Ayer, a pesar de la fiebre sostenida, encaré el dedo rumbo a
Ecuador, a las 7.30 am., papaya mediante!
No me iba a bancar quedarme encerrada en el hostel mirando la playa por
la ventana, y no me daba para caminar….
Sólo que no pude intuir que necesitaría de 7 transportes! Para
arribar a mi meta: Vilcabamba!
Un truly hasta la salida de Máncora en la ruta; al toque
pasó Wilfredo y su hijo en un Dodge Corolaine rugiente! Y se me presentó como “contrabandista
de Petróleo!” Así nomás!
-“Glup!”- pensé yo a punto de bajarme, sintiéndome Bonnie
& Clyde justo rumbo a la frontera…