miércoles, 17 de julio de 2024

Día Pausa

Amaneció lloviendo fuerte, y yo debía acomodar mis emociones y mis bártulos. Buscar información sobre la zona que visitaría los siguientes días, y por sobre todo, hacer un poquito de fiaca.

El llamado de Shinko, un amigo de Abuth me arrancó de mis propósitos, avisándome que estaba llegando a mi hostel para ayudarme a armar el itinerario por el Valle del Omo, y las visitas a las tribus autóctonas que aún residen en esa zona.

Era imperioso vestirse para salir a comprar el pasaje de bus para el día siguiente, ya que la boletería solo atiende presencial y de mañana. Y de contado. Aquí no existe ni las tarjetas, ni el Pay Pal ni nada. Eso sí! El mercado negro a la orden del día: los dólares que cambié en la Aduana el primer día, los hubiera cambiado al triple en cualquier otro lado. Ya aprendí! Así que ahora también ejerzo el regateo, ja!

Tras la compra, fuimos a una cafetería -lástima de globalización donde se están perdiendo los “Kaffa” (mujer tradicional abanicando el incienso y las tacitas en la mesita ratona) modelo “Patisserie” con mozo con delantal a rayas estilo parisino. Una locura! Aunque el croissant estaba riquísimo (y no ardía la lengua, ja!)












Mapa en mano, me mostró todas las opciones, aunque lo cierto que al ser una excursión personalizada, me saldría un montón de plata, y no podía contar con un auto con aire acondicionado. ¿La solución?: una moto!

Shinko me aseguraba que por allí era muy común el uso de motos y que si yo me aguantaba la mochila atada a mi espalda, no habría inconvenientes. Acepté el trato y me sentí rejuvenecida 40 años menos! Convinimos el precio y el contacto de mi siguiente chofer personalizado, al llegar a Jinka la noche siguiente (16 horas de buses con dos transbordos). La experiencia valdría más que la pena!

Volví al hostel a escribir, acomodar las fotos de los días previos y a acostarme temprano ya que el 1° bus partiría a las 4.00 am.















Cuando en el comedor, una joven china estaba combinando con un taxista tipo Uber para el traslado madrugado, intuí que iría a la estación de buses como yo y le propuse compartir el gasto. Resultó que también iría en la misma dirección, pero solo hasta donde yo haría mi primer transbordo. Acordamos encontrarnos en el hall del hostel y partir juntas…

A domani! ( en chino?)

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