Me perdí la bici! Y/o el monopatín!! Hoy
llovía… aunque a los daneses eso parece no preocuparles para nada. Iban
derechitos, montados con la espalda recta y sus pilotines de colores, como si
nada. Pero yo arrugué, ja! Preferí
caminata de despedida por el centro comercial en búsqueda de los regalitos para
los seres queridos.
No deja de asombrarme como conviven respetuosamente las
nuevas y las viejas construcciones!
Y la cantidad de bicis por todos lados, y sin atar! Cada uno
confiando en que encontrará la suya, al salir. Y sin equivocarse! (para
llevarse una mejor).
La honestidad en estos países ASOMBRA!!! No sólo la no corrupción de sus políticos,
sino la gente que toma el metro, donde no existen molinetes ni nadie que te
pida el ticket o el boleto, ni en el bus local; sin embargo, todos lo tienen
registrado en el teléfono (que tampoco nadie pide verlo!). Pero he asistido a
quién se baja 4 paradas antes de lo necesario, porque su ticket se vencía en
ese minuto, y no quería seguir “colado” 5 minutos más de lo pagado. O que
llegue a destino y vaya a la boletería a comprar el pasaje del viaje que ya
usó, sin que nadie nunca se lo va a pedir. Etc. etc.. de ésas varias, que para
un argentino, es bastante difícil de entender, siendo el país de “los vivos”,
tenemos tanto que aprender! Que la
corrupción comienza en la conciencia de cada uno…
Aunque sí usan lockers, y para mi asombro, los guardarropas
de algunos museos, o del teatro, tiene una especie de candado en la percha, que
uno cuelga sus cosas self-made. Un puesto menos de trabajo: la chica del
guardarropas, no existe!
Otra curiosidad respecto a ropa, y esto vale para todos los
escandinavos que vi en este viaje, incluídos islandeses. La mayoría de los
caballeros son altos y esgarbados. Cuando van de traje, los usan de pantalón
muy chupín, más bien cortos, sin medias y con elegantes mocasines o zapatillas
(N° 50 mínimo!) y el saco es tan corto que se levanta en la cola, como también
cortas las mangas, luciendo gemelos en impecables camisas. Al principio, me
parecían muñequitos, pero después le encontré la elegancia! Ja!
Otra más? Que la
costumbre de sacarse los zapatos al ingresar a una casa, no sólo rige en Japón,
en Escandinavia y Dinamarca, también es de rigor! Y se completa el look
interior con chinelas o “skippy”. Ja!
Volviendo al paseíto de hoy, visité una muestra fotográfica
muy linda, sobre bailarines de danza clásica, en el edificio del Town Hall
(Municipalidad) donde uno entra como normal ciudadano, sin ningún control, ni
nadie que te pregunte nada!
No dejo de pensar en princesas y cocodrilos cuando paso por
castillos de verdad, con foso y todo! en medio de la ciudad.
Y dando vuelta la esquina, en vez del palenque para atar
caballos engalanados te encuentras con los cargadores eléctricos para los autos
de los príncipes actuales!
Cometí la misma tontería de otras veces, (por culpa de la
lluvia) de visitar el museo de Arte y Diseño, y me guardo los comentarios… ja!
demasiado modernoso para mi gusto (e incomprensible de estar en un museo).
Aunque sí la emboqué con una muestra de Arquitectura en un edificio super!
Aprovechando un arco iris en el horizonte, me metí en el
Jardín Botánico.
Pequeño aunque encantador, con un gran GRAN vivero de vidrio y
hierro, donde, entre otras cosas, había un mariposario.
Pero esta mariposa-hormiga
prefirió usar el cerebro para volver a refugio seguro, antes de que el
siguiente chaparrón la dejara deplorable. Mis piecitos agradecidos, y mis
deditos, prontos a contarles este final y despedida.
A último momento recibí otro REGALO inesperado de la vida!:
se comunicó conmigo un amigo de una amiga de mi hija que vive aquí en Copenaghe
y que me habían pasado su dato casi 3 meses atrás. Me invitaba a “una
Meditación” que justo se daría en la hora siguiente, muy cerquita de mi hotel.
Sentí el llamado, y no pude faltar a la cita: fue la real
“Vuelta a casa” que necesitaba. Bajar los decibeles, dejar de mirar el afuera
(ya fue más que suficiente!) y volver a conectar con mi propio adentro, con mi
casacorazón, con mi raíz…. Relajación en el piso y ceremonia del té con
almendras! Qué bonito regalo! Gracias Johannes!
Y como frutilla del postre, al terminar, su novia Eliana,
nos pasó a buscar para ir a una milonga!
Sí! Milonga en Copenaghe! Hay muchísima gente bailando tango
por aquí, tienen milonga todos los días, y hay veces que dos en el día! Y un
montón de clases, seminarios y festivales. Esto sí! que fue como ya sentirse en
casa de verdad!
La Milonga del Diego (alusión evidente a nuestro futbolero
del éxito) compartió la mano de Dios conmigo! Con este otro broche de
despedida!!!
Así que ahora sí!, me despido afectuosamente, hasta el
próximo viaje!!!!.... a vaya saber dónde
Dios y el corazón me lleve.
Aunque no puedo despedirme sin Agradecer a todos los que me
acompañaron, mis hijos, mis amigos, mis lectores, y en especial, a los 53
ángeles choferes que me transportaron en
sus coches (más los pilotos de avión, de trenes y de barcos a quienes no pude
dedear), a lo/as 26 anfitriones que me
cobijaron desinteresadamente en sus hogares, y a todos los que estaban en el
lugar y tiempo exacto, cumpliendo su mejor parte, para mi atención y
acompañamiento. Esto incluye a los mortales y a los alados invisibles, que una
vez más, derramaron su Gracia y su Poder, en mi beneficio, otorgándome Alegría,
Salud, Discernimiento, Voluntad, Curiosidad, Paciencia, y por sobre todo
AGRADECIMIENTO!!!!
Que Dios bendiga a cada uno, y les reparta Maravilas
multiplicadas!
Los quiero Mucho! Hasta la próxima vuelta!!!!
Chau!
ohmmmmmmm.......
OM SHANTI
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