domingo, 15 de julio de 2018

Chicago


 
                
Bajé en la estación de buses Greyhound (no es propaganda ni canje gratuito), con mi valijita de hormiguita Betty Boo, mirando para arriba! como no puede ser de otra manera en esta apabullante ciudad.




El sol es una lejana metáfora detrás de las innumerables torres que se cierran sobre las calles vibrantes de gente, de coches, de buses, troleys, metros en altura, e innumerables homeless tendidos en las aceras, o pidiendo en las esquinas.



Me impresionó tanto salto cuántico entre el poderío económico que irradian estos “creativos” esbeltos y plateados edificios (la mayoría con destino de oficinas), y la pobreza paupérrima en que otros se arrastran.


Esto no es nuevo, y sucede en todas partes, pero aquí es apabullante!  Cómo casi todo en los americanos: todo es G R A N D E!  y esta diferencia también!

Comencé a desplazarme a pie en busca de alguna oficina de “Informes Turísticos”, pero nadie me entendía qué era lo que buscaba. Finalmente acertaron a corregirme: “Centro de Visitantes”!, aunque siendo sábado a la tarde, estaría más que cerrado.

Por supuesto no había hecho reservaciones en ningún lado, ya que ni yo ni menos Dios, sabría que llegaría allí.

Mi teléfono no funciona en el extranjero, ergo no tengo conección a internet. Pero como si la tengo con creces con los angelitos, enseguida se presentó “la ayuda”: un señor chino de un negocio cercano, me buscó un hostel en su computadora.

Cuando digo que me buscó un hostel, debo aclarar un hostel con disponibilidad para una pasajera, por una noche. ¡Ésa noche!

Y esa noche estaba todo Chicago ocupado con gente que iba a no sé qué recital de rock de un grupo ultra famoso (menos para mí que ni reconocí el nombre!), ergo ni una plaza en ningún lado!  Lado barato y potable, porque probablemente los hoteles 5 estrellas deberían tener, pero esos para mí no cuentan.

Lo cierto que después de insistir  –digo el amable chino – en su computadora durante casi dos horas! (2 hs!) lo logró: ejemplo de paciencia china! 

Y no sólo me lo reservó, sino que llamó a un Uber y me mandó “derechito a casa”, con todo servicio incluído. Pretendió darme dinero para la cena. Tanta cara de linyera ya acarreo?  En fin, Agradecida, bañada, y a otra cosa mariposa: a dormir!



Me desperté llena de energía renovada y llena de los folletos de actividades y de mapas que supe recoger en el lobby del hostel.

Me hice el mapa de situación, munida de mi cámara, botellita de agua, bananas y “saquitoporlasdudas”. Algo inútil con 35°C aunque más que necesario en los espacios donde el aire acondicionado te friza sin piedad: museos, supermercados, transporte público, etc.  (Esto se llama experiencia!)

Comencé por acercarme al lago: el enorme Michigan. Tan enorme como un mar!  Imposible ver la costa opuesta. El sol encandilaba el suave oleaje entre los millones de barquitos estacionados en las dársenas de los clubes de las orilas.






Todo el borde es una kilométrica costanera entre parques surcados por senderos, pasarelas, puentes, arboledas, banquitos, parasoles, cafeterías, kioscos de alquiler de kayacs, puestos de helados, gente de a pie, en roller, en bicis, con cochecitos, monopatines, gente, gente!!! 



Después de tanto andar sola, hay un momento en que me agarra como una fobia a las multitudes, aunque enseguida se me pasa y la empiezo a disfrutar. Siento que es una ciudad VIVA, radiante, una Fiesta!!! A la que Sí estoy invitada!

Y me la devoro!

Camino, camino, camino… Voy siguiendo las líneas con mi índice en el mapa urbano, y mis piecitos en las calles. Me asombro del radar GPS personal con que Dios me ha dotado!  Porque a pesar de que de a ratos, aflojo el control, y me dejo llevar por los instintos o la curiosidad, no pierdo el rumbo, y avanzo, avanzo…  mirándolo todo, disfrutándolo todo.

De la Fontana de Buckingham al Grant Park,
llego al Chicago River, para admirar los super edificios a lo largo de su costa, pasar debajo de los gigantescos puentes de hierro, que soportan el paso de los autos, los peatones y los trenes, todo al mismo tiempo!














