jueves, 8 de agosto de 2019

Jyväskylä

Hablar de "mi suerte" para llegar a Jyväskylä, distante 500 kms. desde mi punto de origen esta mañana, sería una redundancia, y ya me está dando "cosita" alabar tanto a las causalidades que se entretejen para obrar semejantes "Milagros", así que pasaré a contarles directamente el porqué de elegir venir a esta ciudad en medio de Finlandia, a 250 kms. de la capital.

Me es tan difícil pronunciarla, que me da lo mismo del derecho que del revés!



Aquí nació, y construyó la mayoría de sus obras, el maestro arquitecto Alvar Alto, a quien admiré desde mis años de Universidad, y ahora me doy el lujo de venir hasta aquí a vivenciar su notable arquitectura. Aunque el museo y las casas a visitar ya están cerradas, les deberé las apreciaciones hasta mañana.

Mientras salí a dar una vueltita por el centro y me encontré con un pequeño recital en una plaza y con una banda que invitaba alpúblico a  karaoke. Los finlandeses aprecian el sol del verano con estos festivales al aire libre, como si fueran Woodstock!








Una vueltita por el puerto, lleno de "casas flotantes" para alquilar, y salir a pasear ppor el lago. Lástima que no sé manejar un timón, ni tengo licencia de marinera!  Me encantaría!

Tienen deck con parrilla y jacuzzi en la cubierta, juego de sillones y macetas, una terraza a todo lujo!










En otros barcos amarrados había bares y heladerías, aunque no mucha gente, más bien, demasiado calmo para un atardecer veraniego.

En fin, me parece que los escandinavos, a causa del clima, no se caracterizan por ser muy dicharracheros. O estarán encerrados tomando cerveza en otro lado...

Por mi parte, día hecho, sopita y a dormir. Tampoco estoy hoy muy dicharrarchera, aunque sí Feliz, Plena y Agradecida!



Cómo se dirá "hasta manñana" en Finlandés?   A googlear...   Bye, Bye!   Los quiero! 

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