Hay veces
que salir de una ciudad, es tan fácil, como dar vuelta la esquina.
Vas
caminando, pasas las tiendas, las concesionarias de autos, el WallGreen
(farmacia al por mayor tipo Farmacity pero 100 veces más grande!), el copy-paste
de Wall Mart, y es como que todo se acabara. Campito, ruta, tu próximo destino!
O… Elige tu propia aventura.
Así salí
campante y silbando de Riviere du Loup, apacible y amistoso pueblito.
Un cruce,
una rotonda y ……..autopista!!! Claro! A
partir de allí, todo va en aumento, el tráfico a las grandes ciudades se hace
notar: Quebec, Montreal y Toronto. Como en una peli marcha atrás, aunque en
negativo, porque estoy volviendo, por la margen sur del río Saint Laurent,
cuando había ido en sentido inverso, hacia el Este, por la norte.
En
definitiva, todas las autopistas son muy parecidas, no ves nada de la realidad
lateral (la vida propia de los pueblos que vas pasando a toda velocidad), más
que las banquinas, guardaraids, yuyos varios aledaños y carteles publicitarios,
o indicadores de kms. y localidades…
Rayas amarillas, dobles o punteadas…. A veces blancas, como los
pavimentos, a veces blancos de cemento (según mis amigos camioneros, son los
mejores porque duran más y desgastan menos las ruedas); a veces negros de
pavimento de alquitrán. Pero éstos necesitan muchas frecuentes reparaciones
porque aquí los hielos de invierno, los devora! Y como en todos lados, aquí
también hay corrupción con las empresas contratistas de vialidad, es el curro
oficial! Según las mismas fuentes informantes. De hecho, hay cortes y conitos
anaranjados de desvíos por todas partes!
Me explicaron que porque sólo tienen
el verano para hacer los trabajos de reparación. Así que se juntan con las
carreteras repletas de turistas! En fin,
intuyo que se va acabando la paz del este quebequense… para pasar a la
provincia de Ontario.
De hecho, se
me complicó el dedo 150 kms. antes de Toronto. Volvió a llover, y mi camionero
de turno decidió parar en una estación de servicio para descansar.
Ya atardecía…. No me dio ganas de insistir con el dedo
pensando en llegar a una mega ciudad a medianoche. Así que me lo tomé con calma
para escribir en el bar de la estación, obvio una mega sucursal de Tim Horton!
Café y croissant! Y a dormir en un banco…
Qué le vamos a hacer? A veces la
vida de hormiga es dura, cómo esta mesa…
A veces
hasta yo me asombro de mi flexibilidad, y capacidad de dormir como Dios manda!
Me desperté a las 6,30 am. fresquita como una lechuga (efecto aire
acondicionado!). Y que mejor lugar para desayunar que donde ya estaba, en el
Tim Hurton! O sea, era como la cocina…como llevarse las medialunas a la cama, digo! a
la mesa.
Lavada de
dientes y cara, y a seguir! Toronto me espera.
7am. buena y
activa hora para preguntar a todos los que paran allí, por los mismos moyivos
que yo ya había satisfecho (pipí incluído).
A Geraldine,
una mujer algo más joven que yo, al volante de un superdescapotable, de esos
chiquitos que sólo llevan 2 asientos (costó meter la valijota en el pequeño
baúl posterior), le encantó probar suerte con llevarme. Otra primeriza en
Generosidad y Confianaza para con la dedoadicta. Y yo chocha con viajar en uno
de esos modelitos de película, sólo me faltaba el pañuelo de la cabeza
enroscado en el cuello y las gafas negras tipo Jacky Onassis! Ja! Lo cierto que ni uno ni los otro, se me
volaron todos los pelos!!! Cómo hacen
las actrices para llegar siempre peinaditas?
Fue
divertido! Y me dejó a apenas 25 kms. de la entrada a la ciudad, ya en los
suburbios… justo en una estación terminal de trenes de media distancia.
