Apenas terminè mi desayuno, me dispuse a partir para Wellington, distante 360 kms. Obvio, el ùnico micro del dìa, ya no tenìa lugar!
¿Què otra me quedaba?
Esperar que pare de llover para salir a la ruta.
Apenas terminè mi desayuno, me dispuse a partir para Wellington, distante 360 kms. Obvio, el ùnico micro del dìa, ya no tenìa lugar!
¿Què otra me quedaba?
Esperar que pare de llover para salir a la ruta.
Ayer me quedè “quieta!”. SÌ! Me tomè el dìa! No precisamente franco, porque trabajè desde las 8.00 am. hasta las 22.00 sin parar! O mejor dicho, intentaba trabajar, mientras me peleaba con la computadora nueva.
Dispuesta a conocer el àrbol màs antiguo, màs grande y màs alto de Nueva Zelanda, me levantè con mis mejores ruegos para poder llegar al mentado bosque de Waipoua, hogar de Tàne Mahuta, el kaurì “rey de la selva!”.
Los kaurìs son endèmicos de esta isla, o sea, solo los vas a poder encontrar en esta regiòn y no se reproducen en otras. Son tan impresionantes como las sequoyas o las araucarias.