jueves, 7 de noviembre de 2024

Blue Mountains

 A dos horas y media en tren desde Sydney hacia el oeste, se encuentra esta bonita región, famosa por sus altas montañas plenas de bosques de eucaliptus y sus profundos valles con ríos escondidos bajo la fronda. Hay varias cascadas dignas de fotografías y pasarelas repletas de turistas. Un sinfín de senderos zigzagueantes, con peldaños que suben y bajan por demás, unen los distintos hitos de interés. 



Uno de los más populares es el de “Las tres hermanas”, unas formaciones de roca erosionada que se yerguen en un peñasco a lo lejos del gran balcón desde donde se las contempla. Obviamente el gran balcón también tiene baños, kioscos, confiterías, información turística y la infaltable tienda de souveniers.




Otra atracción es el funicular que colgado de un cable de acero, cruza de una montaña a otra por sobre el vacío a una altura digna de vértigo. No para mí! No por miedo, sino por la multitudinaria cola para subir. 



Hay momentos que no sé si estoy en Japón, en China o en la India! Tanto por las caras, como por la cantidad de restaurants de comida oriental que hay por todos lados. Aunque yo siempre encuentro un huequito en alguna piedra bajo los árboles, para sentarme a disfrutar de mis sandwichitos de pic nic autónomo, ja!






En el pueblito de Karoomba, encontré un hotelcito de lo más pintoresco, una casona victoriana de principios del siglo pasado, con detalles art decó y un jardín lateral de lo más primoroso. Lástima que sólo había lugar para una noche. En fin, me la disfruté a full.





Así que lo bueno y breve, dos veces breve! Muy lindas las Blue Mountains pero, a seguir viaje…



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