sábado, 14 de junio de 2025

Shigatse

 Hoy comencé el día con un Milagro inesperado.

Estaba plácidamente desayunando en el hotel de Lhasa antes del cheq-out, cuando oigo tibiamente mi nombre. Me doy vuelta intrigada, creyendo que estarían llamando a otra “María” y a sabiendas que nadie conocido sabe que estoy ahí.



Un muchacho me sonrie y pregunta: -”Sos María de Villa La Angostura? La del Vagón del Milagro?” -yo buscaba mentalmente ordenar sus rostro con un nombre o un recuerdo pero nada, no lo reconocía.

-”Soy Patricio, el que hace unos años se alojó con mi amigo Sergio en tu casa por Coachsurfing” -instantáneamente recordé a este maravilloso motero que andaba recorriendo la Patagonia. Salté como ejectada del sillón y nos dimos un abrazo como si de eternos amigos se tratara. No lo podíamos creer!!!

Él es de Buenos Aires y emprendía por aquel entonces su vida nómada, ya lleva 5 años dando la vuelta al mundo! Un amoroso total! Y venir a coincidir en Tibet! Quién hubiera dicho… ni que lo hubiéramos organizado. Y encima que me haya reconocido cuando solo tuvimos 3 días de convivencia hace 5 años! I N C R E I B L E !!!!!

Lástima que solo tuvimos 8 minutos para charlarnos la Vida! El grupo de mi tour ya estaba saliendo, estaba sobre la hora, así que tras otro fortísimo abrazo nos despedimos con la esperanza de algún próximo encuentro… Uno nunca sabe… y al parecer, el mundo es mucho más pequeño de lo que parece.


Me uní entonces a mis compañeritos de tour en la Traffic dispuesta para el recorrido del día, no sin extrañar a los que dejaron el tour por tener otros puntos de interes o por razones de no aclimatación a la falta de oxigeno (apunamiento, aquí tibetamiento?). De los 12, quedamos 5: la pareja de Malasia, la rumana, el ruso y yo, porsu más la guía Yonsón que cada día es más genia, amorosa!

Bueno, dejamos Lhasa para recorrer 380 kms. atravesando varios cordones montañosos más que más que altísimos!!! El paso Naiqinkangsang. O sea, todo el día camino de cornisa de curvas y contracurvas, ascendiendo por encima de los 5000 m.s.n.m.! Por suerte, y ese sería el 2° milagro del día, me sentí perfecto. No me agarro mareos ni vértigos, ni arcadas, ni me faltó el oxígeno, y me sobró más que ánimo para disfrutármelo todo, las doce horas que duró el viajón.








Cada tanto parábamos en distintos puntos panorámicos para las concebidas fotos y las respectivas explicaciones, como en uno que ponen a los yaks disfrazados para las panorámicas, al mejor estilo de los perros San Bernardo en Bariloche; pasamos por el lago Yamrdrok, de 30 kms. de largo donde los budistas colocan en sus orillas torrecitas de piedras superpuestas a modo de ofrenda; el glaciar Karola, donde las nieves eternas se detienen a solo unos pasos de la ruta.

¿Qué son los yaks? Son los animales típicos de las montañas de por acá, una especie de toros con cruza de búfalos, lanudos, de mirada fiera y cuernos amenazantes. No solo los ponen vestidos con polleritas, moños en los cuernos, flores en el traste y anteojos de sol como superstar para ridículas fotos para los turistas que no entienden nada de la explotación animal, y pagan para sacarse una instantánea con los pobres bichos que deberían estar pastando en libertad en las colinas. Incluso aquí en el Tibet, los usan para “corridas de yaks”, en los coliseos al mejor estilo de San Fermín. Prehistórico!

Volviendo a lo lindo:

Al mediodía visitamos la granja de una familia tradicional que nos sirvió un almuerzo riquísimo en su propia casa. Quedé admirada de los muebles y la suntuosa decoración de vívidos colores con muchos ornatos florales y una antigua cocina toda de bronce. Tanto para cocinar como para calefaccionar en invierno, usan mierda de yak a modo de leña, así que a un lado del patio, amontonan los rollitos pertinentes cual tronquitos dispuestos para su futuro uso. Genial! No cortan árboles! Al contrario, los cuidan para la sombra, ya que son muy escasos, a esa altura, todo cuesta crecer.















Otro uso de la merd de yak es para convertirla en ladrillos mezclándola con pajas al mejor estilo adobe. Luego éstos son secados al sol y utilizados en las construcciones de las casas. Obvio que para entonces, ya han perdido bastante de su “peculiar” olor.

Seguimos por la maravillosa ruta (en perfecto estado de asfalto y señalizaciones) disfrutando las vistas de algunas cumbres nevadas, ríos caudalosos que bajarán hasta la India, una represa que embalsa un lago turquesa precioso, y mil maravillas más. Cada dos por tres, enjambre de las banderas multicolores de las consabidas plegarias tibetanas atadas a los postes o formando cordones, y los infaltables puestitos de venta de souveniers y artesanías.









Se me pasó el día volando entre nubes y sueños…

Llegamos a Shigatse, la 2° ciudad más grande del Tibet ya sobre las 19,30 pm. dispuestos a una buena ducha, la cena y la cama. Nuevamente teníamos asignado un super hotel de 4 estrellas desbordante de dorados, púrpuras y letras chinas que no entiendo nada. Pero el lujo es lujo, en China y en todas partes, aún no me lo puedo creer…

Es tanto todo, que no me lo puedo guardar para mí sola, ojalá que a vos te de tanto placer recibir estas historias, como a mí contártelas!

Gracias por estar ahí!




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