Caminata
matutina de reconocimiento de Jokkmott en búsqueda de pegamento instantáneo
para la suela de uno de mis borcegos, que tras la caminata de ayer, amenaza con
dejarme a pata.
De vuelta al
hostel
a buscar mi valija –cuyas ruedas ya renunciaron a seguir siendo ruedas- me sorprendí por un bar llamado ni más ni menos: “Maradona” y con banderas argentinas en la marquesina.
a buscar mi valija –cuyas ruedas ya renunciaron a seguir siendo ruedas- me sorprendí por un bar llamado ni más ni menos: “Maradona” y con banderas argentinas en la marquesina.
Ni lenta ni
más loca que estuviera, lo dejaría pasar: entré! Segura de encontrar al
culpable argentino en esas latitudes. Y no! me encontré con su dueño sueco
quien me confesó que es sólo fanático del ídolo, y por eso decoró su negocio
con sus imágenes. Pero aún más descabellado me pareció encontrar un ventilador
en Suecia + una guitarra criolla sobre la heladera de las cervezas. Discépolo
se quedó corto en “Cambalache” con la biblia y el calefón. No llegó ni a
imaginarse Maradona y el ventilador! Chan-já!
“Dios los
cría y ellos se juntan”- dice el saber popular. Y entonces oigo a mi espalda,
una voz masculina juvenil que me pregunta, en castellano bien argentino!:
-“¿Porteña?”
-“¿Porteña?”
Con sonrisa
de reconocimiento, Lisandro se presentó como oriundo de Bahía Blanca, ingeniero
agrónomo haciendo su tesis en Montpellier, con su novia francesa, desayunando
junto a Alejandro de Caballito, informático y viajero. Todos se habían conocido
esa semana en el Rainbow del que yo venía el día anterior, y a ellos la lluvia
en las carpas ya los tenía cansados y todos sin ni sospecharlo, descubrimos el
bar de Maradona en Jokkmokk! Que las
hay, las hay…
Tras
compartir la charla, decidí encaminar mi ruta de descenso por el centro de
Suecia, para contemplar lagos y montañas, aunque sabía que no sería la ruta más
transitada, ya que la mayoría de los automovilistas, elign la autopista costera
bordeando el mar Báltico. Pero cuando la hormiga terca se propone algo, más
parece realmente una mula!
Me costó 7
autos en 7 horas para avanzar sólo 250 kms. Es decir, un montón de tiempo
improductivo en las esperas, ya que no pasaba nadie, o eran locales que hacían
tramos muy cortos. Aunque los escenarios de las esperas siempre son preciosos,
no es grato cuando está lloviendo. Me ligué 2 chaparrones así que tuve que refugiarme en un techito de una gomería y en otro bajo un noble árbol, para evitar que se me empapara la valija, aunque yo contaba con mi poncho piloto todo terreno. Aunque no es cuestión de quejarse, sino de Agradecerle a cada uno de los 7 ángeles disfrazados de choferes, que sí me levantaron.
no es grato cuando está lloviendo. Me ligué 2 chaparrones así que tuve que refugiarme en un techito de una gomería y en otro bajo un noble árbol, para evitar que se me empapara la valija, aunque yo contaba con mi poncho piloto todo terreno. Aunque no es cuestión de quejarse, sino de Agradecerle a cada uno de los 7 ángeles disfrazados de choferes, que sí me levantaron.
El último,
sin embargo, fue diferente: No se cómo se dio cuenta también que yo era argentina,
y él se confesó uruguayo-sueco! Resultó que sus padres huyeron de los militares
durante el proceso de dictadura en Uruguay, previa cárcel de 5 meses a pan,
agua y torturas, hasta que alguien los ayudó a escapar (su madre embarazada de
él) y encontraron asilo en la embajada Sueca y así es que desde entonces viven
en Suecia. Su madre era médica, aunque nunca pudo validar su título, ejerció
desde su llegada, como enfermera. Su padre contador, pudo administrar una
escuela. Él fue educado como sueco, aunque siempre sufrió la mala mirada como
inmigrante “morocho”. Me contó que los suecos se jactan de tener el país
europeo más abierto y permisivo para los inmigrantes, aunque sus locales no los
aceptan realmente, y es muy difícil integrarse, sobre todo por la dificultad
del idioma.
Así que él
se pasó 10 años viajando como fotógrafo, y ahora trabaja para el diario más
importante de Suecia. Y con 28 años anda en un BMW super! además de tener su
bonita rubia novia sueca y sus dos perras, también suecas, aunque morochas!
Todos unos divinos, que me dejaron en Sorsele.
Siendo las 4
de la tarde, y a pesar de la llovizna, me propuse seguir un poco más, sabiendo
que contaba con varias horas más de luz.
