martes, 27 de agosto de 2019

TodoBIO


El sol maravilloso alumbró ´puntualmente un nuevo día de esperanzas, desayuno de maravillas, rutinas saludables con los animales y recolección de frutos en el jardín.




Luego compartimos mapas de futuras visitas a la Argentina, y futuro posible viaje juntas, a Africa!!  Veremos, veremos…  y a paso a paso, los sueños se cumplen…

Al mediodía, nos pasaron a buscar “las chicas” y nos fuimos a almozrar a un restaurant “bio” re REPITUCO!  




Me sentía una condesa en un palacio del siglo pasado, sacado de una película de SiSí Emperatriz, con mayordos y todo!, aunque self service! Ja!

Te podías elegir cualquier manjar –todo vegano y exquisito- tantas veces como tu panza pudiera, y descendiendo la escalinata de mármol, sentarte bajo unas sombrillas gigantes entre los canteros de un versallesco jardín de rosas y mariposas.  


Y entre amigas, qué más?!  

Quizás saber un poquito de alemán para seguirlas en sus jocosas risas ente comentarios que no llegaba a entender, aunque yo estaba muy ocupada masticando y apreciando toda la belleza a mi alrededor.

Tras los postres, caminata entre las plantaciones que tienen en los alrededores,  donde todo lo ofrecido es producido por la misma gente del restaurant. Una maravilla de salud sin pesticidas ni agregados químicos!  Bendita sabia Naturaleza y las manos que trabajan la tierra. GRACIAS Diosa Madre!!




De ahí directo a la playa a bajar los excesos, y antes que se largara la lluvia tropical que alumbraba con sus rayos, el cielo gris.


Un buen chapuzón fue suficiente para enfriar la piel y desear las tortas de la merienda! Ja!

Volvimos a los jardines, donde además hay una pileta fascinante, con irupés en flor flotantes, y un sauna instalado en un viejo carromato (vagoncito?) que ya me dio envidia y ganas de copiarlo!








Nos concentramos en el té con masas alemanas, como corresponde a señoras de nuestra edad, y bien merecido! Ja! y recorrimos la tiendita de souveniers.  (Ahí sí me tuve que quedar con las ganas, y bueh!)

Volvimos a la granja y cerramos el día “perfecto” con brindis de cervezas frutadas, otra maravilla! Y a dormir!

Un nuevo sunset prometiendo un rojo sunrise…. Y el silencio del campo nocturno hasta que los gallos y los pájaros anuncien el amanecer.  Gracias Dios mío por tanta maravilla! Gracias!


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