Dicho y
hecho, tempranito, salían 3 micros completos y estaban poniendo refuerzos por
la sobreventa de pasajes. La terminal era un aluvión de personas, carritos y
cochecitos de bebés, anque bicicletas pleglables y otros injertos. De hecho hay
micros todo el día, cada hora!
Cumplido el
trayecto, el bus te deja a 2 kms. de las “deseadas”. Todo el mundo se monta en
los taxis que aguardan voraces la llegada de nosotros, los turistas! Por ese
pequeño trayecto, pretenden el doble que el ya pagado pasaje desde la ciudad.
Lo que se dice, un curro organizado: ellos ganan/vos perdés! Porque no hay escapatoria. Y con mi valijota
plena, no era cuestión de ir caminando…