Como todo lo
bueno, dos veces breve! (O algo así), la
mañana siguiente fue de despedida, y a seguir el Camino..! dejando siempre abierta la puerta a los
reencuentros futuros.
Volví a la
ruta, dedo mediante, con el desafío de volver a cruzar el largo puente que une
la isla con el continente, y seguir 900 kms. más! En el horizonte: Toronto!
Paso previo a las famosas Cataratas del Niágara, ya veremos, veremos… y
al fin llegaremos.