adquirir sus lugares. Coincidencias? O Milagro!
Más cervecitas en la playa adormecida y otro genial encuentro con Ariel, un joven israelí, con una larga y exótica charla sobre fenómenos paranormales... Que las hay, las hay! Sino, cómo se explica?...
En Figueras debíamos separarnos. Ella recibiría la visita de unos parientes y yo quería volver a la cima de las montañas, los Pirineos me volvían a susurrar su convocatoria.
Avancé en tierras de Catalunya, donde las banderas violetas con el “SI” inscripto, auguran su esperanza de independencia, y el idioma marca la diferencia con sus compatriotas españoles.
La pequeña ciudad de Olot me sorprendió con su arquitectura neobarroca surrealista, y su destello de excelencia en sus cuidadas calles y parques.
Tierra de volcanes extinguidos que te invitaban a escalarlos, para descubrir sus hoyos secos de lavas viejas.
En la cocina del hostel descubrí un mate sobre la mesada. Elevé la vista y una jovencita me saludó con el inconfundible tonito de un “Hola” argentino!
Estaba de visita en esa ciudad, sólo para presenciar la final de los juegos olímpicos de patinaje sobre patín en una cancha olímpica que existe en esa distante y anónima (para mí ignota!) población. Qué de cosas maravillosas que tiene la Vida y que ni sospechamos cuando estamos tan ocupados con la propia..
Decenas de patinadores/as se habían dado cita allí, para disfrutar el deporte que tanto aman y practican con sus esfuerzos y sus esmeros. Qué grande y qué pequeño es el mundo! Porque siguiendo con la conversación, mateada de por medio! Descubrimos que teníamos un amigo en común, en nuestra patria lejana. Increíble!
Qué las hay..? Quién ata los hilos invisibles que nos unen y nos llevan a estos encuentros sorprendentes...? Veremos, veremos, y algún día sabremos?...
Por el momento, decidí disfrutar mi nuevo alojamiento: la Torre Magrida, un palacio renacentista de 1920, en tierras catalanas, un lujo inesperado a precio de hostel! Y para mí sola! Toda la delegación partió esa mañana con nuevos rumbos. Yo me instalé en los jardines versallescos, bajo las glicinas lilas, a continuar con mis escritos, y a contemplar los rosales junto a las gigantes sequoias,
Dos días más y definitivamente debía cerrar esta vuelta mágica: Andorra, con sus altísimas montañas, prometía ser el lugar ideal.
Dedo mediante, allá vamos! 300 kms. a recorrer y subir a los 2500 metros s.n.m..
Una leve nausea se me asomó en el vértigo del sinuoso camino. Y el frío me sorprendió al cambiarme de vehículo en alguna curva.
Claro! Había olvidado que entraba en territorio de alpinistas y esquiadores. Aunque aún falta un tiempito para la temporada, la diferencia climática ya se sentía. Por suerte, siempre voy munida de mi infaltable “saquitoporlasdudas”, y logré sobreponerme al escalofrío.
Quería tener un sellito más en mi pasaporte, ya que Andorra no pertenece a la Unión Europea, pero los de la Aduana andaban sin ganas de trabajar, por lo que nadie nos paró para controlar nada, y no logré mi cometido.
El país es un larguísimo valle encajonado entre montañas altísimas, y siguiendo el curso del consabido río, a ambas márgenes, se encuentran millones de shoppings, tiendas de electrodomésticos, artículos de tecnología de punta, whyskies y alcohol como para emborrachar al mundo, perfumerías de marcas top, cigarrerías y tabacos de todos los colores, negocios de ropas deportivas de las marcas más caras, y de los deportes de más caros aún! En fin, un mundillo de lo más ajeno al mío!
Para peor, el ruido, de innumerables grúas y maquinarias construyendo torres aquí y allá, entubando el río, comiéndose las montañas para sembrarles cemento estático en estructuras ”modernosas”, espejeando un lujo falso de una sociedad consumista hasta la enésima.
Qué decepción!!!
Aunque al elevar la vista, un poco más alto que las luminosas marquesinas, había otro mundo..: colinas de pinos infinitos, nieves eternas, rocas silenciadas por los vientos...
Mejor irse a dormir, mañana las cimas me esperan...
