viernes, 25 de julio de 2014

La Paz


Los había dejado yendo a tomar el micro de las 21 en Cochabamba…  que salió finalmente a las 23,30! sin ninguna explicación….  Evidentemente no estoy en Japón!


Había comprado un pasaje de coche cama, y se presentó uno parecido a mi transporte escolar de 7° grado… y con el deterioro del tiempo transcurrido.

Ante mi queja y la de muchos, la única respuesta fue: -“Vaya a la boletería a ver si le devuelven la plata…”- o sea, “Ajo y Agua!”  porque eso implicaba volver a buscar hotel para esa noche y pasar por lo mismo a la mañana siguiente. Y suerte que alcancé a ocupar mi asiento numerado, porque estaba sobrevendido y se armó un lío bárbaro con los que no pudieron subir!
Veo que todos los pasajeros sacan mantas cual cobijas, se ponen gorros y bufandas y se aplican a dormir.
Yo hice lo propio, siendo hora más que propicia…. Sólo que empecé a congelarme inexorablemente….  Ya que mi campera resultó más que insuficiente! Por debajo de los asientos corría una ventolera como si el piso tuviera rejillas directas al exterior!
8 hs. de titiritero, además de intentar acomodar las patas entumecidas, y el pánico ante cada bocinazo y reflecciones de luz alta en los focos de frente, en cada curva de la noche cerrada, me hicieron verificar mi teoría de que es mucho mejor mi sistema “dedo-stop”, donde por lo menos converso con los lugareños y aprecio el paisaje…  Micro boliviano, nunca más!!!

Amaneciendo llegamos a La Paz… 



ciudad crecida a partir del agujerito central de un gran embudo.  Es decir, es una gran depresión en el fondo de un valle de 600 metros de profundidad. La ruta llega por “El Alto” y ahí se divisa de repente, todas las laderas edificadas en bajante, como las favelas brasileras, pero vistas desde arriba.  Innumerables edificaciones de ladrillo sin revocar, con millares de caminitos terrosos que se convierten en escaleras y rampas en desniveles sin fin. Todo en medio de la bruma que dejaba lugar a la helada… Alcé los ojos, y…NIEVE!!!  Estábamos a -3°! …  Pensar que ayer me ilusionaba con la Primavera…  qué rápido que pasa todo…Ja!

Llegada a la estación, busco un bus o mini bus hacia la casa de Beatriz, mi anfitriona oficial en esta ciudad con un nombre tan bonito… tan prometedor….

El caos de tránsito de las primeras horas 

hizo desvanecer mi ilusión de PAZ en un santiamén!...  aunque finalmente llegué a la dirección establecida en el barrio del bajo.

Beatriz, la mamá de Amada, mi ex vecina de Tronador, la que me dio ganas de conocer su país! Me recibió en la vereda con los brazos y el corazón más que abiertos!
Orgullosa me mostró su departamento, y compartimos un reconfortante caliente desayuno, prontas a salir a pasear:

1° parada: ex estación de trenes, construída por Eifell!!!, hoy está siendo reformulada como estación de salida del funicular.


Proyecto recién inaugurado hace 4 meses! Empresa china de la mano de Evo! Que une el centro del bajo con el barrio alto! O sea, los 600 metros! En unas modernísimas cabinas con capacidad para 10 personas, donde todos disfrutan del paisaje del recorrido que sube en más o menos 10´, sintiéndonos pajaritos (o angelitas) a merced del viento, ya que se bamboleaban bastante…! (y uno aprovecha para rezarles que no se traben ni se caigan en ese preciso momento, Ja!) 








Hicimos ida y vuelta, hasta descender por una de las avenidas, y me fue contando de cada edificio típico del centro, desde la casa de gobierno, custodiada por uniformados de rojo vestidos a la usanza de la Guerra con el Paraguay.



  El viejo cine York en ruinas,
la Casa de Gobierno


cuyo detalle característico es que Don Evo decidió dar vuelta el reloj, ya que dice que los zurdos deben ir hacia la izquierda…  caprichito, verdad?

Es muy contundente ver que el perfil del banco Central se superpone al de la Catedral, y que su campanario da exactamente la espalda a la populosa población…  causalidad?...