Barcitos con todas las tentaciones posibles, y excursiones para todos los presupuestos, invitan a los millares de turistas a sumarse en las embarcaciones que recorren el río hasta el puerto en el lago.

Me enamoré del jardín flotante que casi todos pasan a su vera sin ni notarlo. Son como cajones de aluminio conteniendo una selva de flores multicolores, que flotan atados al muelle y le dan aspecto de canteros danzantes al compás del oleaje que producen las barcazas. Una belleza silenciosa…













Subí por unas rampas hasta una avenida que a su vez se dividía en otra y ésta en otra, y comienzan a superponerse las calles y los ramales. 


El metrolines (subte pero aéreo) las atraviesa por arriba, y a lo largo, generando túneles de acero paralelos al pavimento por donde millones de modernísimos autos  circulan aparentemente en un orden respetable.









Las fachadas de los edificios en todo su esplendor, hablan por sí mismas., haciendo alarde de presencia y distinción.















La zona de los teatros, con carteleras de radiantes colores invitando a las mejores comedias musicales del mundo. Esto me lo perdí, hubiera querido, pero no llegué a organizarme. Una lástima… será para otra oportunidad.



Caminé, caminé y caminé… siempre mirando para arriba! hay tanto para descubrir en las marquesinas, los frontispicios, los balcones cuando los hay, los remates de los edificios.. 






Llegué a “la Nube”, el hito urbanístico de la ciudad. Una escultura de acero inoxidable con forma de poroto, ocupa un espacio central en el Maggie Daley Park. 









Descubrime....





Un grupo de franceses festejaban a plena voz y saltitos, su triunfo en la Copa Mundial de Football .

Su Alegría se multiplicaba reflejada en la espejada superficie.

Y la mía también! A ver si adivinan dónde está esta Willy?  Piedra libre…

Pasé por varios parques, fuentes, 








esculturas, me metí en el Museo de Arte Contemporáneo, lo disfrute un rato, pero a decir verdad, entre el frío del aire acondicionado, y que la mayoría de las obras, no les encuentro verdadero “arte”, preferí disfrutarme a pleno, hojeando de parada en la librería a la salida.






Libre para hacer lo que quieras....

Sala para entretener a los niños mientras los adultos visitan el museo.









































En el Central Park había una convocatoria a una “Expo Gourmet” con conciertos varios de por medio. Estaba todo vallado y la entrada “Libre” era controlada minimamente en unos molinetes que dejaban pasar de a miles! Los bordes del parque eran un sinfín de puestos ambulantes (muy bien puestos!) de todo tipo y origen de comidas al paso.  Una gran caja central (con decenas de ventanillas disponibles) vendían los tickets comunes para todos los puestos. Laaaaaaaaargas colas….. 

  Chusmeé dos o tres espectáculos de músicos callejeros, el concierto de rock no me apetecía, y seguí caminando….

Finalmente anocheciendo, y habiendo sido precavida con la compra de supermercado, 
Todo envasado


me tomé un bus local hasta los suburbios del norte. El boleto costaba 2 u$s. Lo que nadie me explicó es que la máquina expendedora no da vuelto. ¡Suerte que había puesto sólo 5!  Aún así me dolió la sorpresa, podría haberme gozado una lata de cerveza!





Volví al hostel pasada las 11 pm. y las calles parecían como la Avenida Corrientes porteña, todo el mundo afuera!  Mirando vidrieras, haciendo picnics en los parques, viajando, tomando algo (a esa hora ya no se cena, máximo 19 hs.!) , en fin, un jolgorio por donde mires! Chicago, una tibia noche de brillos y destellos de colores….




Amanecida tranqui con super desayuno de Hostel Hi-Internacional. Eso significa: panza llena y corazón contento + mochila “con reservas” para el resto de la jornada. De hecho me planifique ir al Oak Park (parque de robles), y no sabía ciertamente con que me iba a encontrar….

Iba en búsqueda de las casas de Frank Lloyd Wright, arquitecto ídolo de los ´50 americanos! Pero el camino me deparó otra sorpresa de lo más agradable:
De repente crucé “la Ave. Forest”  (bosque) y algo en mi interior latió muy fuerte…   No sólo porque amo los bosques como ya sabrás, sino que ése es el nombre de la calle donde yo viví entre los 7 y los 17….





