jueves, 2 de agosto de 2018

Iles des Madelaines

Me despedí tempranito de mis anfitriones en P.E.I. pues debía cruzar la isla hacia el puerto Souris al NE. Donde parten los barcos que van a Les Iles des Madelaines.  Suena ya paradisíaco, no?



Afortunadamente los que vamos de “peatones” tenemos siempre lugar, porque para embarcar con tu auto, debes reservar lugar tres meses antes –Y asegurarte la vuelta con la misma anticipación!- 

martes, 31 de julio de 2018

P.E.I.



 Meta del día: de Causapascal (Presbitería) a la Isla Príncipe Eduardo: 500 kms.

Salí con mi valijota rodante por la costanera del río, y mientras aguardaba “mi chofer del día”, un puente colgante llamó mi atención.


domingo, 29 de julio de 2018

Mont Joly



Lo que tiene de malo los buenos encuentros en los viajes, es que se acaban pronto, y las despedidas son poco agradables.  Pero como la Vida continúa, la función debe proseguir!

Nueva mañana y nuevas rutas: Charles me acompañó a la ruta frente a su casa, y el primer auto que pasó, se detuvo alarmado de vernos charlando en la banquina. Aún no había terminado el abrazo, y ni había sacado a relucir el dedo.

-“¿Algún problema?”- me preguntó la mujer bajando la ventanilla.

sábado, 28 de julio de 2018

¡Viva la música!



 Roger preparó un desayuno especial de despedida, con bananas, frutillas, uvas, higos acaramelados, y croissants!

Yo chusmeé el Facebook, y allí estaba la esperada respuesta de Gaby! Se acordaba de mí!  Se alegraba de mi contacto! Maravilla de la era de la comunicación! Después de 40 años volver a conectarnos!

Me contaba que es feliz en Suiza, con 3 hijos ya adultos, que trabaja 4 días a la semana de enfermera en un hospital donde su marido es médico…. Y que quería saber de mí.  Me alegro la mañana! (más de lo que ya estoy últimamente!) 

Roger me llevó con su camioneta, a la salida de Quebec, no muy seguro de mi sistema de “hacer dedo” en las estaciones de servicio. Insistía en que debía tener un cartel grande, aunque aceptó que cada uno tiene sus sistema. Quedó sorprendido cuando ni bien me bajé de su coche, al preguntarle al primero que estaba cargando nafta, me dio su aprobación y metió mi valijota en su baúl.