Entre los
pocos que pasaban, no me paraba nadie. Sólo pasaban las horas… y yo no dejaba
de extrañarme de la mala suerte del día, y de darme ánimo y buena energía. De
peticionar a mis angelitos de bolsillo y de cantar a los saltitos para no
congelarme.
De repente
se me ocurrió pensar: “-¿Qué tengo yo que aprender de esta situación?”. La
respuesta me vino pegada a la pregunta:-“HUMILDAD!!”
Quién me
creo que soy? que los Angelitos siempre tienen que estar a mi disposición,
cuando hay temas a resolver en el mundo, muchísimo más importantes que mis
avances ruteros?
Y junto a la
respuesta, me vino el camino de la ACEPTACION. O sea, bajé el brazo, arrastré
mi valija –la arista inferior ya es casi un jirón, ¡que aguante 15 días más
porfi!- hasta una hamburguesería cercana –no Mc. Donald- y le pregunté al
dueño-cajero, si habría algún hostel sencillo por ahí cerca.
Me indicó
uno, el único a 2 kms. Le mostré mi valija a modo de explicación que no podría
caminar esa distancia, e instantáneamente se ofreció a llevarme en su autito.
Cerró el negocio y me llevó. ¿Quién dijo que los suecos son antipáticos? Yo voy sumando noblezas y agradecimientos.
Cerró el negocio y me llevó. ¿Quién dijo que los suecos son antipáticos? Yo voy sumando noblezas y agradecimientos.
Resultó que
el hostel estaba vacío, todo para mí!
En la heladera, una pizza que la dueña me
autorizó a consumirla porque ella las compra para sus huéspedes, o sea yo! y me
contó que por ahí cerquita, había una ex cabaña que la convirtieron en capilla
local y que estaría abierta.
Tras disfrutar la vista por mi ventana, y siendo que paró la lluvia, salí a conocerla –mucho más por ahí no había-.
Vista desde mi ventana |
Tras disfrutar la vista por mi ventana, y siendo que paró la lluvia, salí a conocerla –mucho más por ahí no había-.
Entré con la
curiosidad que me caracteriza. Entonces, la sorpresa del día fue mayor aún que
las otras: en un banco había un ejemplar de “Dios me habló” de Eyleen Caddie,
en castellano! La fundadora de la
comunidad Findhorm donde estuve danzando al inicio de este viaje en Escocia. Y
que desde entonces, quería leer ese libro. Allí estaba, entre mis manos!
Evidentemente,
era por algo que debía quedarme en ese pueblo, y que suerte que entendí la
“Lección” y escuché el mensaje. Recontenta me pasé el resto de la tarde-noche,
leyendo en el refugio de la capilla. Así que me sabrán perdonar que no les he
escrito el parte diario de ayer.
Esta mañana,
bastante acobardada por la mala racha del día anterior, más aún persistía una
pequeña garúa, sumado a que domingo temprano es difícil que pasara alguien por
esa ruta desolada, pero con la convicción de que cada vez que fue difícil, por
la ley del péndulo, algo maravilloso iba a pasar.
Tras 10
minutos de nadie, se acercaba una motorhome. Sabiendo que en ellas casi siempre
van matrimonios de jubilados con cara de asquete y amarretes –ergo nunca paran-
casi no me molesto en hacerle dedo. Apenas lo insinué. El conductor venía solo,
y venía parando casi solo, dudando de mi gesto.
Al ponerse a
mi lado y bajar la ventanilla para preguntarme para donde iba, noté una cara
rara, y un segundo de desconfianza me invadió. A falta de otras opciones, y no
queriendo esperar otro día ahí parada, acepté subir cuando me dijo que él
también iba para el sur.
-“Para
Copenague, Hamburgo, Frankfurt, más precisamente!”
-“Para mí
Copenague es suficiente”- confesé más que contenta! –“mi avión de regreso sale
de allí en 14 días..”
-“Ah no,
pero yo tengo que llegar el martes”- me avisó como cumpliendo un trabajo.
Entonces me explicó que él tiene una empresa Aseguradora, que se llama “AA Ángeles Amarillos” (porque es el color vial)
y que rescatan los autos de las personas que han tenido algún problema
(infartos, quebraduras de una pierna esquiando, etc.) durante algún viaje lejos
de su origen, y deben ser trasladados en ambulancia, casi siempre con el
familiar que los acompañaba, y por ende el vehículo quedaba solo y alguien
debía trasladárselo hacia sus casas. Ése era su oficio! Y estaba orgulloso de
ayudar así a las personas, por eso le puso ese nombre a su compañía, y son como
25 choferes en Frankfurt haciendo ese servicio en cualquier punto de Europa. De
hecho, venía de Nordcape, como yo!
