jueves, 19 de julio de 2018

Ottawa


Más que bien dormida, en un motel de ruta, como en las películas!! De esos con todas las puertas de las habitaciones alineadas detrás de los respectivos autos (y camionetas), y con el cartel de neón multicolor en el borde de la ruta.


Manuel, el camionero de turno, había resultado de lo más amable y educado, pero no era cuestión de compartir el aposento de su gigantesca máquina.

Preferí detenerme al anochecer en uno de éstos, y aproveché para orden y limpieza general de la mochila, lavado de ropa interior acumulada (+ 2 o 3 remeras) (ja! el aire acondicionado hace maravillas para el secado rápido noctámbulo) , depilación integral (hay que seguir pareciendo una mujer…), llamaditos telefónicos (Mi hijo Agustín se recibió de Ingeniero Naval esa noche!!!!!!  Y lo festejamos whatsapeando largo y tendido!!!!!).


Desayuno de máquina eléctrica y galletas de avena de la “épicerie” de enfrente, y vuelta a la ruta.

Mucha charla y buenos paisajes con Pierre, y nuevas lecciones de historia, almuerzo invitado con sus cupones de descuento en Tim Bourton, que es la cadena Mc. Donald de acá. Despedida y prosecución con mis primeros 800 kms. canadienses siempre por la eterna 40 (pero de allá, o mejor dicho de acá!), hasta llegar a Ottawa, capital del país.

Repito: llegar a Ottawa! Llegar a la puerta de un hostel en pleno centro, que él conocía. 

Es decir, se atravesó todas las autopistas y rutas de circunvalación, para meterse en el centro de una ciudad gigante, sólo para dejarme “acomodada”.  Ya que él seguía por la susodicha ruta más al este…

Qué más que Agradecer a los angelitos disfrazados de choferes?  Y a los de verdad, que me los proveen! 

Entonces, siendo las 5 de la tarde, ya estaba lista para recorrer una ciudad canadiense de verdad.
En la peatonal! y para uso público, genial!

Hora de salida de oficinas, aunque bastante tranquilo, porque según me explicó alguno de “mis guías”, ya había comenzado la temporada de vacaciones, ergo por dos semanas, para y/o se cierra todo lo concerniente a “La Construcción”.  

Así como nosotros tenemos el mes de los Abogados en Enero, para Canadá hay dos semanas para obreros, arquis, ingenieros, pintores, electricistas, negocios de materiales, empresas de servicios al ramo, etc. etc… algo así como el 75% de la población que sale para la misma fecha. 

Y todos por supuesto para el este! Al agua patos!  Después de inviernos crudísimos, donde la media de la nieve lleva más de 1, 50 metros, los lagos, y cuanto charco se hielan, y los caminos se frizan.  Así que con el calor (promedio ideal de 25°C)  todos a gozar al mar!

Yo me quedé en Ottawa 1 día y fue suficiente para pasear por hermosos parques, 























ver las represas de los saltos de agua, lo mismo que en Saint Marie,











muchas iglesias, 


Me encantó el techo de estrellitas.




mercados callejeros a la francesa, 




museos de calzados esquimales, 







el ícono de la araña (no sé porqué algunos llaman arte a algunas cosas… no entiendo!) 


y el esplendoroso Parlamento gótico, 


donde a la mañana siguiente pude observar el cambio de guardia . Otra payasada para estos tiempos: soldaditos como de plomo, duros como telescopios, a las órdenes de uno que grita dando órdenes tan importantes como girar la cabeza o levantar la patita, en fin…   aunque la música de las marchas es festiva y vigorizante. 




Por ser Ottawa, los perdono y disfruto.

Cervecita vespertina en el balcón del hostel, y mañana será otro día.

A tout a l´heur!....

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