La ruta de salida de Da Lat resultó maravillosa, a pesar de su millar de curvas a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, las nauseas, por suerte! se abstuvieron.
La ruta de salida de Da Lat resultó maravillosa, a pesar de su millar de curvas a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, las nauseas, por suerte! se abstuvieron.
Con un tormentón amenazando mis narices, avance por la cuesta que me marcaba el Google map en búsqueda de mi hostel en esta nueva ciudad en las entrañas de las montañas vietnamitas
Tres días de playa no vienen nada mal! Especialmente si el hostel da directamente a la arena, con poltronas, reposeras, hamacas, y silloncitos de diferentes modelos.
Dejaba Camboya con un sinsabor a nada, aunque sería más que injusto de mi parte, no destacar la visita a Angkor Wat y sus árboles milenarios trepando a los templos abandonados.