Y todo eso
contado en español! Porque era nacido en Valencia, de madre española y padre
alemán. De hecho me contó toda su vida y del accidente que tuvo a los 13 años
cuando se cayó de un tejado y estuvo dos meses en coma –allí conoció a los
ángeles y a los arcángeles que lo asistieron todo el tiempo entre sueños- y que
por eso tenía el rostro medio desfigurado debido a una pequeña parálisis que le
quedó para siempre.
El resto de
la historia, será mi próxima novela. Ya me autorizó a escribirla.
El resto del
viaje duró 24 horas! De un tirón! Esta vez el péndulo se pasó de rosca!
Al
anochecer, buscó un hotel para parar. Demasiado lindo (caro) para mí, por lo
que se ofreció a pagarme mi cuarto separado, pero me negué retrucándole la
oferta con el pedido de que me dejara dormir en la motorhome. Ya conociéndome
como “rara”, y viendo que insistía, aceptó dejándome las llaves en un gesto de
plena confianza, aunque obligándome a aceptar la invitación a cenar. Acepté
gustosa, con menú vegetariano y todo!
Esta mañana,
me trajo desayuno a la motorhome con su mejor sonrisa, y la mía, al creer que
me lo perdería (él lo tenía incluído en su tarifa de su habitación) .
Sabiendo que
yo quería bajar por el centro de Suiza más despacio, por caminos rurales para
contemplar los lagos y las colinas, no volviendo a pasar por Estocolmo y mucho
menos por una aburrida autopista, le agradecí la oferta de llevarme hasta
Copenaghe y sólo acompañarlo 1 hora en la mañana hasta un cruce donde yo
tomaría otra ruta diagonal.
Medio
frustrado, porque decía que el favor se lo estaba haciendo yo por la buena
compañía en un viaje tan largo, obviamente me entendió y de hacho él quería
meterle pata para llegar esta misma noche
Hamburgo, donde debía entregar la motorhome. (De hecho, gracias también
a su real propietario, por haberme cobijado en su cama móvil.)
Nos despedimos
como amigos de toda la vida, y le regalé un Angel amarillo del mazo que siempre
me acompaña. Estaba feliz y agradecido! Como yo!
Con el nuevo
vértigo de volver a empuñar el dedo, retomé mi oficio de hormiguita viajera en
la estación de servicio en que me dejó.
El día de
hoy fue relativamente fácil aunque también fui cambiando de choferes y de
rutas, ya que me inventé un zigzag medio extraño para evitar la autopista. Me
tocaron dos veces dos suecos que no hablaban inglés, y dos veces dos sirios que
tampoco. Lo supe por la música árabe en la radio de uno, y por las letras "raras" de su
GPS en el celular.
“¿Qué cómo
se hace entonces?”- a la vieja usanza de mapa de papel en mano, y sonrisa
señalando el recorrido requerido. Así de fácil.
Los lindos
de la tarde, una parejita sueca –que sí hablaban inglés- y me dieron una
lección de la política reinante en Suecia, el sistema parlamentario, las
funciones del rey, los desacuerdos y quejas de los ciudadanos, aunque también
las ventajas de que gozaban como país evolucionado; también de sus viajes y sus
proyectos, más que simpáticos!
Entre unos y
otros fui llegando al hostel que tenía marcado en Borenberg, minutos antes de
las 6, justo cuando cerraba la recepción.
Y justo cuando quedaba una última cama en la última habitación disponible. Mi suerte me sigue asombrando hasta a mí misma! Pero con Humildad por favor! No quiero volver a comerme una espera como la de los otros días. Con moderación y con sentido Agradecimiento! A tantos ángeles intervinientes… los de Arriba y los de abajo, disfrazados de choferes!
Y justo cuando quedaba una última cama en la última habitación disponible. Mi suerte me sigue asombrando hasta a mí misma! Pero con Humildad por favor! No quiero volver a comerme una espera como la de los otros días. Con moderación y con sentido Agradecimiento! A tantos ángeles intervinientes… los de Arriba y los de abajo, disfrazados de choferes!
Borenberg? Más que Precioso!!! Como no podía ser de otra manera.
Frente a un canal calmo, con pececitos nadando en sus aguas transparentemente
espejadas, reflejando árboles, casitas de cuento y nubes. Un prado lleno de
manzanos, mesas y asientos bajo sombrillas de colores, hamacas bajo frondosa
arboleda, ovejas a lo lejos, embarcadero, jacuzzi en tuba de agua caliente a la
orilla del lago, casitas para pájaros y pájaros revoloteando el cielo en
crepúsculo hasta una puesta de sol maravillosa, silenciosa, única…
Que
descansen, sueñen con seres alados…
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