Así que me
dí el gusto “finalmente” de tomar un tren en Canadá! Hubiera querido hacer el cruce total de oeste
(Vancouver) a Este (Quebec), pero salía más caro que un pasaje aéreo Bs.As.-
Marte!
Por lo tanto
me conformé con este pedacito de hora y media sobre el rail! Y entrar
directamente por la puerta grande de Toronto city: la estación terminal en
pleno Downtown!
Y qué
loquero de gente! y de edificios! Y de tránsito!
Es cómo que
Toronto le hace la competencia a New York y Chicago juntas! De hecho es la
ciudad más poblada de Canadá y 1° centro comercial y financiero, a pesar de no
ser su Capital (Ottawa).
Aquí se
mezclan inmigrantes de todas partes del mundo que vienen en búsqueda de
oportunidades de becas de estudio y oportunidades de trabajo. Canadá los
necesita! Y está abierta a recibirlos. Y
0 pavura de control y fobia como en su país vecino. (Ya saben a quién me
refiero, no hace falta decir que al Sur, ya que al Norte sólo están los osos
polares y el resto es agua).
De hecho,
recuerden que yo entré sin ni revisarme la valija, ni ponerme sellito en el
pasaporte.
Apenas
llegué al hostel, dejé las cosas, y me fui a caminar la ciudad, de entrada
sabiendo que no era para mí, pero ya que andaba de paso para las Niágaras,
debía conocerla.
Aquí la
arquitectura de las torres es sobrecogedora en tamaño, pero no en creatividad,
no dejan de ser prismas acristalados amontonados, desafiando egos de
constructores y empresarios.
Las mismas
cadenas de tiendas que en todos lados: ara, H &M, Gucci y cía.,
etc.etc.etc… el famoso copy-paste de la globaliación!
Hasta las tiendas de souveniers tienen lo mismo que en todos lados (made in China) con la banderita roja y blanca y el logo de cada lugar cambiado apropiadamente en cada sitio que vas recorriendo) pero los objetos son los mismos! En Canadá, Perú, Turquía o Córdoba capital! Qué lástima.. ya no se encuentran artesanías locales, a lo sumo caricaturistas, músicos callejeros y pintores “en serie”. Algo de arte (¡?) en las galerías, y pare de contar. Hasta la comida es “internacional”: Kebhac paquistaní, tortillas mexicanas, panchos americanos, café colombiano, pasta y pizza italiana, hamburguesas internacionales, ja!
Hasta las tiendas de souveniers tienen lo mismo que en todos lados (made in China) con la banderita roja y blanca y el logo de cada lugar cambiado apropiadamente en cada sitio que vas recorriendo) pero los objetos son los mismos! En Canadá, Perú, Turquía o Córdoba capital! Qué lástima.. ya no se encuentran artesanías locales, a lo sumo caricaturistas, músicos callejeros y pintores “en serie”. Algo de arte (¡?) en las galerías, y pare de contar. Hasta la comida es “internacional”: Kebhac paquistaní, tortillas mexicanas, panchos americanos, café colombiano, pasta y pizza italiana, hamburguesas internacionales, ja!
Nada nuevo bajo el sol…
El puerto
con los consabidos barquitos para turistas, y colas enormes en las boleterías.
Y muchos,
muchos, muchos, muchísimos homeless!!!
Una lástima de calamidad…
mendigos, tirados unos, pidiendo otros…
Aquí lo más
famoso es la torre de no sé cuántos metros, con un bono contribución de 35 dólares
para subir en los ascensores, que preferí dejar el lugar a otros, ja! ya ví Chicago desde el piso 96° y me basta.
También
visitan el famoso (¡?) Acquario. Tampoco me apetecía.
Decidí pasar
por la bus stop, y comprarme un pasaje para mañana mismo para las cataratas,
sabía que sería difícil salir de esta mega ciudad, y no justificaba estar
haciendo tramos cortos. Las Niágaras están a sólo hora y media hacia… (googleen un poco, che!)
Y a
descansar, basta para mí por hoy!
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