Hay veces
que es más difícil, sincronizar los horarios de los traslados, sobre todo
cuando una se niega a “programar” …. Y
encima no cuenta con ruedas propias!
Bastante las patitas aguantan…
Ayer decidí
embarcar en el ferry vespertino, sabiendo que arrivaría a la isla Príncipe
Eduardo a las 2 am. y que sería imposible coseguir “dedo” a esa hora, ni tan
siquiera caminar por el pueblo en búsqueda de un hotel.
Además que los hoteles cercanos al puerto
estarían reservados desde hace meses, como lo estaban las plazas para los autos
que transbordan. 600 en cada cruce! Promedio 3 personas x auto= 1800 personas
dispuestas a pasar lo que queda de la noche en algún hotel más menos cercano.