jueves, 14 de agosto de 2014

Vilcabamba

Ayer, a pesar de la fiebre sostenida, encaré el dedo rumbo a Ecuador, a las 7.30 am., papaya mediante!  No me iba a bancar quedarme encerrada en el hostel mirando la playa por la ventana, y no me daba para caminar….

Sólo que no pude intuir que necesitaría de 7 transportes! Para arribar a mi meta: Vilcabamba!

Un truly hasta la salida de Máncora en la ruta; al toque pasó Wilfredo y su hijo en un Dodge Corolaine rugiente! Y se me presentó como “contrabandista de Petróleo!” Así nomás!  

-“Glup!”- pensé yo a punto de bajarme, sintiéndome Bonnie & Clyde justo rumbo a la frontera…

martes, 12 de agosto de 2014

MAR...MAR.... y sólo Mar....


Hoy el día amaneció con 35°C a las 9 de la mañana, y con 42° en mi cabeza!  Me dolían todos los huesos…

Un nido de palomas que se aloja sobre el techo de mi habitación, con sus aleteos y arrullos guturales, parecían darme el pase al Cielo, si hubieran sido blancas de Paz….

No sé si haber asistido a tantas tumbas y monumentos funerarios, me han contagiado, pero hoy me sentía más muerta que viva… pero no Vencida!!! Ja!

Traté de sobreponerme con un gran jugo de papaya y ananá (piña le dicen acá!), y un buen baño de ducha helada.

lunes, 11 de agosto de 2014

Playa

Parece que el síndrome del mochilero se me adelantó 5 días! (Siempre acelerada como su dueña!) Porque dicen los expertos que el día 40 es crucial… te agarra el cansancio, el desánimo…las dudas… o sea: un bajón!

Por suerte a mí no me está agarrando nada de eso, sino únicamente, fiebre!  Se ve que mi cuerpito pide a gritos un “recreo!!!” o sea: STOP! Parece que fundí biela…

Así que llegué al lugar propicio para tomarme 48 hs. mínimas de NADA! O sea…playa….!


domingo, 10 de agosto de 2014

Chiclayo- Máncora

Domingo “bien” temprano, caminata por el malecón de una ciudad fantasma, la que arribé anoche directo a la cama!
Compra de pancito casero recién horneado y desayuno en el balcón frente a las olas indómitas…
Cargué mi mochila y partí en combi hacia el museo “Tumbas Reales de Sipan”, en Lambuyeque, a 40´ de viaje.

Por suerte, temprano, lo pude disfrutar, porque a medida que avanzaba el día, se iba llenando de contingentes multitudinarios.