Tal como habíamos quedado, pasaría unos días con Lili en su casa de Sitges, próxima a Barcelona. Ella partiría en tren a las 10 horas y yo, según mi costumbre, iría “a dedo” partiendo a las 8 de la mañana.
Una vez más, aunque no me canso de asombrarme, los angelitos
de la ruta estuvieron de mi parte, llegué una hora después que
ella, aunque prácticamente directo a la esquina de su casa! Increíble!
Así que directo a la playa!
Lo más inesperado fue que resultó ser una playa
mayoritariamente gay, y nudista!
Perdón a quienes cultiven este género, aviso que no tengo
nada contra nadie, pero aún a esta edad, me sorprenden algunas cosas desconocidas, ya sea una comida, una música, una historia o un color de pelo.
Encima habiendo sido educada en el siglo pasado por padres chupacirios y escuela devota, me ha costado mucho romper con ciertos
prejuicios, aunque sigo practicando día a día, a veces me salta primero el
estupor y el desconcierto! (la prejuiciosa, vamos!).
A pesar de ser madre de cuatro hijos (ya adultos y con vida
propia) y haber pasado por varias parejas, debo aclarar que hace más de cuatro
años que ando de carmelita descalza, por lo que apreciar la naturaleza se
redujo a distintos tipos de especies arbóreas, yuyos, flores, las hortalizas de
mi huerta, algunas piedras y muchos paisajes agrestes, pero en lo que a perfil
natural masculino se refiere, ando escasa de experiencia y me …. Sorprendí! Así
de golpe sin previo aviso…
Ok. Si quieres catalogarme de retrógrada, dejar de ser mi
follower, o mandarme a pasear, estás en tu derecho. Y yo en el mío, de comentar
esta “curiosa” tarde (y las siguientes, porque la verdad es que compartí la
arena y las olas con ell@s sin ningún problema, durante varios días).
Tampoco acostumbro ver películas donde dos seres del mismo
sexo se besan o andan de la manito, aunque debo confesar que esas
demostraciones de amor me conmueven siempre, cualquiera sea quien las disfruta.
Siempre hay una primera vez, y ésta fue la mía, anoten!
No tengo parientes ni vecinos que charlen parados unos frente
a otros, o a menos de un metro de mi inocente persona, sin siquiera un paño
menor, mucho menos rascándose las protuberancias o la raya trasera, sin la más
mínima vergüenza o consideración. ¡Qué liberador debe ser! Aleluya por ell@s!
Ni hablar de la falta de preocupación por la estética (o más
precisamente la antiestética) de la flacidez, kilos de más o mal distribuídos,
ya sea en delanteras femeninas y/o traseros de todo género, incluídos los que
portan ambos en un solo cuerpo! Qué también l@s he vist@!!!! Que las hay, los
hay!
En fin, un poupurrí “no habitual” donde podríamos incluir
otras singularidades como pasear los perritos en cochecitos para bebés, o tomar
ginebra a las 10 de la mañana, o usar el corpiño de la bikini y no la tanga, en
fin… todo muy personalizado…
Entre mis singularidades podríamos nombrar la desfachatez que
me imperó cuando al día siguiente, en un acto impulsivo al pensar qué lindo
sería vivir en un velerito de los amarrados en el puerto, al ver un pacífico
señor limpiando la cubierta del suyo, lo interrumpí para preguntarle si sabía
de alguno que estuviera desocupado para alquilarlo por unos días…
Me miró con la misma cara de sorpresa que yo miraba a los de
la playa, y me preguntó: -“Para cuando lo querrías?”.
Ahí la cosa tornó a color de realidad y le pregunté: -“¿A
cuánto el día?” intuyendo que se me pincharía el globo.
-“Si querés te lo presto por el fin de semana. Yo me voy a
Barcelona con mi novia por el feriado puente y te lo puedo prestar…”
-“En serio????? Gratis!!??”
Y así quedó sellado el acuerdo de palabra para dentro de 3
días…
Corrí a contárselo a Lili y a su marido, quienes debieron
confirmar que una loca habitaba en su casa. Disimulando sus miedos, igual me
ofrecieron compartir la cena de cumpleaños del tío que ya había llegado.
Lili resultó ser una cheff internacional de primera, entre otro de sus tantos buenos méritos, además de excelente madre y sostenedora de una familia muy unida, científica y novelista a la vez, políglota por haber vivido en 4 continentes y no sé cuántas ciudades, otra que nómade! Saliendo de su Mendoza natal en Argentina! Deportista de excelencia con no sé cuántos premios y medallas en su haber, y por sobre todo, hermosa novel amiga!
Volviendo a la presentación de los platos, una delicia! y el
postre del homenajeado, otra maravilla! Así da gusto, ser una invitada! GRACIAS Lili & Co.!
Los días siguientes alternamos entre caminatas de
reconocimiento por el simpático pueblo, más horas de playas varias, pileta (comunitaria
del complejo de casitas en el que vive), con horas de lectura, escritura y
auténtico mate mendocino! Un verdadero placer! No se podía pedir nada más!...
además de la agradable compañía y el intercambio intelectual de nuestros
trabajos de escritoras, todo muy fructífero!
A la noche, el tintinear de los mástiles y sus banderas,
acompañaron el ronronear del agua bajo mi colchón embutido meciéndome como en
una cunita. Hacía siglos que no me sentía una bebé…
Madrugué con el sol asomándose en el Mediterráneo cual postal
con gaviotas atravesando el cielo. Lo magnífico de ese cuadro, era que yo
estaba en él…. Y la calma también….
Me tosté unos panes y armé el desayuno que deleite en
cubierta, saludando con la mano en alto cual sirena de carnaval, a aquellos
otros barcos que salían a navegar. Por supuesto, yo ni lo intenté! Seré
loquita, pero no tanto! No tengo la menor idea, como se alzan las velas. Mi
última experiencia habrá sido con un flotador de plástico con forma de pato a
los años…
Así pasé tres días en el deleite del vaivén del mar, con el
sol tibio sobre mi “diferente” cabeza, disfrutando mi libertad y agradeciendo
las gentilezas de todos los que me van abriendo caminos, sosteniéndome con sus
regalos y alentando mis aventuras. Una belleza de vida! ojalá que me dure la
racha de seguir disfrutando! Tras haber pasado unas cuantas tormentas, parece
que llegó el tiempo del merecimiento…
GRACIAS!!! Madre Naturaleza y sus Energías!
eres genial, imposible de entender el coraje que tienes, te envidio, sos una persona especial
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