Día libre!
Nada más lindo que quedarse en casa disfrutándola! Granada puede esperar…
Hoy toca acomodar fotos, papeles, teléfono, y otros yuyos en
el ordenador, aspirar el jardín, juguetear con los dedos entre los pececillos
del estanque, mecer los pies en el agua fresca de la pileta, disfrutar las
pastas con salsa de ajo de Juani, relajar con la música seleccionada por Jesús,
y leer en la mecedora con el sol en el corazón.
¿Qué más se le puede pedir a un día glorioso?