Inicié la mañana con la esperada visita al museo del Maestro
Arquitecto Alvar Alto. Un genio!
Y una genialidad visitar su obra in situ! Qué beneficiada me
siento, después de tantos años de haber visto por primera vez su obra en “diapositivas”
en la facultad de Arquitectura, allá por el siglo pasado… antes de ser hormiga
paseandera.