El templo de San Francisco, con sus artistas callejeros en el gran atrio:




Pasamos frente al Teatro Municipal, que sería el botón de muestra del Colón, según los bolivianos…(¡?)  (Que evidentemente jamás lo vieron!)


Subimos por la calle Jasen, típica y original callejuela colonial empedrada con guijarros y fachadas de bonitos colores en sus tiendas y cafecitos, donde vivió Murillo, héroe local, y actualmente funciona el Consejo de Arquitectos en una de sus portadas, Ja!






Lo extraordinario de una guía local y nativa como Beatriz, es que además es una amante de la Historia del Arte y “casi” arquitecta! (por poquitas materias que no terminó de rendir), aunque experta colaboradora de su ex marido, también arquitecto, experto en urbanismo y paisajismo. Bingo!

Dando la vuelta a una plazoleta que ostenta “el Big Ben Paceño”, nos encontramos otra marcha de Cholas reclamando sus derechos…



Seguía aumentando el caos de tránsito como en cualquier gran ciudad!


 Y nosotras seguíamos reconociendo distintos mercados, pasarelas, avenidas, y la casa de la abuela de Beatriz! Ja! Que bien podría ser Patrimonio histórico, pero que desgraciadamente, como casi todas, han pasado a ser burdos negocios de chucherías…

Al mediodía hicimos un alto en la casa de su otra hija pintora y artista, quien orgullosa me mostró algunas de sus obras,




y con el padre de Amada compartimos un almuerzo típico: Mote, chuño y tunta!  Con jugo exprimido!
A saber: mote= choclo de granos grandes y sabrosos; chuño= papas negras con un proceso de deshidratación bajo la helada y exprimidas a pata! Y la tunta, también papas blancas chiquititas y congeladas que se hidratan y vuelven a crecer!  Todo con el rico sabor familiar!

Ahí me agarró el sueñito y volvimos por una siesta…  ya que a la nochecita queríamos ir a una tarqueada (peña boliviana)  que se realizó en un Coliseo cubierto (tipo Luna Park, pero la mitad).  Lleno! Y lleno de vendedores ambulantes de comida!  Finalmente comenzó el “Festival del Viento en los Andes”, televisado en cadena! y aparecieron las bandas de sikurys, los redoblantes, tambores y tamboriles, quenas, flautas de todo tipo, hasta cuadradas! Y los bailarines con sus coloridos trajes, según las regiones.





Daban la vuelta al estadio con sus pasitos y voleos, revoleando las targas (cuerdas o pañuelos tipo zamba) y sahumeando el ambiente con sus carboncitos de mirra, incienso, y coca! Por supuesto! Y mucho alcohol! Algunos chorritos iban al piso para honrar a la Pacha, Ja!

Los “Jacha Mallku” me encantaron!  Es un grupo de charangos, sikus largos con batería, bajo y teclados, super vitales y armoniosos!  Pongan Youtube:  frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Volvimos antes de que termine por un tema de transporte antes de medianoche, lástima! Estaba bueno….  

Esta mañana levantada tempranísimo para ir a las Jungas (Selvas) de Coroico, al NorEste de La Paz, rumbo a la frontera con Brasil.

Salí con el fresquito envuelto en guantes de lana, 2 pares de calzas, pantalón (algo finito pero es que ayer tuve el beneficio del lavarropas de Beatriz y aproveché a poner todo mi ajuar de viajera a punto tintorería!) buzo, campera y…sombrero azul, rumbo a la estación de minibuses.

Resultaron ser las Daewo  Damas (como la que yo tenía para las naranjas, Ja!), esos “pancitos lactal” que se sacuden como flan Ravanna, con 12 miniasientos para lililungos! Y que al menor viento lateral o un tropiezo con un adoquín, parece que fueran a volcar sin remedio. En fin, después me dicen de la seguridad del transporte, y me critican mis queridos Scanias..! cada uno a su juego!

Recorrimos 3 horas de un camino sinuoso sinfín, al borde de abismos “abismales”, de profundidades a donde no te llega la vista, y coronados de nieve y nubes efímeras, que sube hasta los 6.200 m.s.n.m.!






