Al norte de Gibraltar se extiende el Parque Nacional de los Alcornoques. Lo atraviesa la ruta 381 que va hacia Cádiz, mi siguiente destino. Pero mi real anhelo era poder conocer, tocar y abrazar un ejemplar de este curioso árbol.
Sabía que era una utopía encontrar uno a la vera de una autopista, y que mi ocasional chofer tuviera ganas de parar a cumplir mi deseo. Pero lo dejé flotando en el éter, como tantos otros sueños…
Salí a pata
de Gibraltar, atravesé la pista de aterrizaje, mostré mi pasaporte en la Aduana
de salida y subí el dedo en la siguiente esquina.
Al ratito pasó un muchacho de Algeciras que retornaba a su hogar, apenas a 20 kms. de allí, sólo había ido a Gibraltar a comprar unas tazas de porcelana para regalar a su madre…. No tenía apuro realmente… Le comenté del alcornocal y se entusiasmó en ir a conocer el parque, 60 kms. más allá de su destino! No le importó “desviarse” para llevarme directamente al Centro de Interpretación y visitamos juntos el Jardín Botánico! Si éstos no son MILAGROS? Los milagros dónde están?