Hasta ahí todo normal.

Desviándome de mi ruta, giré impulsivamente la esquina, y me encontré con un apacible parque. Literalmente caí sentada en un fresco banco a la sombra de un bello árbol y me puse a meditar….  Sin haberlo previsto “me fui” directamente a mi infancia, al encuentro con mis padres, a sostener “ciertas conversaciones debidas”…   a perdonarlos una vez más….




Agregar leyenda

Al abrir los ojos, observé que cada árbol a a mi alrededor, tenía una chapa de bronce a sus pies. Me acerqué a leer algunas, y todas tenían que ver con homenajear a algún ser querido; o a agradecer por alguna situación dada. (P. ej; 50 años de casados!). 

Comencé a lagrimear y me volví a sentar quieta, reposada y amorosamente envuelta en una nube de paz…. Que sólo el durazno que tenía dispuesto como almuerzo pudo quebrar mi silencio interior. Lo saboreé como saboreé ese bendito momento, y finalmente entregué su carozo, a los pies del roble que me había “refugiado” las heridas….

Me levanté contenta y empecé a descubrir el barrio de Wright, con sus fachadas novedosas, mezcladas con la arquitectura típica de la época. Hasta llegar a su casa- estudio. Una emoción! 




Así se construía en esa época, los 50....


Y así lo hacía el precursor de Wright




Diferente,  verdad?



El primer trabajito que le encargaron...










La recorrí con los mismos bríos que cuando yo era una joven estudiante de arquitectura y hacía mi primer encuentro con este genio a través de los libros. Y ahora lo tenía todo allí! Delante de mis ojos y a la mano!  Qué extraña y corta es la Vida! Finalmente todos los deseos llegan…  Y éste está aquí!

A la salida, me atrapó una pasajera tormenta estival! Me refugié bajo un frondoso árbol de un jardín abierto a la vereda, pero en segundos quedé empapada!  Busqué entonces ubicarme en el porche de una casa (sin permiso), no era cuestión de presentarme con esa nueva facha, Ja! 



Cuando amainó un poco, quise cruzarme al atrio de una iglesia que había enfrente, y entonces descubrí que estaba justo al lado de la casa-museo de Ernest Hemingwey!, otro muso inspirador de mis muchas partes…   Lamentablemente no era el día de visitas y estaba cerrado, aunque mi corazón se abrió en un sincero homenaje de agradecimiento por sus libros.

La lluvia paró y yo volví en metro al centro a buscar mis petates y mudarme a un departamento de Airbnb, ya que en mi hostel no había reservado para esa noche. 

Vuelta al subte, previa visita a la Biblioteca Pública, otra belleza! 

Y mudada al barrio latino, más precisamente: mexicano!  Todo en castellano, y cientos de imágenes de la Virgen de Guadalupe por todas partes! Qué cerca que siempre está de mí…

Acomodo mínimo y con el bus 60, de vuelta al centro! No quería perderme el atardecer en el piso 96!  Sí! sí! leyeron bien: 96!




El ascensor tarda menos que en mi edificio en llegar al 5° piso, aunque los pabellones auriculares te señalan el ascenso ya desde la cabina.

Se abrió la puerta ante un pituco y selecto restaurant,
y ante mi pinta de turista, ni se molestaron en preguntarme si tenía reserva. Pusieron un poco de cara disconforme cuando dije que era sólo para sacar unas fotos desde las ventanas, pero no pudieron negarme el placer de pasar al recinto.

Traté de ser lo más discreta posible, sin molestar a los comensales contra las vidrieras, y me dí el gusto!  Se los comparto:











Cerré la noche antes que cierren las grandes tiendas internacionales de la elegante Avenida Michigan: las consabidas Zara, Gap, Gucci, H &M, Chanel, Herpes, Louis Voution, etc…etc…más de lo mismo, hoy da lo mismo que estés en París o en America! La globalización mató también “la exclusividad” como un bien a conquistar.




   Bus 60 de vuelta al sencillo barrio de los mexicanos, y a dormir! Se fini por hoy!












No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Si querés, dejame aquí tu mensaje o compartime tu Milagro...