Tras pasar las cumbres, el paisaje cambia drásticamente y un verde profundo te envuelve el Alma: manchones de bananeros de hojas gigantes, flores, frutas en guirnaldas enhebradas en árboles de belleza cautivante. Perfume de eucaliptus, azahares, cítricos y maderas húmedas, en un cocktail visual de grandeza imponente, que seguía subiendo caracoles de tierra roja y chozitas ocres.


Llegamos a Coroico, con su plazita típica central, bordeada de capillita, dependencia municipal, y cientos de negocitos. Más los ambulantes y kiosquitos de cualquier especie. Un grupo de predicadores evangelistas completaban el bochinche en una esquina, en competencia con los parlantes de la promoción de planes de celulares en la otra…


-“NOOO!!!!!...”- no vine hasta aquí a seguir con los mercadillos… Quiero verde! Sólo verde!!!!  Y SILENCIO!!!!   Así no son las selvas en mi imaginación!

Algo frustrada, salí a caminar por los alrededores, pero sabiendo que “todo lo que baja, luego hay que subirlo…”  desistí de seguir las cuestas, y contraté un taxi! (compartido entre 6! Ja!) a unas cascadas cercanas, bah!  A unos “chorritos” cercanos… donde la sombra me refugió del sol abrasador, ya estábamos en 27°!  Unas mariposas me reconocieron, y me posaron para la bienvenida!






Algunos se bañaban en una olla natural, pero nadie me avisó de llevar malla, por lo que disfruté con el disfrute de los demás, Ja!

Luego visité la comunidad de Tocaña, habitada por los descendientes de los esclavos negros que lo fueron hasta 1952! 


Ya reconfortada, bananas y mandarinas mediante, bajé al trotecito, decidida a volver con mi dedito en alto!  Segundos apenas para que apareciera una Toyota super! con Guillermo al volante, el ingeniero vial que había construido esa carretera en el ´83 y ahora estaba contratado para su relevamiento de mejoras! Me vino explicando todo el proceso de cómo se siguen las huellas de los animales para hacer los trazados, el trato con los nativos de las zonas que van “invadiendo”, los cálculos de los puentes, la dinamitaciones de los túneles, los muros de contención, los cortes a pique de algunas laderas, el comportamiento de los glaciares, los tipos de pavimentos, el embalse de las aguas para el consumo de toda la población de La Paz, etcs. Interesantísimo!

En menos de lo pensado ya estábamos entrando a la ciudad, cuando nos sorprendió otra comparsa “Incaica” que festejaban el aniversario de su barriada. Otra vez la música y el baile acompasado! 





Gracias a Dios, a la Vida, a los ángeles o a quien sea, por otro día de tan maravillosos regalos!

Volví con el corazón lleno de aromas, colores y sonidos! De Vida!

Me dejó cerca del Centro, y bajé por “la calle de las Brujas”!  llamada así porque es donde venden todas las chucherías para las macumbas (algunos le dicen ofrendas). Esto incluye los hornitos, los sahumerios, los “regalitos” a la Pacha, los Ekhekos, y los fetos de llamas y cabritos!  Porque toda ceremonia o ritual que se precie de tal, incluye sangre animal!  Aunque aquí se lo toma como un “detalle folklorico”. BESTIAS!!!!




Aunque bueno… sabemos que las brujitas estamos en todos lados…! No sólo en estas callecitas, aunque yo prefiero las hadas a las brujas! Ja!

Volví  a la casita de Beatriz, quién me esperaba con un plato tibio de quinoa con queso de cabra…  Y me regala semillas para mi huerta angosturense!  Ojalá fructifiquen! Y me siga nutriendo de divertidas aventuras!

Ahora los voy dejando, el bañito y la bolsa de agua caliente me esperan! (De nuevo en los 0°C!)

Ah! Y más modelitos de hoy!:



No es un milagro que anden con el sombrerito sin que se les caiga?  Ja!


Ja!  Que sueñen con haditas! O angelitos, según prefieran…


PD: Ya estoy en Copacabana recién arribadita, tengo que armarles el informe de hoy, pero acá están por apagar el internet, sorry, se los debo para otro día... nunca se sabe donde vuelv a hber conección, besitos!

1 comentario:

Si querés, dejame aquí tu mensaje o compartime tu Milagro...