Dicho y hecho: dejé mi valija hecha en el hostel, averigüé con qué bus podía huir de ese infiernillo, y remonté hasta un lago en un bosque sublime. A las 9 de la mañana, solo los árboles y yo! Qué placer.... los pájaros comenzaban a revolotear y la brisa a calmarse. Empecé a caminar... (para no perder el vicio!ja!) Mi Alma se fue llenando de gozo, mis pulmones se abrían en el recuerdo de los primeros pasos del Camino desde Saint Jean de Pie de Port al inicio de la Compostella. Me dí cuenta, que casi sin querer, había llegado al mimo punto de inicio! (kms. más o menos...)
Me senté en un tronco con forma de trono, y Dios me habló....
El corazón se me llenó de nombres, todos aquellos con los que lo había compartido, los que me habían alentado a iniciarlo, los que me cobijaron, me alimentaron, me acompañaron, los que compartieron trozos de mi Vida en el pasado, en el Presente, los hijos, los amigos, los conocidos, los amores, los nuevos acercamientos, los fugaces y los permanentes, los que quedaron por el camino de la vida, los que partieron... Era una lista enorme, larguísima... llena de caras sonrientes, pacíficas, saludadoras, conocidas! Llenándome de un Amor tan grande que me rebalsaba... y entonces, solo pude AGRADECER....
Me levanté flotando, y seguí mi marcha, ascendiendo por una ruta indefinida.
Un cartel me señaló un sendero botánico con explicaciones de la vegetación típica de esos parajes. Me detuve a contemplar cada especie, como sintiéndome parte de esa Naturaleza viva de la que día a día me siento más parte, casi como convirtiéndome en un árbol caminante... comprometiéndome con mi madre Tierra...
Entonces la ví!
En medio de todo eso, una pequeña hermita con una placa como de virgen ortodoxa: La Virgen de la Ecología! Jamás ni la había escuchado nombrar... pero allí estaba, aseverándome “mi Camino”, finalmente la respuesta había llegado!
Seguí un poco más, mi mapa marcaba un sendero que no logré encontrar. De repente, el camino comenzó a subir, a subir... a subir..... junto con el sol! El calor no se hizo esperar, pero ya no me quería bajar, tenía que descubrir hasta dónde llegaría. Así de curiosa he sido, y parece que seguiré siéndolo hasta que las piernitas me aguanten...
Ya cansada, y escuchando un auto a lo lejos, decidí encararlo con un dedo. No paró.
Seguí supongo que una hora más... Otro motor, la silueta acercándose desde las curvas en zigzag por la ladera a mis pies. No paró!
Más tarde otro, y no paró tampoco.
Extrañada, llegué a la conclusión que en Andorra no se hace dedo. Así que empecé a dudar si seguir subiendo, o decidirme a bajar, no parecería que la cima estuviera muy cerca, y además, como casi siempre, cuando la alcanzas, hay otra un poco más allá esperándote para un nuevo desafío. Como la Vida... como enseña el Camino...
De repente, un abra en el bosque, me meto, sigo un senderito de cabras, apenas unos metros... y el abismo monumental con una vista increíble sobre el valle a 2500 metros más abajo. Un peñasco me invitó a sentarme en su puntita desafiante. Por un momento me sentí el cachorrito del rey león el día de su bautismo. Casi entoné su canción!
El Alma me estallaba de Felicidad! Ahí arriba, en solitario... ahí debía llegar ciertamente para gritar con todas mis fuerzas (sabía que nadie me escucharía). Llené mis pulmones con todo el oxígeno a mi disposición, retuve la inhalación...
Pasaron dos cóndores amigos por sobre mi cabeza emocionada.
El –“GRACIAS!!!!”- más gigante que jamás había gritado estalló en las montañas vecinas en un eco interminable de bombos y platillos celestiales.... El silencio volvió a mí... la calma...la PAZ....
Entonces supe... que el Camino había llegado a un Nuevo Camino...
Con la certeza de mis nuevos pasos, los reencontraré en poco tiempo más, en mi otro blog: Eraseunavezunárbol.blogspot.com plantando árboles en Amor, sembrando Conciencias... por un mundo en Paz!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Si querés, dejame aquí tu mensaje o compartime tu Milagro...