En Marzo
2015 un incendio provocado intencionalmente, desbastó cerca de 60.000 ha. en la Cordillera de los
Andes, cerca de la localidad de Cholilla, Patagonia Argentina.
En 2018 la
Asociación Amigos de la Patagonia promovió un proyecto de recuperación del
bosque nativo: ReforestArg.
Con la ayuda
de donantes particulares, empresas privadas, Gobierno de la Provincia de
Chubut, bomberos voluntarios, personal del Cuerpo de Rescate interviniente,
técnicos forestales y ambientalistas, convocaron en Semana Santa 2019 a la 3° Jornada de plantación de especies nativas: cohiues y
cipreses.
Enterada de
esta patriada, la Hormiguita no quiso perderse la oportunidad de vivir
semejante experiencia junto a sus amigos “los árboles”, y emprendió el viaje,
donde conocería a otros 80 geniales amigos fanáticos de la Naturaleza y el
cuidado del medio ambiente.
Algunos llegaron en lancha, y otros en unimog y camionetas 4x4, cruzando ríos y badenes, como la mejor película de aventuras!
La belleza del paisaje contrastaba con la realidad que ibamos a tratar de remediar...
Tras las
presentaciones personales y la de los objetivos del grupo, salimos a llenar las
mochilas con los plantines seleccionados. Emprendimos la ascensión a la montaña
con el entusiasmo en alza y las ganas más que dispuestas.
El jefe de
Bosques nos dio las indicaciones y las mejores recomendaciones para cada
especie: cohiues y cipreses, junto a la demostración del uso de la pala y las
manos.
Debíamos
llegar a los 1000 m.s.n.m. (metros sobre el nivel del mar) para permitir la
mejor volatilización de las futuras semillas, cuando nuestros “bebés” crezcan
lo suficiente para reproducirse por sí solos.
Y cuando
digo “bebés”, es porque así los sentía, tan pequeñitos e indefensos,
necesitados de la mano amorosa para ser ubicados en la tierra que los nutrirá y
sostendrá el resto de sus vidas…
Ante cada
apretón de las raíces en el suelo (para vaciarles el oxígeno que pudiera
quedarles en el movimiento de traslado), y armarles la cunita que recibiría el
agua de las lluvias, mi corazón les susurraba a modo de despedida: “Suerte! Que
Dios te ayude a crecer alto y sanito…!”
Alternamos trabajo con fraternidad en todas las comidas compartidas, abundantemente preparadas para no perder fuerzas ni alegrías!
El sol generoso nos acompañó los 3 días y la bella luna llena, las 3 noches…
Los fogones nocturnos , con guitarreadas y vino prudente, completaron los briosos corazones.
Alternamos trabajo con fraternidad en todas las comidas compartidas, abundantemente preparadas para no perder fuerzas ni alegrías!
El sol generoso nos acompañó los 3 días y la bella luna llena, las 3 noches…
Los fogones nocturnos , con guitarreadas y vino prudente, completaron los briosos corazones.
Entre todos,
logramos casi 6.500 ejemplares en tres días de armoniosa y agotadora labor.
¡Tarea cumplida! Y… ¿quién nos quita lo plantado?
Con la
esperanza de que este inspirador proyecto se multiplique y crezca en otras
comunidades, emprendimos la retirada de la montaña, sabiéndola sabia y
poderosa, como la pura Naturaleza que es.
El vuelo del
cóndor bendijo nuestro trabajo, en presencia de glaciares milenarios y agua
cantarina.
Reconociéndonos como seres vivos con las mismas necesidades de respeto, nos sentimos hermanados a todas las manifestaciones en la Tierra, nuestro amado planeta, y rogamos por las almas de quienes “por ignorancia” aún la lastiman.
Deseando que
¡Nunca más! se repitan estas catástrofes*, y que siempre haya muchos bien
dispuestos y desinteresados, a reparar “los errores” de unos pocos.
Gracias a
todos los que participaron, desde la organización y la materialización, a las
exquisitas cocineras, a los asadores, a los proveedores, a los choferes y a
todos los que involuntariamente me olvide de mencionar.
En Agosto
volveremos! con nuevas fuerzas, las mismas ganas, y muchos más nuevos árboles
por plantar!
Acá pueden ver, el horror que pasó en el 2015.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Si querés, dejame aquí tu mensaje o compartime tu Milagro...