domingo, 29 de julio de 2018

Mont Joly



Lo que tiene de malo los buenos encuentros en los viajes, es que se acaban pronto, y las despedidas son poco agradables.  Pero como la Vida continúa, la función debe proseguir!

Nueva mañana y nuevas rutas: Charles me acompañó a la ruta frente a su casa, y el primer auto que pasó, se detuvo alarmado de vernos charlando en la banquina. Aún no había terminado el abrazo, y ni había sacado a relucir el dedo.

-“¿Algún problema?”- me preguntó la mujer bajando la ventanilla.

sábado, 28 de julio de 2018

¡Viva la música!



 Roger preparó un desayuno especial de despedida, con bananas, frutillas, uvas, higos acaramelados, y croissants!

Yo chusmeé el Facebook, y allí estaba la esperada respuesta de Gaby! Se acordaba de mí!  Se alegraba de mi contacto! Maravilla de la era de la comunicación! Después de 40 años volver a conectarnos!

Me contaba que es feliz en Suiza, con 3 hijos ya adultos, que trabaja 4 días a la semana de enfermera en un hospital donde su marido es médico…. Y que quería saber de mí.  Me alegro la mañana! (más de lo que ya estoy últimamente!) 

Roger me llevó con su camioneta, a la salida de Quebec, no muy seguro de mi sistema de “hacer dedo” en las estaciones de servicio. Insistía en que debía tener un cartel grande, aunque aceptó que cada uno tiene sus sistema. Quedó sorprendido cuando ni bien me bajé de su coche, al preguntarle al primero que estaba cargando nafta, me dio su aprobación y metió mi valijota en su baúl.

miércoles, 25 de julio de 2018

Quebec



Roger, el amigo de Pascale, otro courchsurfing dispuesto a recibirme, me esperaba con los brazos dispuestos a sostener mi valija y mi ánimo.

Sin titubear ni desperdiciar un minuto, ya atardeciendo, me llevó a conocer “Les Chutes” una gran cascada natural en las afueras de Quebec.

viernes, 20 de julio de 2018

Montreal


Salir de una ciudad tiene sus bemoles, pero como dice el dicho popular, todo lo que entra, sale!  Y sobre todo si se trata de hormigas!

Subte (acá se llama metro) mediante 
                                                                                 
inmigrante asiático con instrumento dulcísimo, en los pasillos del subte

y dos combinaciones más con buses locales (Itinerario agradecido a la niña de la Turist Office y al Google map), llegué a la salida de la gran Ottawa. Más precisamente a una estación de servicio. Lugar ideal para presentarse educadamente (No tanto como preguntar por la familia a la que aún no conocés) y extendiendo la mano, decir tu nombre y origen: María de Argentina!, palabras mágicas brotando de una enorme sonrisa. Es el salvoconducto ideal para conseguir un “Sí!, porqué no?”  seguro.