Siguiente destino: Gibraltar
La curiosidad de conocer este atípico enclave en la puntita sur de España, el paso del Mediterráneo al Atlántico, la posibilidad de vislumbrar África a lo lejos… todo ello me motivaba a “pasar la frontera”.
Siguiente destino: Gibraltar
La curiosidad de conocer este atípico enclave en la puntita sur de España, el paso del Mediterráneo al Atlántico, la posibilidad de vislumbrar África a lo lejos… todo ello me motivaba a “pasar la frontera”.
Pasamos la tarde de despedida en la playa de La Herradura, donde el suave solcito cobijó el dolor de la despedida con Jesús.
Finalmente
me dejó en un gasolinera donde un marroquí me recogió hasta los suburbios de
Málaga, más precisamente hasta el estadio de football.
Jesús organizó otro paseo sorpresa: almuerzo tradicional en Alpujara!
Tras hora y media de ruta de montaña, o sea zigzags
ininterrumpidos ascendiendo más de 1200 metros de altura, llegamos a unos
pueblos blancos, que en invierno se mimetizan con la nieve del gran cordón
montañoso, y en verano, reflejan el calor de las altas cimas escasas de
vegetación.
Día libre!
Nada más lindo que quedarse en casa disfrutándola! Granada puede esperar…
Hoy toca acomodar fotos, papeles, teléfono, y otros yuyos en
el ordenador, aspirar el jardín, juguetear con los dedos entre los pececillos
del estanque, mecer los pies en el agua fresca de la pileta, disfrutar las
pastas con salsa de ajo de Juani, relajar con la música seleccionada por Jesús,
y leer en la mecedora con el sol en el corazón.
¿Qué más se le puede pedir a un día glorioso?