Hoy es mi último día de Bhutan, y ya sé que me voy a ir llorando…
Hoy es mi último día de Bhutan, y ya sé que me voy a ir llorando…
Otro día Buthaniense! O sea, pleno de Felicidad!
Arranqué con otro desayuno perfecto, con el sol en los cristales tras la copiosa lluvia nocturna, y mis dos ángeles custodios: Shinring y Tanacam (o algo así) esperándome para conducirme a las visitas programadas para hoy.
Hoy tempranito, moto taxi mediante, me despedi de Katmandú.
El aeropuerto es tan pequeño que está en medio de la ciudad, como si fuera una playa larga, no más que eso.
¡Qué falta me hacía quedarme 2 o 3 días quieta en una misma ciudad!